El drama en la Familia Real inglesa no ha terminado. El fallecimiento de la Reina Isabel II parecía ser un suceso que los uniría, pero resultó todo lo contrario, y a un año de su fractura, no se ve fin. Trascendió que el llamado de amor y respeto en la familia real no fue suficiente, y cada uno, a su manera, podría estar recordando a la monarca y su legado.
Mientras Carlos III y su esposa Camila pasarán el 8 de septiembre recordando en privado a la difunta monarca, el príncipe Guillermo y Kate Middleton visitarán la catedral de San David, en el sur de Gales, donde estarán en visita oficial, y es muy probable que le dediquen unas palabras.
Por otra parte, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no tendrán la oportunidad de pasar juntos esta fecha especial, ya que el duque está en Inglaterra para asistir a unos premios benéficos antes de dirigirse a Alemania para participar en los Juegos Invictus, mientras que Meghan se ha quedado de momento en California.
¿QUÉ PASÓ EN LA CORONACIÓN?
El Duque de Sussex, de 38 años, caminó en soledad por el pasillo para sentarse en la tercera fila antes de la llegada de su padre y la futura Reina Camilla.
El príncipe Harry, en la tercera fila, muy lejos de su hermano y más aún de su padre, se ubicó entre el marido de la princesa Eugenia, Jack Brooksbank, y la princesa Alexandra, prima de la reina Isabel, cuyo último compromiso real de trabajo fue hace diez años.
Una fuente confidencial dijo a The Sun: “Hubo conversaciones sobre la posibilidad de organizar los asientos por orden de sucesión”. De haberlo hecho, Harry, quinto en la línea de sucesión, habría sido ubicado en primera fila, junto a William y Kate, pero eso finalmente no sucedió.
De hecho, Harry no se unió a la Familia Real en el balcón del Palacio, lo que lo deja absolutamente fuera de las fotos oficiales de la coronación.
La explicación oficial es que al balcón solo asistieron los “working royals”, es decir, todos los que tienen un rol activo en la realeza. Harry renunció a todos sus deberes cuando decidió mudarse a California con Meghan Markle, y Andrés fue despojado por la reina Isabel de todas las afiliaciones militares y los patrocinios reales.
NUEVO DOCUMENTAL EN NETFLIX...
’Heart of Invictus’ es una docuserie de Netflix muy diferente a ‘Harry & Meghan’ del invierno pasado. Por supuesto, el príncipe Harry habla a la cámara a veces y se abre sobre sus propias luchas con la salud mental, pero ni el duque ni la duquesa de Sussex son el foco principal.
En su lugar, los miembros de la realeza prestan sus servicios y contactos para impulsar las historias de ex militares que luchan por adaptarse a la vida civil tras sufrir traumas físicos y mentales.
Por supuesto, eso no significa que no haya imágenes sobre la familia real. Puede que el príncipe Harry y Meghan Markle no sean el centro de atención de ‘Heart of Invictus’, pero juegan un papel muy importante.
LA MUERTE DE LA PRINCESA DIANA Y EL SILENCIO
Pero al final, es el príncipe quien se convierte en protagonista involuntario al relatar su propia experiencia en Afganistán y su regreso en 2008: “Mi mayor lucha fue darme cuenta de que nadie de mi alrededor podía ayudarme. No tenía ningún apoyo, ni una red de asesoramiento para identificar lo que me estaba pasando”.
Sus problemas, tal y como reconoce y ya ha relatado en más de una ocasión, comenzaron tras la muerte de Diana de Gales el 31 de agosto de 1997: “Nunca fui consciente del trauma que me supuso perder a mi madre a una edad tan temprana”, dice en el documental. Y añade: “Nunca se discutió y tampoco se habló de ello. Durante todos esos años no tuve ninguna emoción, no podía llorar, no podía sentir... De repente me di de bruces contra el suelo y ahora estoy sintiéndolo todo en lugar de ser joven”.
Los homenajes o actos públicos no son propios para estas fechas, o al menos así ocurría en los aniversarios por la muerte del rey Jorge V, padre de Isabel II, ocurrida el 6 de febrero de 1952 en el castillo de Sandringham, en Norfolk, una fecha en la que su heredera la pasaba en la estricta intimidad desde que asumió el reinado hace 70 años atrás.
Por lo tanto, no es de extrañar que esta nueva era de la realeza británica ocurra lo mismo. “Depende de ellos”, añadió Richard Fitzwilliams, experto en temas de la realeza en referencia a la presencia pública de Carlos III para este día. (Con información de AP, El Universo, El Confidencial, Infobae y agencias)