Aung San Suu Kyi, líder del Gobierno birmano y Premio Nobel de la paz, que se encuentra bajo arresto domiciliario desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero enfrenta nuevos cargos en su contra presentados por un tribunal de Birmania (Myanmar).
Myanmar Now y otros medios locales dijeron que los cadáveres fueron colectados por las fuerzas militares y arrojados a los terrenos de un recinto budista
Mientras el jefe del Ejército y de la junta militar, Min Aung Hlaing, preside un desfile castrense con motivo del Día de las Fuerzas Armadas en Naipiyidó, Birmania (Myanmar) las autoridades militares llevan a cabo una matanza de decenas de civiles, incluidos tres niños, en la brutal represión de las protestas.
Imágenes de las fuerzas de policiacas de Myanmar persiguiendo a los manifestantes que protestan por el golpe de Estado, disparando a un civil a quemarropa y golpeando salvajemente a otros, muestran el alcance de la brutal represión en la que 38 personas murieron a tiros en un solo día.
Después de que el país quedara prácticamente paralizado por una huelga general de trabajadores y protestas masivas derivadas por el Golpe de Estado en Birmania (Myanmar) la junta militar decidió imponer la ley marcial en varias ciudades en respuesta a las manifestaciones.
La mujer proceder con su ejercicio al son de una canción alegre mientras un convoy de camionetas negras se acercan a la sede de la Asamblea de la Unión detrás de ella.
Las víctimas trabajaban en el lugar de las minas a pesar de advertencias de las autoridades que las exhortaron a no dirigirse allí a raíz de las fuertes lluvias
Su liberación de la cárcel de Insein, a Yangon, llega a los 500 días del inicio de sus detenciones, seguida por una amnistía presidencial concedida a 6 mil 250 prisioneros, después de meses de presiones internacionales sobre Myanmar
Veintiocho empleados de Myanmar Thura Gems Company y 26 mineros de Shwe Nagar Koe Kaung quedaron sepultados por los escombros, junto con 40 piezas de maquinaria propiedad de las dos compañías.
La tibieza de la que fuera valedora del mayor reconocimiento mundial a la lucha por la paz, así como los mensajes de odio esbozados desde su partido contra la comunidad rohinyá, son los elementos que han llevado al museo, ubicado en Washington, a dar este paso.
Las estimaciones de MSF sobre las víctimas de la violencia étnica son muy superiores a las ofrecidas por la cúpula militar birmana, que a principios de septiembre habló de menos de 400 muertos en la "operación de limpieza".