El drama migratorio, aquí y allá

La tragedia de la migración que padece la humanidad en alguna medida es inédita yahora la Unión Europea busca medidas de emergencia ante una crisis que desborda a sus dirigentes,  por eso allá están convocando a no caer en la globalización de la indiferencia, pero no hay políticas públicas que atenúen la explosión de esta crisis humanitaria.  

Las fotografías de niños ahogados en el mar y devueltos a las playas muertos a los brazos de sus padres sacudió al mundo, es la diáspora del siglo XXI y algunos países europeos están abriendo sus fronteras para responder a esta desdicha. 

Saltillo no es ajeno al drama de los migrantes,lo conocemos desde hace varios lustros con sus masacres y desventuras, con ellos se ha venido forjando  aquí una cultura de la hospitalidad, contra la hostilidad que están enfrentando ahora en Europa; esta semana nos enteramos del rescate en San Roberto, N.L. de 114 migrantes que en precarias condiciones de salud, viajaban apeñuscados en un tráiler, porque ahora con la implementación del Plan Frontera Sur, rehúyen viajar en la bestia a causa de que las fuerzas policiacas los detienen para expatriarlos, con ello el Estado mexicano le hace a los Estados Unidos el “trabajo sucio” evitando que estas personas crucen la línea fronteriza.

Precisamente por la experiencia que en México se ha forjado desde hace casi dos décadas, iniciada por los misioneros Scalabrinianos formando refugios y  redes en Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Tecún Umán en Guatemala, Tapachula, y en Saltillo la Casa Belén, entre otras, la organización Frontera con Justicia fue invitada por parte del organismo, “Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos de Cataluña”, España, a un recorrido por esa zona para compartir la experiencia de los refugios para migrantes en México que atienden a los afectados por la globalización de la miseria que ahora llegan al primer mundo en Europa y en América del Norte buscando participar con su trabajodel bienestar social que han lograron en parte, a costa de la explotación colonialista de las riquezas de los países subdesarrollados o tercermundistas.

El padre Pedro Pantoja, representante de Frontera con Justicia, compartió en ciudades catalanas, autoridades, universidades, ONG’s y otros grupos sociales su experiencia de los refugios mexicanos, ante una Europa muy débil en este aspecto en donde los migrantes se quedan en el limbo y a fin de que ellos creen lo que aquí se ha forjado mediante una planeación estratégica que a pesar de la carencia de recursos se atiende a las víctimas y comprende no sólo el cuidado de la alimentación, el descanso y aseo personal, sino también la situación jurídica, psicológica, médica y una conciencia ciudadana  de sus derechos humanos.

Algo que el padre Pantoja comparte es que pudo percibir con claridad que en Cataluña la gente está inmersa en un proceso de ciudadanía socialista, la izquierda social funciona con normalidad en una paz social que aspira a crear un País nuevo, autónomo.

No obstante, explica el sacerdote, en España se percibe una conciencia de vergüenza social porque los ciudadanos no se han atrevido a juzgar la etapa de la guerra sucia del Gobierno franquista que costó tantas vidas y que fue fatídica para la población que sufrió persecuciones y ejecuciones gravísimas, pero esperan que llegue pronto el día que el pueblo exija justicia.  

Como se puede ver, los desafíos que afrontan las migraciones no son cosa de un día, el discurso xenofóbico del Donal Trump, candidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos es de desprecio absoluto hacia los emigrantes mexicanos a quienes califica de violadores  y criminales, metiéndolos a todos sin distinción en la misma definición, por lo que es un discurso reduccionista, una simplificación inaceptable de este proceso  tan complejo.