'Extinción continua', una exploración del flujo de la creación-destrucción
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Los artistas coahuilenses Avelina Fuentes y Alejandro Fuentes están preparando una serie en colaboración que será expuesta en París a principios del próximo año, en la que exploran temas relacionados con el cambio y la evolución
El desequilibrio genera movimiento, movimiento que provoca cambios. La vida en todas sus etapas y en todos sus elementos está repleta de cambios, evoluciones, flujos de destrucción e incluso muerte que dan paso a nuevas creaciones y en el arte este fenómeno es tanto parte de su esencia como puede ser sujeto de su exploración.
Esto es lo que Avelina Fuentes y Alejandro Fuentes abordarán en su próxima exposición colectiva, “Extinción continua”, que los artistas presentarán en febrero del 2021 en el Instituto Cultural de México en París y sobre la cual, en entrevista con VANGUARDIA, nos contaron un poco más.
“A mí me empezó a interesar el tema por un libro que se llama La Sexta Extinción, de Elizabeth Colbert, ella escribe para el New York Times e hizo una investigación, viajó a través del mundo, para ver estos procesos que se estaban dando de esta sexta extinción que ya está en curso, los porqués y la historia”, expresó Avelina.
Para ellos esta exploración parte de la relación que hay entre la creación y la destrucción en el arte, con este último término visto no desde su acepción negativa sino como parte de un proceso de regeneración.
La muestra contará con piezas que los hermanos han hecho de manera individual, como la serie “Quintessence” de Avelina o las piezas de “El orden del caos” de Alejandro, además de las esculturas “El corazón del Zapal” —una representación orográfica geométrica del Cañón de San Lorenzo— y “Murmullos desde el vacío” —un estudio sobre el vacío en el volumen—, que integran realidad virtual en la experiencia, pero el centro de la muestra radica en el trabajo que durante este verano han realizado en Saltillo.
Se trata de una serie de esculturas que aluden en su forma a la estructura de las radiolarias, una especie de zooplancton encontrado en el mar, compuestas por sílice y calcio, que les permiten ampliar la cantidad de conceptos explorados en la exposición, en particular a través de los materiales que están utilizando para crearlas.
“Era una forma ambigua que nos gustaba porque hace eco a los corales, un ejemplo muy claro de esta extinción, se hacen blancos al morir. Nos gustaba también por la relación con estos desechos, nos gusta desde un punto de vista estructural, y porque es un elemento marino que hace eco en el hecho de que Coahuila era un mar hace millones de años y por su similitud con la estructura de los virus”, explicó Avelina
Parte del proceso de vaciado en metal, que realizan en el taller familiar, incluye la creación de “conchas” de cerámica dentro de las que se vaciará el material, así como el uso de poliuretano para hacer los modelos que después se convertirán en las esculturas.
Estos elementos de desecho, la cerámica y el poliuretano, son ahora en esta serie protagonistas, ejercicio con el cual continúan aludiendo al fenómeno de la destrucción-creación.
“Lo interesante de esta técnica es que nos permite hacer cosas que la cerámica no nos permite. Son estructuras demasiado complejas para tener estabilidad al modelarlas. El barro es suave y no se mantendría y esta técnica nos permite hacer cosas que no podríamos hacer de otra manera”, dijeron sobre el proceso de creación de las obras.
Aunado a esto también están preparando una pieza donde reciclarán desechos de estas “conchas” utilizadas para el vaciado de esculturas en metal en un ensamble nuevo, dándole vida a lo que hasta entonces se consideraba muerto.
Las esculturas basadas en la estructura de la radiolaria serán montadas sobre una mesa en la cual descansará un sarape de lana cruda de diez metros de largo —obra del maestro tejedor Rubén Tamayo—, que fungirá como una especie de línea del tiempo a lo largo de la cual “hay una pequeña línea roja que para nosotros representa el tiempo que ha estado el hombre en la historia de la Tierra”, explicó Alejandro.
La exposición, que cuenta con la curaduría de Olga Margarita Dávila y con textos de la poesía de Claudia Luna Fuentes, será presentada de manera que sea para el público un viaje y “que la gente que visite la exposición se traslade al territorio Coahuilense y si tal vez las piezas no son lo suficientemente evocadoras, estos textos (de Luna Fuentes) terminen de completar el ciclo imaginario al que queremos que entren los visitantes”, agregó.
El recorrido finalizará con una instalación de láseres cuya perfecta imagen proyectada será modificada cuando cualquier persona entre, en otro guiño a nuestro papel en el mundo y los cambios que generamos.