Segundo informe de Luis Donaldo Colosio. Gallina que pone huevo grande, no necesita alarde
¿Los pone chiquitos?, cacarearlo a gritos
Les platico esto a propósito de los informes de alcaldes, gobernadores, legisladores y por supuesto, el del presidente.
Y ahí vienen los de Samuel García y Miguel Treviño, qué miedo.
Me invitó Luis Donaldo Colosio Riojas a su 2o informe de gobierno y de pronto me vi en un show de gran producción escénico.
Me recibió la música de U2 y un despliegue de organización digno de los mejores espectáculos de Las Vegas.
“Usted tiene gafete azul, mi compañero le conducirá a su butaca”, me dijo una diligente jovencita en el lobby del Auditorio Luis Elizondo del Tec de Monterrey, el lugar donde a los 10 años debutó como coro infantil el alcalde de Monterrey.
¿De mula le pregunté a mi host: a poco hay una persona para los invitados de cada color? No, señor, hay cuatro por color. ¡Y había seis colores!
“Usted tiene gafete azul, mi compañero le conducirá a su butaca”, me dijo una diligente jovencita en el lobby del Auditorio Luis Elizondo del Tec de Monterrey, el lugar donde a los 10 años debutó como coro infantil el alcalde de Monterrey.
¿De mula le pregunté a mi host: a poco hay una persona para los invitados de cada color? No, señor, hay cuatro por color. ¡Y había seis colores!
Santa madre del Dios de Spinoza! Exclamé. ¿Qué es esto?
No era nada.
Al entrar me quedé perplejo y patidifuso, válgaseme el pleonasmo.
La música del grupo irlandés inundaba el auditorio con un sonido cuya calidad ya la quisieran Los Tigres del Norte, o de jodido, los de Lupita D’Alessio y Ernesto, su crío, “telonero“ de sus shows.
El informe estaba anunciado para empezar a la 10:30AM.
Ocupé mi lugar a las 10:27 y el auditorio ya estaba hasta la madre.
Santa madre del Dios de Spinoza! Exclamé. ¿Qué es esto?
No era nada.
Al entrar me quedé perplejo y patidifuso, válgaseme el pleonasmo.
La música del grupo irlandés inundaba el auditorio con un sonido cuya calidad ya la quisieran Los Tigres del Norte, o de jodido, los de Lupita D’Alessio y Ernesto, su crío, “telonero“ de sus shows.
El informe estaba anunciado para empezar a la 10:30AM.
Ocupé mi lugar a las 10:27 y el auditorio ya estaba hasta la madre.
Lo sospeché desde que al estacionar mi nave, casi tuve que pedir un Uber para que me llevara a la entrada del auditorio.
A las 11 la gente empezó a hacer lo que se hace en los shows que se demoran en arrancar: aplaudir al ritmo en que lo hacían los seguidores de Fidel Castro.
Paraditos para verse bien bonitos.
Yo estaba bien entretenido viendo a Dante Delgado, mandamás -todavía- del MC; a Miguel Treviño, el malogrado alcalde de SPGG que se movía de un lugar a otro para ir hacia gente a la que saludaba, porque esa gente no se le acercaba para nada.
También vi a los priyistas Héctor Gutiérrez, Marcela Guerra, Carlos Barona y a uno que otro más de esa estirpe partidista.
Lo sospeché desde que al estacionar mi nave, casi tuve que pedir un Uber para que me llevara a la entrada del auditorio.
A las 11 la gente empezó a hacer lo que se hace en los shows que se demoran en arrancar: aplaudir al ritmo en que lo hacían los seguidores de Fidel Castro.
Paraditos para verse bien bonitos.
Yo estaba bien entretenido viendo a Dante Delgado, mandamás -todavía- del MC; a Miguel Treviño, el malogrado alcalde de SPGG que se movía de un lugar a otro para ir hacia gente a la que saludaba, porque esa gente no se le acercaba para nada.
También vi a los priyistas Héctor Gutiérrez, Marcela Guerra, Carlos Barona y a uno que otro más de esa estirpe partidista.
Agustín Basave, papá del secretario del ayuntamiento de Monterrey y que anda muy pegado a Xóchitl Gálvez.
