'La boda de mi mejor amigo' debió tener este final
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La realidad es que la audiencia odiaba tanto a Julia Roberts, pero el estudio quiso un desenlace feliz para su protagonista
Al día siguiente de la primera proyección privada de La boda de mi mejor amigo, un ejecutivo del estudio llamó al director P. J. Hogan y le cuestionó: "¿Cómo vas a salvar esta película?". Julia Roberts, la estrella de la comedia romántica, era la protagonista. Un fracaso estaba fuera de los planes.
La película narra la historia de Julianne (Roberts) una crítica gastronómica que decide sabotear el matrimonio de su mejor amigo Michael (Dermot Mulroney) con Kimmy (Cameron Diaz) cuando se da cuenta de que está enamorada de él. Pero Julianne recapacita y termina bailando con George (Rupert Everett) en el enlace que finalmente sí se celebra.
Sin embargo, en el guión original, el personaje de la actriz encontraba el amor en otro hombre, interpretado por John Corbett, conocido por Sex and City. Pero no pudo ser.
Se cambió de idea porque los grupos de audiencia que vieron la película antes de su estreno odiaban al personaje de Julia Roberts y no creían que mereciese encontrar el amor sin antes aprender una lección. "Les caía tan mal. La querían muerta. No entendían cómo alguien podía ser tan mala", contó Hogan en una entrevista con Entertainment Weekly.
Aun así, el estudio quería un desenlace feliz para la estrella. "Estaban muy nerviosos, porque estábamos haciendo una película de Julia Roberts y no podía terminar sola e infeliz", explicó. "Así que tuvimos que encontrar algo que agradara al estudio, pero que fuese aceptable para el público".
No querían que la protagonista de la comedia romántica terminara sola, así que decidieron que encontrara consuelo en brazos de otro hombre, aunque fuera gay.
El director, entonces, decidió darle más tiempo en pantalla a George, el alegre y carismático confidente de Julianne, que humaniza al personaje de Roberts.
Así, ocho meses más tarde, Roberts estaba de nuevo en el set (con una peluca para cubrir su reciente corte de pelo) para rodar el nuevo final.
"Con esta escena del baile final, la audiencia perdona a Julianne. En solo cinco minutos, fuimos capaces de que la gente olvidara toda la película y le tomara cariño al personaje que ha odiado durante una hora y media", confesó el director.