Hallan anzuelo de 23 mil años en Japón

Vida
/ 20 septiembre 2016

Los investigadores determinaron la edad del anzuelo mediante la datación por radiocarbono del carbón vegetal del estrato encontrado en el instrumento

Tokio. Un anzuelo de hace 23 mil años, considerado el más antiguo del mundo, fue descubierto en una cueva en la isla de Okinawa, en el sudoeste del archipiélago japonés, según se conoció hoy aquí.

La información fue reseñada por la agencia NHK en su portal digital después de confirmado el hallazgo, dado a conocer por un portavoz del museo a cargo de la investigación.

Apenas 1,4 centímetros de longitud tiene el anzuelo, con forma de media luna y elaborado con conchas de caracol de mar.

Supone un raro descubrimiento sobre las técnicas de pesca del Paleolítico o la Edad de Piedra, de acuerdo con los datos que manejan el Museo Prefectural y Museo de Arte de Okinawa.

Y aunque su existencia sale a la luz pública ahora, la herramienta fue descubierta en 2012 durante una excavación en la Cueva de Sakitari en Nanjo, en la prefectura de Okinawa.

Los investigadores determinaron la edad del anzuelo mediante la datación por radiocarbono del carbón vegetal del estrato encontrado en el instrumento.

Ese método de datación radiométrica utiliza el isótopo carbono-14 para determinar la edad de materiales que contienen carbono hasta unos 50 mil años.

Es un valioso material que ilustra un nuevo aspecto del período Paleolítico, en el cual pensábamos que la gente cazaba principalmente en tierra, explicaron fuentes de los citados museos.

Hasta ahora el que se consideraba el anzuelo más antiguo del mundo había sido el descubierto por un grupo de arqueólogos australianos en Timor Oriental, sin embargo, la antigüedad de éste, hecho también de concha, es de entre 16 mil años y 23 mil años.

Los investigadores japoneses también encontraron un anzuelo sin terminar con entre 13 mil y 23 mil años, así como fragmentos de gravilla que creen se empleó para afilarlo.

Junto a esos restos se halló una gran cantidad de espinas, conchas de crustáceos y de cangrejos, aparentemente desperdicios de comida.

Asimismo, se excavaron los huesos de un niño que se estima vivió hace unos 30 mil años.

El hallazgo del equipo liderado por Masaki Fujita, quien también es comisario en el museo okinawense, ha causado impacto internacional y la hazaña fue difundida por varios medios internacionales, entre ellos la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences.

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