Mes del Orgullo LGBTQ+: La Nasa, orgullosamente drag queen
Celebramos el Mes del Orgullo con La Nasa, quien habló con 360 sobre qué es realmente el ‘drag’, los prejuicios que le rodean y cómo vive una artista así en Saltillo.
Es una tarde de junio. En el camerino del Teatro de Cámara “Otilio González”, Pedro Alonso Sánchez Velázquez, de 28 años, se está transformando: trae su vestuario, maquillaje, pelucas, pegamento, una corona; La Nasa está en camino.
¿Quién es ella? Es la hija de una mujer astronauta y un hombre alienígena; siempre se enamora, siempre sale herida, está en busca del amor. Habita un espacio retrofuturista, con un estilo de los años 70.
¿Qué es esto? Es ‘drag’. Una máscara, un disfraz que te ayuda a ser lo que siempre has querido ser. Es crear un nuevo tú. Es transformarte para poder sacar lo que está dentro de ti, escondido por miedos o prejuicios. ¡Todo se permite!
Es arte, aunque mucha gente no lo ve así. Se queda en la capa superficial, detenida por sus prejuicios. Solo ven a hombres vestidos de mujeres. Ignoran lo primordial: es una forma de expresión y entretenimiento, es un ‘performance’. Las ‘drag queens’ crean un espectáculo y cada elemento es indispensable; cuentan su historia no solo cantando, bailando o haciendo chistes, sino también en cada elemento de su vestuario, maquillaje y peinado.
Y, ¡sorpresa!, no solo los hombres hacen ‘drag’. ¿Una mujer adulta que se viste de muñequita, se hace dos coletitas y se presenta en un show con canto y baile? Sería lo mismo, ¿no?
“Eso sí está bien visto porque es una mujer, pero es exactamente lo mismo que yo hago. Me pongo un vestido de colores, hago una canción, ya sea para niños o no, traigo un chongo...”, expresó Pedro Alonso.
EL PRIMER ENCUENTRO
Doce años, una televisión sintonizando un canal por cable de nombre VH1, el programa “RuPaul’s Drag Race” apareció frente a sus ojos. “Yo no sabía qué era; solo le cambié un día y eran hombres que se transformaban en mujeres y era maravilloso”, recordó. Como si se estuvieran disfrazando y jugando.
A él siempre le gustó el teatro, el actuar, crear un show, hacer una historia. De niño jugaba a ser artista. Iba a un cuarto de su casa que estaba en construcción, tomaba una varilla como si fuera un micrófono y cantaba las canciones de “Rebelde”.
Años más tarde, mientras vivía en Guadalajara, un amigo suyo comenzó a hacer ‘drag’. Al ver sus estados, supo que este arte también se realizaba en Saltillo. Sintió curiosidad, consideró hacerlo en Halloween, la fecha perfecta, donde muchas ‘drag queens’ nacen. Se encontró entonces un flyer del concurso “Código Draga”, específicamente para ‘baby drags’, y pensó: “si son para ‘drags’ nuevas, ¿qué mejor que alguien que no sabe nada?”
Se inscribió, pensó en un nombre, hizo su vestuario, compró una peluca, sus primeros productos de maquillaje y se aventó. No quedó.
“Sí, estaba un poco triste, pero estaba muy emocionado, porque soy alguien a quien le daba mucho miedo el escenario. Muchas veces me he preguntado cómo me atreví a subirme”. Así comenzó todo.
UNA REINA ESPACIAL
El espacio se extiende, lleno de estrellas, planetas, galaxias y asteroides. Es infinito, como las posibilidades del ‘drag’. “Siempre quise ser astronauta, de niño era mi sueño”, y se hace realidad a través de La Nasa.
Pedro Alonso quería un nombre único, diferente, fácil de aprender y que se relacionara con algo que le gustara. Luego de buscar quién era y probar miles de maneras de vestirse desde la secundaria, encontró su estilo siendo ya adulto. Lo halló en el personaje de La Nasa. Ella le ayuda a conectar con sus emociones y sus presentaciones tienen algo de su vida personal.
“Yo soy psicólogo. Entonces, estoy en contacto con las emociones y yo siempre he sabido que el arte ayuda muchísimo a eso, a expresar la emociones, a estar en contacto con ellas, a hacer catarsis”, afirmó.
La mayoría de sus shows son de interpretación: trata de sentir esas canciones de “señora dolida”, que el público las sienta con ella y, al mismo tiempo, de dejar un mensaje sobre las emociones, la salud mental, los trastornos mentales o cosas que uno necesita saber a veces en la vida.
