Desobediencia

Cine
/ 10 agosto 2019

    Entre “Una Mujer Fantástica”, ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera del 2017, y su más reciente estreno de “Gloria Bell” el cineasta chileno Sebastián Lelio filmó otra cinta ahora disponible en plataformas digitales.

    Nos referimos a “Desobediencia” (“Disobedience”), filme también del 2017 protagonizado por otra ganadora del Oscar como Rachel Weisz que de alguna forma fusiona lo que ha sido la filmografía de Lelio hasta el momento si nos remontamos a que su ópera prima del 2005 “La Sagrada Familia” con la película que acabamos de recomendar por su llegada a la cartelera local “Gloria Bell”, que protagoniza y produce la ganadora del Oscar Julianne Moore, ya que por un lado lidian con amoríos considerados prohibidos sobre todo en núcleos familiares y por el otro porque sus protagonista central es una mujer lidiando con una situación que si bien la lleva a enfrentarse en directo con un amor en su caso que revive del pasado a tomar la decisión de retomar patrones del pasado o borrarlos en forma definitiva.

    Lo que sucede es que “Desobediencia” inicia cuando en medio de una de sus acostumbradas homilías el rabino de una comunidad judía ortodoxa de Nueva York sufre un infarto que le provoca la muerte, noticia que llega hasta su única hija, Ronit Krushka (Weisz) quien vive lejos del hogar familiar desde hace muchos años, particularmente desde el momento en que salió a la luz la atracción prohibida para con su propia familia y congregación religiosa que surgió entre ella y una amiga de la infancia de nombre Esti (Rachel McAdams), siendo justo su mismo padre el que la orilló a tomar tierra de por medio para evitarles la vergüenza pública por esa situación.

    Lo irónico del caso es que ha sido la misma Esti quien ha avisado a Ronit de la muerte de su padre, pero aunque esa pérdida pudiera significar una liberación para ella y abra una posibilidad de acercarse sin problemas a Esti en otras circunstancias, esta última es ahora quien se encuentra impedida de corresponder a esa atracción por haberse casado con David Kuperman (Alesandro Nivola), miembro importante de la jerarquía judía ortodoxa que ante la falta del rabino es el aspirante con más posibilidades a ocupar ese puesto. Lo que ni David ni la misma Esti esperan es que la presencia de Ronit reviva el fuego pasional entre ellas dos y lleva a una nueva desobediencia en su caso para la institución matrimonial y religiosa en la que las dos están envueltas con resultados inesperados.

    Quizás por el tema controversial que maneja “Desobediencia” es que a diferencia de la mencionada “Una Mujer Fantástica” (que a final de cuentas tenía un Oscar que respaldaba una “respetable” exhibición en la cartelera comercial) su paso por pantallas nacionales se limitó a festivales como el de Guadalajara el año pasado donde participó por el Premio Maguey a la Mejor Película de Temática Lésbico Gay, pero tal y como ha sucedido con las obras anteriores del director Lelio que van desde las mencionadas “La Sagrada Familia” a “Una Mujer Fantástica” son recomendables tanto para cinéfilos de amplio criterio como aquellos abiertos a la reflexión y entendimiento hacia estas realidades.

    Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo

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