En la esquina de la actual calle de Emilio Carranza y calzada Madero pidió que le compraran un jarrito de pulque, y lo fue bebiendo a pequeños sorbos mientras llegaba al Panteón. Ya frente al paredón dictó a los periodistas sus últimas palabras
El general Santiago Ramírez, de las gentes de Villa, fue durante poco tiempo gobernador de Coahuila. A ese puesto lo llevaron los azares de la Revolución