No vi a César Garza, alcalde de Apodaca, que le acaba de soplar sonoro sopapo entre quijada y oreja a Samuel, por el tema de la clínica dental y oftálmica del Club de Leones, que el gobernador mandó cerrar y que luego reculó al ordenar que fuera reabierta, pues lo suyo era venganza política contra sus críticos y con ello afectó a más de 4,000 pacientes de los más pobres de ese municipio.
Agustín Basave, papá del secretario del ayuntamiento de Monterrey y que anda muy pegado a Xóchitl Gálvez.
No vi a César Garza, alcalde de Apodaca, que le acaba de soplar sonoro sopapo entre quijada y oreja a Samuel, por el tema de la clínica dental y oftálmica del Club de Leones, que el gobernador mandó cerrar y que luego reculó al ordenar que fuera reabierta, pues lo suyo era venganza política contra sus críticos y con ello afectó a más de 4,000 pacientes de los más pobres de ese municipio.
Del equipo de Samuel García: Carlos Garza, el tesorero estatal, de quien las malas lenguas dicen que su sueldo lo paga Cemex desde que estaba con el Bronco Rodríguez.
De Carlos, dicen mis fuentes -y ya ven que son muy acertadas- que la tesorería del gobierno de NL es posición de Cemex, como lo es de Proeza la secretaría del trabajo, cuyo Secretario, Federico Rojas Veloquio, fue empleado de Metalsa, que forma parte del grupo industrial de los señores Zambrano.
Del equipo de Samuel García: Carlos Garza, el tesorero estatal, de quien las malas lenguas dicen que su sueldo lo paga Cemex desde que estaba con el Bronco Rodríguez.
De Carlos, dicen mis fuentes -y ya ven que son muy acertadas- que la tesorería del gobierno de NL es posición de Cemex, como lo es de Proeza la secretaría del trabajo, cuyo Secretario, Federico Rojas Veloquio, fue empleado de Metalsa, que forma parte del grupo industrial de los señores Zambrano.
Todos ellos paraditos para que la gente los viera bien bonitos.
Pocos ipecos.
Entre ellos José Wapinski, director de Emwa, que por cierto trae varios temas legales en puerta, que serán abiertos por libaneses paisanos suyos que se la van a hacer de tos ferina a esa joyería sampetrina, por varios asuntos que detonaré próximamente con números, nombres, fechas y especificaciones de producto.
Todos ellos paraditos para que la gente los viera bien bonitos.
Pocos ipecos.
Entre ellos José Wapinski, director de Emwa, que por cierto trae varios temas legales en puerta, que serán abiertos por libaneses paisanos suyos que se la van a hacer de tos ferina a esa joyería sampetrina, por varios asuntos que detonaré próximamente con números, nombres, fechas y especificaciones de producto.
Perdón por la digestión -perdón- por la digresión. Prosigo.
El informe.
Tres minutos antes del inicio entraron Samuel y su esposa Mariana.
Seguro estaban en la Rosa Náutica, ahí cerca, esperando a que les dieran la señal para hacer su arribo.
Vi a más gente en torno a Marian.
Samuel se veía medio distante.
Y en medio de un estruendoso rito rockero apareció Luis Donaldo en mangas arremangadas de camisa y con tenis.
Los que andaban de traje procedieron de inmediato a quitárselo lo mismo que la corbata.
“Nos vemos aquí el año próximo”.
Dijo Luis Donaldo y con eso disipó las dudas sobre sus planes futuros:
Va por la reelección como alcalde.
Si es así, bien por él.
Tres monitores al pie del escenario lo guiaban sobre lo que decía en su mensaje.
Todo el fondo fue ocupado por pantallas que proyectaron los temas que iba tratando.
De pronto se iba del escenario u aparecían testimonios de regiomontanos echándole cebollazos al alcalde.
“Prefiero construir el pluvial y que no se acuerden de mi, a no construirlo y que se acuerden de mi mamá”.
Esta fue la frase del día.
El trasfondo que lleva implícito es enorme.
Ojalá sea cierto porque de ser así, va a lograr reelegirse.
“Yo no vine aquí a hacer las cosas fáciles, ese no es el estilo regio. Yo vine aquí a hacer lo que se necesita”.
Otra frase de órdago, y también, ojalá que sea cierto.
Y qué tal esta otra: “Cambiar el cableado viejo de la ciudad nos da roña a todos los alcaldes”.
