Tributo al cuerpo y la valentía: Ana Grúdine y su obra sobre el cáncer de mama

Opinión
/ 2 octubre 2023
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Cada persona viene con ciertas condiciones físicas que determinan parte de nuestra existencia. Algunas se desarrollan en una edad temprana, otras mucho más tarde. Cada persona vive su espacio-tiempo de diferente manera, venimos con historias, nudos, hilos cortados, experiencias que nos toca confrontar. Desde la fisicidad nos relacionamos con el entorno y con las personas con las que interactuamos a lo largo de nuestra vida.

Es por ello que hoy, desde la obra de una sola artista, quisiera hacer un homenaje a todas aquellas personas que, a través de la concepción del cuerpo, buscan visibilizar experiencias, problemáticas, luchas, resonancias, historias, que buscan conectar con les otres.

Ana Grúdine, artista visual argentina desarrolla una obra autobiográfica impregnada de una constante reflexión existencial en donde se sumerge en un universo poético y conceptual. A través de la idea del relato, la artista comunica complejas vivencias personales sobre la lucha para frenar el cáncer de mama.

$!Obra de Ana Grúdine sobre el cáncer de mama.

Su obra Ocho de cada diez es un largo diario fotográfico y textual en donde muestra y abre las experiencias del proceso médico que ha tenido. Es aparentemente sencillo leerla desde la explicación metodológica de sus tratamientos, los diálogos con las doctoras y el personal médico, así como la explicación de los qué y para qué es cada procedimiento. Pero lo que nos conmueve es leerla desde la vulnerabilidad del cuerpo: saberla con el cuerpo debilitado y sin defensas por el mismo tratamiento, el encuentro de ella sin cabello, la cartografía que marcaron en su piel para las radioterapias y que poco a poco le queman la piel.

$!Obra de Ana Grúdine sobre el cáncer de mama.

¿Qué hacer con todo eso? Cada vez que veo su obra, no solo me siento atravesada, también pasan por mi mente mujeres cercanas a mí que han vivido esa enfermedad, y el deseo de estar presente y poder cuidarlas, animarlas como pueda, porque nos entendemos desde la ternura. Solo aquí, en la ternura, no hay lugar para un sistema heteropatriarcal que se ha inventado una forma perfecta del cuerpo de la mujer; aquí, en la ternura se abrazan a las cuerpas debilitadas, mutiladas, silenciadas, las cuerpas que buscan un mejor estado de ser y estar.

$!Obra de Ana Grúdine sobre el cáncer de mama.

Si bien desde la corporeidad habitan sensaciones, memorias, percepciones, formaciones mentales y emocionales, también venimos a experimentar lo que la cuerpa nos permite, y si tenemos suerte, encontraremos una especie de iluminación, destino o llamado del alma que nos guiará a lo largo de nuestra existencia, aunque nuestra cuerpa seguirá envejeciendo hasta que un día ya no esté. Porque nada es permanente, todo cambia. Ana Grúdine lo sabe y es por ello que su obra se abre al mundo con valentía frente a la complejidad e incertidumbre de la vida, abrazando la bandera del arte, porque el arte nos ayuda a ser quien somos, el arte nos lleva a lugares profundos y, al mismo tiempo, nos libera de todo aquello que cargamos.

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