¡Charla de lujo! Alejandro Ramírez: El placer de dirigir a Isaura Espinoza
La actriz coahuilense está de gira por todo el país con una entrañable obra de teatro escrita por Luis Zapata, el escritor de culto que pertenece a la comunidad LGBT+ y que Ramírez sube al escenario con una obra poco conocida, pero, que se lleva ovaciones de pie: ‘De Pétalos Perennes’
La combinación no podía ser más atractiva y el resultado más suculento: Imagínate que metes en la licuadora al autor LGBT+ más célebre del país, un texto que, como los buenos vinos, envejeció con mucha dignidad, a dos actrices enormes que hacen que el público se ponga de pie y las ovacione en cada función y la sensibilidad y el talento de un director que es garantía cuando se trata de contar historias.
La mesa no solo está servida, se desborda, tiene vida propia. Y aunque no se trata de un banquete al estilo del Festín de Babette, esta obra de teatro es alta cocina, es un manjar gourmet para los paladares más exigentes y sus comensales, o mejor dicho sus espectadores, saldrán chupándose los dedos y satisfechos de haber presenciado una obra de teatro que es una exquisitez.
Pero cómo fue que esta pieza tan poco conocida del autor de “El Vampiro de la Colonia Roma” terminó en manos del cineasta, actor, productor, dramaturgo y director teatral, Alejandro Ramírez, cómo fue que se enamoró de ella y decidió llevarla de gira y además presentarla no en cualquier lugar, sino en el Teatro La Capilla, un espacio inaugurado en 1953 por otro célebre personaje de la diversidad y las letras: Salvador Novo.
EL CAMINO A HACERLA REALIDAD
En entrevista con VMÁS, Alejandro Ramírez confiesa las peripecias para dar con un libro que era un suave rumor, un secreto a voces, una obra de la que todos hablaban, pero nadie tenía. Antes de imaginar y poner sobre la marcha el montaje, Ramírez se convirtió en detective privado y tras su investigación, alguien le dijo que podía encontrar un ejemplar en la Biblioteca México. Luego tuvo que “sobornar” para que le permitiera fotocopiar y después echar a volar la imaginación para ponerla en escena y a la par tramitar los derechos, que fue lo más difícil de esta empresa creativa.
“‘De Pétalos Perennes’ se escribió en 1979 que es el año en el que yo nací y luego en 1981 el director Jaime Humberto Hermosillo la llevó al cine con el nombre de ‘Confidencias’. Yo había visto esta película en televisión, la transmitieron en el Canal 22 y me gustó mucho, en ellas estaban María Rojo y Beatriz Sheridan. Cuando vi este filme me pregunté quién le había escrito el guión a Jaime Humberto y me enteré de que era Luis Zapata y de inmediato supe que se trataba del autor de ‘El Vampiro de la Colonia Roma’. Entonces me di a la tarea de buscar el libro para leerlo y resulta que no estaba por ningún lado. Y es que él publicó algunos libros con editoriales pequeñas y ya no se reeditaban”, comenta Alejandro a VMÁS sentado en un café del Centro Histórico de la CDMX en una parada técnica de una gira que lo ha llevado por varios rincones del país.
Desde ese momento, todo se complicó para Ramírez, pues no daba con el paradero de la novela, encontró un ejemplar en Estados Unidos que le querían vender carísimo y de pronto todo se volvió un reto. Pero mientras más se enredaban las cosas, Alejandro ya estaba pensando que actrices le iban a dar vida a esos entrañables personajes y cuál sería el teatro ideal para hacer el estreno. En su mente todo iba tomando forma, pero el libro no aparecía por ningún lado hasta que alguien le dijo que quizá lo podía encontrar en la Biblioteca México. Así fue, así que sobornó con palabras dulces y con los grandes planes de su proyecto teatral a las dependientas y pudo fotocopiar clandestinamente y por fin pudo leer la novela.