Esto dijo mientras atrás, en las pantallas, se leía:
“600 Kms. de cable retirado”.
Ahorradoras de agua.
Al referirse a este problema, dijo que durante el último año han regalado 25,000 regaderas ahorradoras, que equivalen a 113 albercas olímpicas o lo que es lo mismo, 75,000 millones de litros de agua ahorrados al año.
Arco de la mona y el Centro.
Se refirió a la transformación del Centro de Monterrey.
Destacó las bondades de su proyecto.
Pero yo tengo otros datos.
Comerciantes formales de esa zona de Monterrey se quejan de que están angostándose las calles y ensanchándose las banquetas.
Lo primero provoca ya trastornos de movilidad y lo segundo se hace para que los informales aumenten en número y esto afecta al comercio formal.
Hasta hace un mes, el tráfico vehicular podía pasar por debajo del Arco que está desde hace 113 años.
El Municipio bloqueó esa pasada y con ello se redujeron dos carriles de circulación en Calzada Madero y avenida Pino Suárez.
Mostró en las pantallas cómo quedará de bello ese lugar, pero...
También aparecieron en pantalla las obras en calles del Centro, pero...
Cajón de sastre:
“¿Y la seguridad?”, detona la irreverente de mi Gaby, y yo le respondo, ese y adicionales temas los platicaré en otra columna.
Perdón por la digestión -perdón- por la digresión. Prosigo.
El informe.
Tres minutos antes del inicio entraron Samuel y su esposa Mariana.
Seguro estaban en la Rosa Náutica, ahí cerca, esperando a que les dieran la señal para hacer su arribo.
Vi a más gente en torno a Marian.
Samuel se veía medio distante.
Y en medio de un estruendoso rito rockero apareció Luis Donaldo en mangas arremangadas de camisa y con tenis.
Los que andaban de traje procedieron de inmediato a quitárselo lo mismo que la corbata.
“Nos vemos aquí el año próximo”.
Dijo Luis Donaldo y con eso disipó las dudas sobre sus planes futuros:
Va por la reelección como alcalde.
Si es así, bien por él.
Tres monitores al pie del escenario lo guiaban sobre lo que decía en su mensaje.
Todo el fondo fue ocupado por pantallas que proyectaron los temas que iba tratando.
De pronto se iba del escenario u aparecían testimonios de regiomontanos echándole cebollazos al alcalde.
“Prefiero construir el pluvial y que no se acuerden de mi, a no construirlo y que se acuerden de mi mamá”.
Esta fue la frase del día.
El trasfondo que lleva implícito es enorme.
Ojalá sea cierto porque de ser así, va a lograr reelegirse.
“Yo no vine aquí a hacer las cosas fáciles, ese no es el estilo regio. Yo vine aquí a hacer lo que se necesita”.
Otra frase de órdago, y también, ojalá que sea cierto.
Y qué tal esta otra: “Cambiar el cableado viejo de la ciudad nos da roña a todos los alcaldes”.
Esto dijo mientras atrás, en las pantallas, se leía:
“600 Kms. de cable retirado”.
Ahorradoras de agua.
Al referirse a este problema, dijo que durante el último año han regalado 25,000 regaderas ahorradoras, que equivalen a 113 albercas olímpicas o lo que es lo mismo, 75,000 millones de litros de agua ahorrados al año.
Arco de la mona y el Centro.
Se refirió a la transformación del Centro de Monterrey.
Destacó las bondades de su proyecto.
Pero yo tengo otros datos.
Comerciantes formales de esa zona de Monterrey se quejan de que están angostándose las calles y ensanchándose las banquetas.
Lo primero provoca ya trastornos de movilidad y lo segundo se hace para que los informales aumenten en número y esto afecta al comercio formal.
Hasta hace un mes, el tráfico vehicular podía pasar por debajo del Arco que está desde hace 113 años.
El Municipio bloqueó esa pasada y con ello se redujeron dos carriles de circulación en Calzada Madero y avenida Pino Suárez.
Mostró en las pantallas cómo quedará de bello ese lugar, pero...
También aparecieron en pantalla las obras en calles del Centro, pero...
Cajón de sastre:
“¿Y la seguridad?”, detona la irreverente de mi Gaby, y yo le respondo, ese y adicionales temas los platicaré en otra columna.
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