Continúa la tradición del sarape: Invitan a formarse como Maestro Tejedor
La Escuela del Sarape ‘La Favorita’ abrió el proceso de inscripciones para su próximo periodo escolar, que continuará la formación de nuevos artesanos en esta centenaria tradición
La elaboración de Sarapes es una tradición centenaria en Saltillo, el Sarape ha sido un elemento de identidad local para la ciudad desde hace mucho tiempo, es por lo que, con el objetivo de que esta práctica siga viva la Escuela del Sarape La Favorita dio a conocer el proceso de inscripciones para su próximo período escolar, para todas aquellas personas interesadas en aprender labores de tejido saltillo y tintóreo con productos naturales para la producción de sarapes.
Las inscripciones se llevarán a cabo del 12 de enero al 14 de febrero de 2022, en la Escuela del Sarape ubicada en Simón Bolívar #608 esquina con Guerrero, Zona Centro. La duración de la carrera técnica 'Maestro obrajero tejedor de Sarapes' es de 2 años, en 4 períodos semestrales, en los horarios de lunes a viernes de 10:00 a 13:00 horas o de 15:00 a 18:00 horas. Las inscripciones se pueden realizar en las instalaciones de la escuela o llamando al número (844) 410 23 31, también se puede pedir informes al E-mail escueladelsarape@outlook.com, o visitando la página de Facebook: Escuela del Sarape La Favorita.
Se puede ingresar a partir de los 16 años certificándose por la Secretaría de Educación como Maestros Obrajeros Tejedores de sarape, considerado como formación media superior y formación para el trabajo. El costo es de $850.00 pesos por semestre.
Podemos remontar la historia del sarape de saltillo hacia 1591, cuando un grupo de indígenas tlaxcaltecas llegaron a establecerse a lo que hoy conocemos como Saltillo desde el centro del país. Los tlaxcaltecas eran muy buenos tejedores de algodón, pero en las tierras del norte no encontraron la tan deseada materia prima, sin embargo, había ovejas ya falta de algodón, la lana dedicada para elaborar su vestimenta, entre ellos el sarape.
El Sarape fue un textil mestizo que combino la técnica indígena del tejido con la lana de oveja, las cuales habían llegado al nuevo continente gracias a los españoles. Según algunos historiadores locales, la lana que producían las ovejas era tal que esta llegaba a pudrirse en los almacenes de la región, la preferencia por estos animales venia de su lentitud, ya que gracias a ella se evitaba que los indios las robaran, como lo hacían comúnmente con los caballos u otros animales.
Convirtiéndose en el abrigo de las clases populares durante mucho tiempo, al final del siglo XIX paso a ser una prenda de lujo dada la importancia que se le comenzó a dar a la charrería. Y para el siglo XX con el nacionalismo que dejo la Revolución, el Sarape se llenó de colores “muy mexicanos” convirtiéndose en un souvenir y pasando de ser una prenda útil a un textil meramente ornamental, pues la abertura del centro que permitía usar como ropa se cerró y se sustituyó por el medallón original de antaño.
Elementos como el Sarape de Saltillo, textil emblemático de la ciudad nos recuerdan que nuestra cultura es resultado de un mestizaje cultural, y es mediante la formación de cursos como el que imparte la Escuela del Sarape, que se pretende recuperar las técnicas tradicionales y trasmitir una cultura de conservación para que el legado y la historia no se pierdan.