Arthur Conan Doyle en diez frases

Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930) fue un novelista escocés, nacionalizado británico y mundialmente conocido por crear al célebre detective de ficción Sherlock Holmes, basándose en la novela de caballerías por excelencia, Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, del que, Conan Doyle, como tantos otros autores han hecho en el pasado y en el presente, y probablemente en el futuro, tomó el modelo de Quijote y Sancho para construir el perfil de los personajes de su historia.

Las peripecias del controvertido y petulante Sherlock Holmes comenzarían a ser publicadas en julio de 1891 en la revista Strand Magazine. Como curiosidad, en 1893, decidió dar muerte al personaje junto a su peor enemigo, el profesor Moriarty, pero debido a la presión de los lectores, tuvo que resucitarlo unos años después, en 1902 con el libro El sabueso de los Baskerville.

Aparte de las novelas con el excéntrico personaje de Sherlock Holmes como protagonista, fue un autor prolífico cuya obra incluye relatos de ciencia ficción, novela histórica, teatro y poesía como La guerra en Sudáfrica 1900), Michael Clarke (1888), Historia de Waterloo (1894) o El Mundo Perdido (1912).

Les dejamos con algunas de sus mejores frases:

"La mediocridad no conoce nada más alto que si misma, pero el talento instantáneamente reconoce el genio".

"No sirve de nada alimentarse de esperanzas y después desengañarse"

"Ha sido durante mucho tiempo mi axioma que las pequeñas cosas son infinitamente lo más importante"

"Usted ve, pero no observa"

"Toda la verdad es mejor que la duda indefinida"

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad"

"Donde no hay imaginación, no hay horror"

"La impresión de una mujer puede ser más valiosa que un análisis razonable"

"Un cliente es para mí una simple unidad, un factor en el problema"

"Mi nombre es Sherlock Holmes y mi negocio es saber lo que otras personas no saben"


Por Sarah Romero para Muy Interesante