Con ‘Postales en braille’ Sergio Pérez Torres lleva su poesía a otros lenguajes
Su más reciente libro fue mención honorífica del Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetry Press, con lo que recibió una publicación bilingüe al inglés y español
“Hay quien dice que la poesía es lo que se pierde en la traducción, otro grupo afirma que precisamente poesía es lo que sobrevive en la traducción”, comenta el poeta Sergio Pérez Torres sobre su más reciente libro “Postales en Braille/Postcards in braille”, el cual está sujeto a esta misma disyuntiva.
El poemario, reconocido con una mención honorífica en el Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetry Press 2021, fue editado bajo este mismo sello en una edición bilingüe que puso a su autor ante el reto de ver sus versos trasladados a otro idioma, y en entrevista con VANGUARDIA nos habló sobre esta experiencia.
“Había tenido la oportunidad de trabajar solamente poemas sueltos para antologías y esta es la primera vez que se traduce un libro completo de mi autoría. La experiencia fue bastante enriquecedora porque tuve la oportunidad de tener sesiones cada semana, durante cierto periodo, algo cercano a dos meses, con la traductora, Stalina Villarreal, y debo decir que, como es un idioma que hablo fluidamente, tenía la oportunidad de negociar ciertas convenciones del lenguaje o proponer a veces, otras soluciones, y claro, aceptar cosas que me parecían increíbles en su trabajo”, comentó.
Este ejercicio de traducción le permitió al final poder “leer a traducción al inglés de ‘Postales en braille’ era de alguna manera como leer otro libro”, aunque reconoce que para ello se tuvieron que hacer ciertas concesiones.
“Recordemos que hay un juego de palabras entre traductor y traidor, y esto es porque en muchas de las mejores traducciones se opta por desprenderse de algún significado que podría parecer que es el equivalente al otro idioma por darle uno que más bien haga recrear el original”, explicó, “al ser idiomas de familias diferentes, no siempre se permitía que todas las maneras en que lo dije en español pudieran tener una correspondencia al inglés, así que veía cómo la traductora resolvía esto y me parecía fascinante el pensar cómo lo hubiera escrito yo de haber sido originalmente en inglés.
Este se trata, además, de su onceavo libro, el décimo de poesía, y asegura que no se parece a lo que hasta ahora había publicado, en particular porque aquí desarrolló una antología de poemas sin estar restringido por un tema o línea discursiva dentro de la totalidad de texto.
“Habla de cosas bien disímiles; de una boda, de un parque, de un museo, de un hospital, de estar en la escuela. Así que por eso le llamé ‘postales’, porque eran imágenes distintas en las que pretendía mostrar de un flashazo toda una construcción. Y que fuera en braille era por jugar con esta idea de que podían sentirse, como alguien que lo tocara para lograr ver”, comentó.
Pérez Torres se refirió a una “plasticidad” en sus textos, con la que a través de los versos pretende evocar sensaciones más allá de lo que la memoria misma puede ofrecer. Esta circunstancia, explicó, la lleva a partir “de la experiencia para intentar que lo que más me había quedado de tal situación, creía que podía ser el común denominador entre quien leyera el texto y yo que lo estaba escribiendo. Así que acumulaba todos esos elementos y luego venía un trabajo con el lenguaje, donde intentaba mantenerme en un ritmo poético pero mucho más amigable y accesible para que quien lo leyera pudiera sentirse de inmediato, no solamente sumergido, sino también que le despertara sus propias experiencias”.
Si bien esta intención de darle una cualidad sensitiva a sus poemas los une de cierta manera, puntualizó al ser un libro hecho de “poemas sueltos”, consideró en su momento que no tendría oportunidad en los certámenes mexicanos, donde “desde hace décadas, parece estar muy interesado en propuestas que siguen un solo tema durante el libro o que se componen de apartados pero para dar una idea totalizadora o totalitaria. Y sabía que la mejor oportunidad que podía tener era quizás en el extranjero”.
Así es como decidió participar en el premio convocado por la Nueva York Poetry Press, editorial que trabaja en “sinergia para publicar y gestionar las obras de poetas de Latinoamérica y España” y que le otorgó esta oportunidad.
“Estuvo bien no haberme casado con esta idea de que solamente podía darle una oportunidad en los certámenes nacionales, ya que, por ejemplo, también hay certámenes que son internacionales pero se realizan desde México, y los jurados al final siguen siendo mexicanos, así que me gustó esta experiencia de cambiar la intención y a dónde iba dirigido”, concluyó.