‘Tres ensayos sobre una escalera’; la exploración del no ser

A todos nos sucede: somos, no queremos serlo, lo padecemos y queremos dejar de hacerlo hasta que la inestabilidad se sostiene de algo o con un poco menos de suerte, con nada y te caes. ‘Tres ensayos sobre una escalera’ narra cómo se desdobla el dolor del ser humano.

Para ello todos estamos en un avión, en lo alto mientras un pasajero de desmorona frente a nosotros.

Parecen tres, pero en realidad son tres veces uno que tienen como amalgama un objeto representativo tanto de la inconformidad como del apego a la existencia, una que detestan pero que ha sido acogida  de una forma u otra por una escalera.

Esta persona, plegada en tres, quisieran no ser ellos, no soportan el abandono no por la falta de la cercanía de la gente, sino porque no se sostienen ellos mismos, como esa escalera que los refugia o los eleva, hasta que llega el momento en el que pueden y deben decidir qué papel tomará la escalera en su vida.

Esta es la propuesta de Nadea Ca, compañía de teatro saltillense que presenta ‘Tres ensayos sobre una escalera’, texto escrito por el estudiante de letras españolas Alan Carreón en colaboración con su hermana, quien también es la actriz, Nadia Carreón.

Actualmente realizan una temporada en el Teatro García Carrillo, donde se presentarán todos los jueves del mes de septiembre en punto de las 20:00, sin embargo el monólogo fue estrenado en el mes de marzo durante el selectivo del Festival de Monólogos.

“Todo esto surgió en base a las ideas que yo quería contar, y fue en base a esa estructura que entre los dos fuimos armanso, las atmósferas, el texto y todo lo demás”, explicó la actriz.

Ella estudió Artes Escénicas en Monterrey y aunque han pasado 6 años desde que salió de ahí, Carreón con su actuación en conjunto con el texto, hace muestra de la visión moderna y existencialista de la dramaturgia contemporánea en Saltillo.

Explicar esta obra de teatro no es sencillo, pero ella lo describe como una historia muy natural con la que cualquier persona que respire se puede identificar fácilmente, pues a todos nos ha sucedido algo similar, incluso para ambos autores es como un depósito de ellos mismos, pero eso sucede con cualquier obra de arte.

“Para mi ‘Tres ensayos…’ es pulsión de vida, se habla de la depresión pero no como tema en sí sino que abarca sus ramificaciones, algo a lo que nosotros llamamos la faceta del ser humano: en escena están los pedazos de una persona hablando”, señala Nadia.

Ella misma atravesó ciertas facetas que vistas hoy, al tiempo y distancia, forman parte de sentimientos comunes que abarcan a cualquiera. 

“Hay quienes la sufren en mayor o menor nivel y queríamos plasmar esto, representar la humanidad pues todos nos hemos caído de la escalera, hay quienes se levantan, quienes no y hay quienes la cargan o viven en ella, entonces para nosotros la escalera es la metáfora de la vida”, añadió. 

Si bien la obra pretende abordar la vulnerabilidad dual de los humanos, no trata de ser una incitación a la superación personal, ni dar lecciones ni a “matarnos todos porque la vida es una mierda”, como ella lo dice. 

“Se trata de la idea de decidir lo que sea, si te vas a matar o no, si vas a estar en la tierra o en el espacio, pero hacerlo independiente de si es una buena o mala decisión porque yo no creo en la bondad ni el la maldad, somos duales y esto se inspira en los cuestionamientos que yo misma me hice”, confesó. 

Ambos hermanos han considerado que la respuesta hacia su obra es buena, y se sienten bien de que se esté ‘moviendo’ tanto, de una manera que no llegaron a imaginar, al grupo de aliarse con unos músicos y convertirse en una compañía.

“Es una colaboración con músicos artistas de Túnez, está interesante porque tienen una tendencia muy nueva, son psicodélicos y hacen una fusión de sonidos de instrumentos tradicionales con las tendencias nuevas” dijo Carreón. 

Gracias a esto, la obra podrá presentarse en Túnez este año, con la colaboración de los músicos quienes toman las frases más interesantes del texto para hacer lo suyo.

Esto va de la mano con la naturaleza de misma obra, que se reinventa cada vez y tiene toda la intención de cambiar y evolucionar.

“Es un laboratorio escénico, queremos explorar y llegar hasta el fondo porque así lo requiere el texto que está a la par de la profundidad de un mundo interior que requiere ser abordado de igual forma, vamos a jugar con él hasta ver a donde llega su conexión con el cuerpo”, señaló. 

Si bien Nadia hizo más teatro en Monterrey durante 5 años, un par de veces se presentó en Saltillo con no muy buenos resultados, y volviendo apenas hace un año, puede notar una diferencia. 

“Yo no veía mucho movimiento y no había tanto público, ahora es totalmente diferente hay un crecimiento muy grande en el ámbito teatral de Saltillo, ahora hay más gente interesada en esto, y más compañías haciendo teatro”, finalizó.