La nave tenía como objetivo recaudar datos para una misión más grande a Marte en el 2020, y los científicos insisten que a pesar del incidente, la información enviada por el módulo antes de estrellarse es de por sí sumamente útil para esa misión.
La ESA ha puesto 1,300 millones de euros (1,440 millones de dólares) en el proyecto y Roscosmos otros 1,000 millones, pero el futuro de ExoMars no está garantizado.