“Tengo el libro fotocopiado, ni siquiera tengo la obra original. Pero es una novela maravillosa, porque además me encantó que los protagonistas por primera vez son mujeres y no son gays. Me llamó también mucho la atención que se trata de una novela dialogada de principio a fin y no tiene una sola acotación, ni descripción, los diálogos te van empapando del entorno. Hoy en día puedo decir que me gusta más el libro que la película, imagínate que yo lo transcribí palabra por palabra y me fui enamorando de la historia. Son dos mujeres de dos clases sociales distintas y de un México de hace más de cuarenta años y ahí empezó mi proceso de pensar cómo llevarla al teatro, pero había que inventarlo todo, desde dónde se situaba, cómo eran los personajes físicamente y eso fue un reto que me encantó librar”, comenta con la emoción que sintió al leer ese melodramático y entrañable libro.
¿HOMENAJE AL MELODRAMA?
En una entrevista que hizo Luis Zapata y con la que Ramírez se topó, el escritor decía que con esta novela estaba haciendo un homenaje a las telenovelas, al melodrama y a las radionovelas. A él no le importaba caer en el cliché con sus personajes. La obra trata de la cotidianeidad de una mujer de clase alta y su trabajadora doméstica. Alejandro lo solucionó con un sillón y dos mesas, las cuales cambian de lugar y te sumergen rápido en otra atmósfera. Eso y el porte y el talento de las dos actrices son suficiente para recrear el mundo interior de uno de los escritores más emblemáticos del México contemporáneo.
Cuando le pregunto a Alejandro cómo fue su acercamiento a la obra vida y milagros de un escritor que hoy es un emblema de la comunidad LGBT+, el director teatral ni si quiera me deja acabar la pregunta cuando sabe que se trata de hablar de ese autor que lo va a acompañar de por vida: “Todas las novelas de Luis Zapata tienen algo de biográfico y en todas te das cuenta que él se muestra como alguien marginado del mundo, como si supiera que quizá no iba a ser tan editado, tan reconocido y aunque tuvo éxito, no tuvo los reflectores que otros autores de su época sí tuvieron. Eso fue genial porque él se enfocó en escribir lo que quería, lo que le nacía del pecho y jamás tuvo la consigna de escribir pensando en lo que se esperaba de él como autor. Además, él murió rodeado de gente que lo amaba, tenía muchísimos amigos, su familia está muy orgullosa y todos estaban encantados de que yo hiciera mi versión teatral de esta novela cuarenta años después”.
El siguiente paso era buscar a las actrices y Alejandro ya traía entre ceja y ceja a una actriz coahuilense que sabía que tenía las tablas, el porte y el talento para darle vida a la actriz principal de la obra: “Conocí a Isaura Espinoza hace dos años en el Festival de Cine de Guanajuato y ella ya había visto una película que yo dirigí y me dijo que algún día íbamos a trabajar juntos. Cuando empecé a leer ‘De Pétalos Perennes’ dije ‘ese personaje es de Isaura’ y de inmediato le llamé y le enseñé el texto. En conjunto pensamos en quién podía ser tacha, imagínate que a este personaje lo hizo María Rojo en su versión en cine y en radio novela lo hizo Beatriz Sheridan y Leticia Perdigón, así que era todo un reto encontrar a alguien de ese tamaño. Isaura me presentó a una joven actriz con la que estaba trabajando y cuando la conocí no lo dudé un momento, dije es ella, el personaje se lo ganó Perla Caballero y ambas lo hacen increíble, se llevan ovaciones todo el tiempo”.
DE PIEDRAS NEGRAS ... ¡PARA EL MUNDO!
Y qué tiene Isaura Espinosa, actriz nacida en Piedras Negras Coahuila, que enamoró a este joven director: “Isaura es una presencia. Es una actriz con una historia poco conocida, ella empezó muy jovencita, pero su talento le empezó a abrir muy rápido las puertas a nivel nacional y fue cobijada por alguien del tamaño de Mauricio Garcés, un actor de gran trayectoria que la cuidó y la apoyó muchísimo. Es una actriz que no hay quien no la haya visto en algún lado, en proyectos super disímiles. Un día está haciendo algo en Televisa y luego la llaman un prestigiado director para subir al escenario en el Festival Cervantino, lo mismo le habla Plácido Domingo o sus compañeros de teatro independiente. Tiene una presencia que no puedes pasar por alto y además es una mujer muy querida por el público. Con esta obra se van a sorprender de verla en un personaje entrañable, pero nada convencional que además hace crítica social sin quererlo”.
