Uvalde, la masacre
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Fueron asesinados a tiros 19 niños, 2 maestras y otras 17 personas resultaron lesionadas. El autor de la masacre respondía al nombre de Salvador Ramos, joven de 18 años que compró sin dificultad alguna un par de armas largas semiautomáticas, en una tienda de ese mismo poblado.
Uvalde es el poblado más grande de los muchos que intercomunica la carretera 90, entre Del Rio y San Antonio. Quizá nunca fue noticia nacional. El actor estadounidense Matthew McConaughey es su orgullo y ese dato parece ser su mayor referencia en décadas. Así suele suceder en los pueblos pequeños: saltan a la fama tras la figura de algún hijo pródigo que se vuelve notable; o bajo los reflectores de alguna catástrofe o tragedia.
El San Antonio Express News es el periódico de mayor circulación y presencia en la región, puede decirse que se trata de un periódico “progresista”, en el sentido estadounidense del término. Más alineado con el Partido Demócrata y más crítico del Republicano. En consecuencia, parece favorecer una mayor regulación de la venta de armas de fuego. En sus páginas interiores aparece la continuación de la nota de primera plana sobre la masacre. Resulta escalofriante que, en la parte inferior de la nota, aprovechando el puente vacacional y el fin del ciclo escolar, aparezca un espacio publicitario de Mission Ridge: Armas-Campo de Tiro-Arcos-Venta al Público: “Especiales de la Semana (Memorial Week)”, “La venta especial de verano que no te querrás perder. Descuentos en Armas, Óptica, Accesorios, Arcos y más”.
El viernes 27, con la tragedia aún viva, arrancó en Houston la convención nacional de la Asociación Nacional del Rifle, poderoso lobby que promueve el menor número de restricciones para la compra, venta y portación de armas. Su orador principal, Donald Trump. De la masacre, se dijo que fue el acto cobarde de un joven demente, que para detener estas matazones se necesitan más armas, no menos. Y por supuesto, el dato favorito: los índices de homicidio son mucho menores donde la posesión y portación de armas está menos reglamentada.
Es la cultura estadounidense respecto al uso y portación de armas, consagrada en la segunda enmienda de la Constitución, ratificada en 1791 que reza: “Una Milicia bien organizada, siendo necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar Armas, no debe ser infringido”. Habría que preguntarse: ¿Las condiciones socio-políticas de una nación apenas recién nacida en 1791, serán las mismas que prevalecen hoy en día? Una enmienda constitucional es prácticamente imposible en la era de la polarización, sólo aplica una regulación estado por estado. Unos regulan más, otros regulan menos.
Un día después de la masacre en Uvalde, acudí a la ceremonia de premiación de mi hija, en una secundaria de San Antonio. Como en la mayoría, nadie puede ingresar o salir sin autorización. Sus puertas permanecen cerradas. Frente a ellas hay una patrulla con un policía en su interior. Esas patrullas pertenecen y están pagadas por el distrito escolar. Cuanto más rico sea un distrito más equipamiento de seguridad tendrá.
Se siente un estado de alerta, veo dos personas armadas cuidando a los que entran y salen. Uno de ellos es policía uniformado, el otro viste de civil, aparenta algo más de 60 años y mucho sobre peso. Ambos portan una pistola que parece poca cosa para repeler a un individuo armado que, como Salvador Ramos, entrara por una puerta trasera con armas de mucho alcance y poder.
@chuyramirezr