Difícil combatir al narcotráfico a través de una visión punitiva; hacerlo un tema más de seguridad que de salud pública ha llevado a una situación desastrosa, particularmente para países como México, por la violencia de por medio y el efecto corruptor del negocio de las drogas, corruptor en el más amplio sentido de la expresión y que a todos alcanza la descomposición, no solo a las autoridades, sino a las familias, negocios y vida social.