EU busca debilitar a Canadá y México en el TLCAN, afirman desde Ottawa
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Crecen dudas de que la renegociación del acuerdo comercial vaya a terminar este año. Según Robert Lighthizer, las conversaciones con la delegación mexicana van bien
Ottawa. Canadá y Estados Unidos hicieron señalamientos ayer respecto de las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), reflejo de las crecientes tensiones en un proceso que no parece encaminado a cumplir con la fecha límite para alcanzar un convenio.
El jefe de la delegación de Canadá, Steve Verheul, dijo que Estados Unidos prefiere debilitar a su país y a México antes de asegurarse de que los tres miembros del pacto se vean beneficiados.
Antes, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, había dicho en Washington que las conversaciones con México sobre el TLCAN avanzaban bien. Creo que estamos haciendo progresos, particularmente con los mexicanos, indicó durante un encuentro del presidente Donald Trump con legisladores en la Casa Blanca. Aunque existen temas sobre los que hay que trabajar, espero que estemos en posición. Pienso que lo más importante es lograr un buen acuerdo, uno que encontremos aceptable.
Steve Verheul sostuvo que, hasta el momento, las conversaciones han logrado pocos avances en temas importantes, y se quejó de la poca flexibilidad de los negociadores estadunidenses.
Sus comentarios son los más pesimistas que se han hecho públicos por un funcionario canadiense involucrado en las negociaciones y reflejan el enorme desafío que enfrentan las delegaciones de los tres países, que buscan modernizar el tratado para comienzos de abril.
La postura de Estados Unidos es centrarse en su perspectiva y no en América del Norte. Por tanto, ellos buscan fortalecer a su país y debilitar a Canadá y México, subrayó Verheul en conferencia de prensa en Ottawa.
Trump ha amenazado frecuentemente con abandonar el TLCAN, a menos que haya cambios importantes.
Verheul aseveró que una demanda de Washington para recortar la cantidad de contratos de compras gubernamentales a empresas canadienses y mexicanas es la peor oferta jamás hecha por Estados Unidos en cualquier negociación comercial.
Las conversaciones han avanzado poco, mientras Canadá y México buscan abordar las demandas estadunidenses. Las negociaciones debían terminar a finales de marzo, fecha límite que, según funcionarios, se extendió a por lo menos principios de abril, pero parece que tampoco se cumplirá.
Canadá ha planteado las llamadas propuestas creativas para abordar la insistencia de Estados Unidos en que se aumente el contenido estadunidense de los autos que se fabrican en la región. Washington también quiere una cláusula que permita a cualquier integrante retirarse del pacto después de cinco años.
Hemos logrado lo que caracterizaría como un progreso bastante limitado en términos generales. El problema principal es que hemos visto una flexibilidad limitada de Estados Unidos, incluso en cuestiones bastante sencillas, dijo Verheul.
El proceso electoral es una evidente restricción para cerrar el diálogo: IMEF
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) consideró ayer que la posibilidad de concluir la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) este año es pequeña, principalmente por el proceso electoral de México y los tiempos establecidos en el Trade Promotion Authority (TPA).
El presidente del organismo, Fernando López Macari, explicó que, pese al cierre del capítulo anticorrupción y los avances en materia de telecomunicaciones, comercio digital y medidas fitosanitarias, así como los anexos sectoriales sobre tecnologías de la información y comunicación, existen razones por las que es poco probable que el proceso cierre en 2018.
Expresó que las elecciones en México son una evidente restricción para cerrar el acuerdo, pues a partir del primero de septiembre próximo habrá nuevo Congreso y tres meses después otro presidente, lo cual hace muy difícil que la actual administración proponga un TLCAN revisado a un gobierno y un Senado que no estuvo involucrado en el proceso.
Además, factores como el periodo de revisión (90 días) que establece el TPA para que el Congreso de Estados Unidos revise el proceso y autorice al presidente Donald Trump firmar el acuerdo queda rebasado en caso de concluir en marzo próximo, tomando en consideración que la séptima ronda terminará el 6 de marzo y la siguiente se inicie a finales del mismo mes.
Incluso, el TPA fijó al mandatario estadunidense el 30 de junio como plazo límite para la renegociación.
Por tales motivos, el IMEF sostuvo que la renegociación dependerá de la ampliación del TPA. En caso de ser así, serán los próximos senadores mexicanos y la Cámara de Representantes de Estados Unidos los que terminarán de aprobar la modernización del acuerdo comercial, vigente desde hace 24 años.
López Macari agregó que aún queda pendiente la discusión de los temas más difíciles, como el déficit comercial de Estados Unidos con México; la cláusula Sunset o de terminación quinquenal; los capítulos que resuelven controversias (19, 20 y 21); el contenido regional que establece las reglas de origen y la estacionalidad para los productos agrícolas que exporta el país a territorio estadunidense.
Si bien consideró que el TLCAN no será cancelado por el presidente Trump y continuará la negociación en lo que resta del año, López Macari comentó que lo importante no es el tiempo, sino lograr un buen acuerdo que beneficie a los tres países.
El IMEF destacó que la volatilidad en el tipo de cambio dependerá del manejo transparente que se dé al TLCAN, y no descartó que el comportamiento de la moneda mexicana frente al dólar también sea afectado por las elecciones.
Sobre los comicios, sostuvo que si el discurso de los candidatos divide al país, el problema será para quien resulte ganador de la Presidencia, pues no será fácil que gobierne a un pueblo dividido.