Ximena Santaolalla explora en su novela la violencia, la crueldad y la migración en Centroamérica
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‘A veces despierto temblando’, ganadora del Premio Mauricio Achar 2021, se presentará en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2022
En 2013 un Tribunal sentenció a 80 años de prisión a Efraín Ríos Montt, uno de los dictadores más sanguinarios de Latinoamérica. El militar fue condenado por genocidio y crímenes de lesa humanidad en contra de mil 700 indígenas ixiles, en Guatemala. Cuando Ximena Santaolalla leyó la sentencia supo de inmediato que tenía el material para contar una historia.
Y si bien en un principio la abogada de profesión pensó en realizar un par de cuentos, después se dio cuenta de que lo que tenía entre manos era su primera novela: “A veces despierto temblando”, ganadora del Premio Mauricio Achar Literatura Random House 2021. Una narración cruenta y brutal sobre uno de los periodos históricos más terribles de Guatemala, que le tomó cinco años de investigación y escritura.
“Me impactó leer esa sentencia y pensar que no tenía conocimiento de lo que había pasado en Guatemala en los años ochenta, en esa dictadura, siendo que Guatemala es nuestro país vecino. Tengo la impresión de que no se habla mucho de eso”, señala la escritora en entrevista con VANGUARDIA.
— Ximena Santaolalla (@AjoloteVagando) September 6, 2022
Ximena comenzó a escribir dos cuentos, uno protagonizado por “Dedos” y otro más por Francisco “Chinchilla”, dos kaibiles que se dedican a secuestrar, torturar y asesinar personas. A medida que avanzaba con la escritura y la investigación, la autora se dio cuenta de que tenía una historia mucha más larga, que además necesitaba otras voces. Así dio forma a una novela polifónica, en la que el lector conoce no solo a estos kaibilis y sus acciones terribles, también a mujeres y víctimas de la violencia que se ejerció en la dictadura de Ríos Montt.
“Me tomó cinco años porque tenía que investigar muchísimo. El primer reto era informarme y fue hacer mucha investigación. Trabajé en el CIDE como asistente de investigación y eso me gustaba, así que lo hago con facilidad. Lo que más trabajo me costó fue traducirlo en una novela porque no tenía experiencia en escribir de esa forma”.
Ximena relata que antes de comenzar con la novela su mayor ejercicio de escritura era redactar contratos, de ahí que sus primeras aproximaciones a la ficción fueran textos “muy cuadrados y explicativos”. Tras tomar un taller de creación literaria con Beatriz Rivas, y fijarse como meta dar forma a una novela que ahondara en el lenguaje de los guatemaltecos, la narradora fue creando una historia que explora las distintas caras de la crueldad.
“Me interesaba ver cómo una persona se puede convertir en el malo. No sé si a todos, pero a muchos nos podría pasar el irnos deshumanizarnos por la suerte, las circunstancias. Uno de los personajes, Ocelote, es una persona que no necesariamente tenía ganas de torturar y matar, de hecho, tiene un lado muy sensible, muy humano, y lo va perdiendo.
“También está el caso de ‘Chinchilla’, que disfruta la crueldad y que llega a una posición en que puede explotarla. Pienso que con ‘El Dedos’ tal vez él no se hubiera dado cuenta de que tenía esa crueldad adentro de él, si no hubiera tomado el entrenamiento militar. Me interesaba que cada victimario representara algo distinto de cómo se puede llegar a ser deshumanizado, hay personas que les gusta, otros que poco a poco van entrando y terminan haciendo lo que les dicen que tienen que hacer”, plantea la también psicoterapeuta.
Hay varios testimonios en la sentencia contra Ríos Montt de personas que sobrevivieron a las matanzas que sacudieron Guatemala entre 1982 y 1983, o que perdieron familiares en esas masacres. Organizaciones de Derechos Humanos estiman que más de 10 mil personas fueron asesinadas y que más de 400 comunidades indígenas fueron destruidas. Inspirada en esas declaraciones, Ximena dio forma a varios pasajes del libro.
“Hubo una historia que me impactó mucho, de alguien que estaba esperando a su familiar, en la mesa estaba todo puesto para comer y no lo pudo comer nunca. Eso me impresionó mucho por cómo está platicado en esa sentencia. Las palabras que usaba, la forma de hablar de ese dolor me conmovió mucho. También me conmovieron los testimonios de mujeres que habían sido violadas. Para crear el personaje de Aura me basé en la historia de una joven que fue secuestrada, en otra que fue violada y que después le robaron a su bebé”, detalla la novelista.
En la novela se ve una práctica común de los kaibiles, quienes después de matar a los hombres se quedaban con las mujeres como una especie de botín de guerra. A muchas se las llevaban como esclavas para limpiar, cocinar y tener sexo con ellas. De acuerdo con Ximena, algunas sobrevivieron de esa manera.
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“El caso de Aura es que fue secuestrada un año por los militares, con quienes sufrió violencia extrema, sobre todo sexual. Y lo que exploré con este personaje es cuál puede ser el estado mental de personas que vivieron algo tan terrible”.
Para la autora investigar sobre Guatemala y visitar ese país fue todo un descubrimiento que la llevó a enamorarse de la región. De ahí que esté interesada en realizar otra novela ubicada en Centroamérica, pero ahora enfocada en Honduras o en El Salvador
“Cuando visité Guatemala me sorprendió mucho. Es un lugar muy bello, es un paraíso en la Tierra”, concluye.
“A veces despierto temblando” se presentará el domingo 10 de septiembre, a las 17:30 horas, en la Sala Julio Torri de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2022. Los comentarios estarán a cargo del escritor Julián Herbert.