“Yo siempre estoy haciendo géneros híbridos, me interesa el territorio fantasmal”, Julián Herbert

La historia, aunque tenga el estigma de aburrida, está llena de detallitos que siempre son interesantes. El chisme, que así le llamamos cuando lo pensamos en un ámbito más personal, también es parte de esos eventos que marcan al mundo y a las personas que los vivieron de cerca.

“Ahora imagino cosas” (Penguin Random House, 2019), es un libro de crónicas en el que el escritor Julián Herbert se mueve entre los límites de la literatura. Los ocho textos que lo componen se balancean entre lo histórico y lo biográfico, entre retratos generales de un espacio y un tiempo e instantáneas del autor en esos momentos.

Este miércoles, como parte de las actividades de la Fiesta Internacional de las Artes Saltillo 445, a tres años de su publicación, junto a la escritora y periodista Laura Luz Morales y el gestor cultural Sergio Castillo, presentará el libro, en un evento que también ocupa un “territorio fantasmal”.

“Me gusta mucho la idea de platicar con Laura Luz Morales y con Sergio Castillo, que en sus vidas han hecho distintas cosas, pero también han hecho periodismo y han escrito distintos tipos de cosas. Entonces en realidad, una de las cosas que platicamos, es que más que presentar el libro lo que queremos es hablar sobre ese tránsito entre literatura y periodismo y realidad y ficción. Eso es lo que más se me antoja, como tener interruptores para hablar de temas que me obsesionan”, comentó en entrevista con VANGUARDIA.

Su postura como escritor se ve reflejada en una de las discusiones que surgen de esta antología. Más allá de los temas tratados, el hecho de que estire el concepto de “crónica” ha fascinado desde su publicación.

“El libro está escrito desde enfoques más abiertos, pero ‘Acapulco timeless’ está más enfocado en una crónica más tradicional, la de Mazatlán también tiene eso. Pero en realidad el texto que cierra ese círculo no está en el libro. Eso es algo curioso. El texto más tradicionalmente periodístico que he escrito apareció en Gatopardo este año, es un reportaje sobre box”, explicó.

“Yo siempre estoy haciendo géneros híbridos, me interesa el territorio fantasmal. A veces hago un texto como muy en el marco. Porque luego a veces pareciera que no sé, y sí sé cómo se hace, nada más no quiero hacerlo así”, agregó sonriendo.

Al verlo con distancia considera que es un libro “de antes de la pandemia”, aunque los temas, en especial los sociales, que aborda —como la guerra contra el narco, reflejada en un texto sobre el Fiscal de Hierro que precedió a Calderón por casi treinta años en Nuevo Laredo, o el feminicidio de una mujer en Chile—, han atraído a un público más joven gracias a las discusiones y reflexiones que derivaron de los acontecimientos de los últimos dos años.

“Está construido en base a mucha movilidad, es un libro hacia afuera. Es un libro de ciudades, aunque hay crónicas que no son así, están pensadas en torno a las ciudades. Hay dos temas dominantes, uno es ese y otro es el agua, y es el agua es el mar o los ríos”, comentó, “también hay una serie de temas que son muy importantes para mí después de la pandemia que no están del todo ahí, que son los de salud mental. Están esbozados en una de las crónicas, que se llama ‘El camino hacia Mazatlán’, pero no está tan marcado. Hay otros temas que sí creo que son actuales, por ejemplo hay una crónica que se llama ‘Ñoquis con entraña’, que es alrededor de un feminicidio sucedido en Chile, y eso sí creo que está más enmarcado en cosas que están pasando ahorita”.

De manera similar, hablar de “biográfico” en este libro también exige flexibilidad del concepto, pues lo histórico se debate con sus experiencias y anécdotas, en algunos de los textos más que en otros.

“Lo biográfico es una línea muy delgada. Para mí la figura del Fiscal de Hierro —que se aborda en uno de los textos— que es completamente política, histórica, para mí es una experiencia autobiográfica, porque yo pasé parte de mi infancia en Laredo cuando esos eventos estaban sucediendo”, señaló.

Ahora, con esta conversación, que comenzará a las 19:00 horas en el Centro Cultural Vito Alessio Robles, que se enmarca en este festival por el aniversario de Saltillo, se preparan para hablar de crónica, de ficción, de los roces y coqueteos entre la literatura y el periodismo, además de explorar “cómo se desbordan los libros hacia la conversación”, sin que falte, por supuesto, el chisme.

“Una de las cosas que hay ahí, debajo, es el chisme. Hay chismes en ese libro, que tiene que ver con, por ejemplo, un hermano de Emilio Azcárraga que era narcotraficante, con una vez que mi papá el pegó a Barry White. Mi papá trabajaba en un hotel y llegó Barry White pedo y mi papá le pegó, o al menos así se cuenta en la historia familiar. Hay chismes del Me Too en Chile. Es un libro con muchos chismes”, concluyó.