Le da visibilidad a los invisibles del alcohol con la obra ‘Matanga dijo la changa’
El monólogo de José Luis Zamora llega a los últimos días de su temporada este fin de semana, con una historia que busca generar empatía con un grupo que suele ser ignorado por la sociedad
El taller de dramaturgia “Teatro Testigo de la Vida” invita a sus miembros a escribir de lo personal, lo que los mueve, sus memorias y pasiones. Para José Luis Zamora, que ha participado constantemente en esta plataforma, eso se tradujo en la edición más reciente del mismo en una historia que se ubica entre la comedia negra y la tragedia, pero que más que nada busca poner sobre la escena a un grupo de personas que suelen ser invisibles para el mundo.
“Matanga dijo la changa” es un monólogo donde Barrabás, un hombre que ha tocado fondo y que se encuentra buscando a su mejor amigo, una búsqueda que lo llevará a hacerse preguntas sobre sí mismo, sobre sus decisiones y su lugar en la vida.
Escrita, dirigida y actuada por Zamora, con la colaboración del música Eliézer González “Trovarrolerocumbianchupestre”, está por concluir su más reciente temporada en el Centro Cultural Teatro García Carrillo, con las últimas funciones este fin de semana.
“Él tiene canciones muy bonitas que hablan sobre Saltillo, de los personajes de Saltillo, y le pedí que se uniera al proyecto. Es una obra con música en vivo, música original, aunque hay un par de canciones que son de Francisco Barrios, el Mastuerzo y Rodrigo González, que decidí incluirlas porque fueron parte de mi época a la que se refiere el personaje”, comentó el autor para VANGUARDIA.
Zamora explicó que el texto se inspiró al inicio en las anécdotas de barrio, con los compas en las reuniones, pero pronto comenzó a enfocarse en la invisibilidad de grupos marginados, como las personas en situación de calle y, particularmente, las personas con alcoholismo.
“Nos falta mucho trabajar en la inclusión, en la igualdad, en la equidad, y creo que el teatro siempre va a ser una herramienta para visibilizar, porque tenemos esa gran ventaja de poder el centrar el tema de lo que queremos decir”, señaló.
“A mí me hizo ruido que, por ejemplo, el consumo de alcohol es muy normalizado, hay personas que no tienen problemas, pero hay otras que desgraciadamente sí desarrollan una alergia. Es muy diferente a las drogas duras, que son de rápido efecto y rápido deterioro físico, pero el alcoholismo es algo largo, es una muerte de largo aliento”, agregó.
Esto lo llevó a observar con mayor detenimiento el lugar donde vive y los sitios que recorre en Saltillo, donde se encontró con escenas que le permitieron identificar la forma en que las personas ignoran con facilidad a un hombre tirado en la acera, en estacionamientos, afuera de supermercados o en terrenos baldíos.
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“Una vez encontré a un hombre en un estacionamiento, y entré al supermercado a pedir una caja para marcar el lugar y que se viera que estaba ahí, pero mientras la estoy colocando un señor me recrimina que lo esté separando. Le expliqué que ahí había una persona muy dormida, muy tomada. Y me dice: ‘si no pones esa caja, quizá lo hubiera atropellado’”.
El actor y director busca poner esa caja de estacionamiento, de manera metafórica, sobre el teatro, para que nos demos cuenta de que existen estas personas “enfermas, que viven en una soledad e indigencia terrible y que tienen una historia y una vida”, con la esperanza de llevar el montaje a más espacios y festivales.
“Matanga dijo la changa” termina su temporada con funciones este viernes 15 y sábado 16 de marzo a las 20:00 horas en el Teatro García Carrillo. Los boletos tienen un costo de 100 pesos.
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