“Siento que es esa parte del ‘drag’: no nada más es verlo, sino que trascienda y te lleve a algo más”.
Eso es lo que piensa al pisar el escenario. Ya no es miedo por subir, son nervios por descubrir qué va a pasar. Ha fortalecido su “yo” y ahora se siente capaz de hacer muchas cosas; se dio cuenta de que sí puede. Ha aprendido, ha crecido.
“Pienso en lo que estoy logrando, en el mensaje que les voy a dejar, que la gente va a aprender algo de mí”.
Aún así, había algo que nunca creyó posible: entrar a la competencia “Next Drag Superstar Saltillo”. ¿Cómo podría?, si siempre se ha visto “curiosita”, si ella no hace de todo como las “buenas ‘drags’”. Pero entró. No solo eso, se coronó como la ganadora de la quinta temporada del concurso, en 2023.
Fue su mejor experiencia, aprendió muchísimo sobre sí misma, sobre el ‘drag’, sobre el arte de otras ‘dragas’; trabajó bajo presión, fue más eficaz y dejó de colapsar. “La gente sabe que yo colapsaba”.
El concurso NDSS reúne a varias ‘drags’ y las enfrenta a distintos retos de acuerdo a una temática semanal, que deberán adaptar a su propio estilo. Por ejemplo, La Nasa debió crear un vestuario para la Met Gala, ¿qué historia le acompañaría?, ¿qué ‘props’ podría usar? Claro, sin dejar de ser ella misma y plasmar su esencia. Cada semana, las participantes son calificadas por los jueces y “las menos” van a un reto de ‘lipsync’. La que mejor lo haga, continúa; la otra, es eliminada.
NINGÚN ODIO LE PODRÁ FRENAR
Ser ‘drag queen’ en Saltillo es complicado. No, incluso ser LGBT en esta ciudad es difícil. Hay acoso, existe el miedo de que algo te pase, alguien te diga algo o te agreda.
“Obviamente sabemos que suceden muchas cosas, a lo mejor exactamente no del todo aquí, pero no estamos exentos. Hay gente que tiene mucho odio y claro que a veces también da miedo andar en la calle. Trato de no andar sola.
“Sí, la gente es un poco cerrada todavía, aún falta abrirse en esa parte, porque piensan que somos personas malas”, expresó.
Los prejuicios son difíciles de romper, más cuando no se atreven a conocer el ‘drag’. Es más sencillo verlo desde fuera y juzgar. Creen que no es para todos y mucho menos para los niños. ¡Impensable! Se equivocan. Las ‘drag queens’ no van a imponer “ideas”, como ellos temen; les muestran a los niños que está bien ser quienes son, no tienen que cambiar o aparentar.
“Son cosas que a muchas de las personas nos han sucedido, seamos heteros u homosexuales. También a los heteros les han dicho: ‘tienes que ser fuerte, no puedes llorar, las niñas tienen que vestir de rosa, usar falda’ y a final de cuentas son cosas construidas por la sociedad y no tienen ningún sentido exacto, ni ningún fin específico más que encasillarnos”, aseguró.
El ‘drag’ va evolucionando y cada vez entran más jóvenes, desde los 18 años incluso. Eso les da más tiempo de aprender, más energía y mayores habilidades para producirse. Este arte se expande y tiene un buen futuro, porque hay muchísimo talento en Saltillo. ¿Qué falta? Espacios y que los saltillenses le den una oportunidad.
Mientras tanto, La Nasa quiere adentrarse al teatro fuera de Saltillo. Quién sabe, llegar a “Mentidrags” en Ciudad de México sería increíble. Tal vez algún concurso en otro estado de la república, no necesariamente “La más draga” o “Drag Race México”.
EN ESTE MES DEL ORGULLO...
La cuestión principal sería: conoce. Porque a lo mejor estás aprendiendo, estás leyendo esto; pero ve a conocerlo. Te pueden decir mil cosas, creo que el verdadero juicio te lo vas a crear tú, y no a través de lo que piensas o te imaginas, sino viéndolo. Entonces: ve a conocer, ve a vivirlo; y a la mejor no solo las ‘drag queens’, si quieres saber sobre la comunidad, conoce a alguien de la comunidad, y no en esta cuestión de morbo, atrévete a conocer a la persona.
Instagram: @la_na.sa
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