Alejandro asegura que, si Isaura aceptaba hacer este personaje, lo siguiente era que se aprendiera todo un libro de memoria. Además de darle vida a un papel confuso, que se contradice y se repite. A nivel memoria y de actuación no cualquier actriz iba a poder meterse en los zapatos de un personaje conservador, clasista y a la vez un ser humano inolvidable: “Fue un trabajo muy gratificante trabajar y dirigir a Isaura, ella le dio vida de una manera magistral a un ser con frustraciones, con miedos, con ciertas debilidades y una mujer existencialista que está teniendo una crisis porque está envejeciendo. Es una mujer que además está adelantada a su época porque encuentra la manera de cumplir con lo que la sociedad marca, pero que no deja de lado sus deseos y sueños, es una mujer que se atreve. Es alguien que se hace preguntas y se da permiso de sentir”.
Alejandro no se quiso dar licencias poéticas y aunque el texto está acortado, no quiso cambiar nada de las palabras y la historia que eligió usar un autor con la sensibilidad y el talento de Luis Zapata: “Es un libro que está escrito desde la entraña y cuando algo está escrito así trasciende el paso del tiempo. Él no está buscando ser formal, él busca ser honesto y ese es el mérito de la literatura de Luis Zapata”.
‘ESGRIMA VERBAL’
Y es que en la obra podemos constatar la esgrima verbal entre la señora de la casa y la empleada doméstica: Una tiene dinero, prestigio y una vida resuelta, pero la otra tiene la juventud, inocencia y un mundo por delante: “Tacha, la trabajadora doméstica es un personaje fatalista, tiene miedos, inseguridades y de eso se aprovecha Adela. Las dos hacen una mancuerna genial y ninguno le roba protagonismo al otro, los dos personajes son existencialistas e inteligentes. El clasismo es algo que existe afuera, no es algo que padezcan entre ellas, entre ellas hay complicidad. Y es que podemos presenciar cómo una señora de sociedad que lo tiene todo, siente que no tiene nada y la que no tiene nada, siente que lo tiene todo, porque ante ella se está abriendo apenas la vida y tiene sueños por cumplir. La misma obra lo dice, ‘es importante tener ilusiones para estar vivo, sino estás muerto’”.
Teniendo de frente a un Alejandro Ramírez, absorto con sus respuestas, con el mundo que creó para sus espectadores, aprovecho para preguntarle qué tanto influye el lugar de dónde vienes en el trabajo actoral, en este caso Isaura es norteña, es coahuilense y además es una mujer que nació en la frontera, en los límites del país: “La gente del norte suelen ser más francas y este personaje que está situado en la Ciudad de México es falso, lo último que tiene en su carácter es la franqueza, a ella le importa mucho cumplir con lo que socialmente es correcto, le importa quedar bien y la personalidad de Isaura es totalmente opuesta a la de la señora Adela. Isaura se cuestionó cómo hacer este personaje y no sonar con este acento golpeado, directo, sin tapujos. Adela es toda corrección e Isaura es todo lo opuesto y tuvo que aprender a ser hipócrita. Como actriz va creciendo y creciendo, pero es un personaje en el que trabajó muchísimo”.
TE PUEDE INTERESAR: ¿INAH es Team Verde? Demandarán por uso de Castillo de Chapultepec para publicidad con IA
La obra sigue de gira por toda la república y Adela y Tacha siguen cosechando aplausos y ovaciones y atrás, hasta el fondo de cada teatro que visitan, su director sigue emocionada y sin dar crédito a esta magia que creó tomado de la mano invisible del gran Luis Zapata: “No importa la edad que tengas, tú te sientas frente a esta obra y haces corte de caja. Te cuestionas cuáles son tus ilusiones, cuáles son tus deseos”, comenta Alejandro para terminar con la charla, pero antes de despedirnos se avienta un clavado al interior, porque además de localidades agotadas, ese trabajo creativo le ha regalado cosas intangibles que son su mejor recompensa: “Lo mío es contar historias, tengo 25 años de carrera y 10 en el teatro y en este último es donde yo he encontrado las respuestas a mis cuestionamientos internos. Yo mismo hice mi corte de caja y lo más hermoso es que sigo de pie, sigo soñando, mis ilusiones siguen intactas y sigo en la terquedad de seguir haciendo arte”.
COMENTARIOS