Incendio en centro de refugiados en Francia queda en cenizas
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Las primeras investigaciones muestran que había focos de incendio en diversas partes del campamento a la vez. Las llamas podían verse a una distancia de varios kilómetros.
Un centro de refugiados ubicado en Grand-Synthe, en el norte de Francia, quedó reducido a cenizas por un incendio que se produjo durante la noche tras una serie de incidentes que dejaron además 10 heridos, informaron las autoridades.
Según los medios, se produjo una pelea entre los residentes afganos y los kurdos que derivó en un enfrentamiento con armas blancas. Más tarde comenzó un incendio que destrozó la mayor parte de las 300 cabañas de madera del lugar, explicó el gobernador Michel Lalande, en una rueda de prensa.
En una rueda de prensa, Lalande habló hoy de "devastación" y apuntó que hacen falta muchas personas decididas y violentas para provocar tal destrozo.
Las primeras investigaciones muestran que había focos de incendio en diversas partes del campamento a la vez. Las llamas podían verse a una distancia de varios kilómetros.
Los residentes del lugar, que según distintas fuentes oscilan entre 1,000 y 1,500 personas, fueron evacuados y serán trasladados a alojamientos provisionales. Unos 500 ya fueron trasladados a diferentes polideportivos, indicó "La Voix du Nord".
Se necesitaron 59 bomberos para apagar las llamas. Y en total 20 personas tuvieron que ser atendidas por los equipos de rescate, informó la cadena BFMTV. El Gobierno anunció que iniciaría una investigación para esclarecer los hechos. Además, el ministro de Interior y la ministra de Vivienda viajarán hoy a Grande-Synthe.
El campamento de refugiados de Grande-Synthe, cerca de la frontera con Bélgica, fue instalado el año pasado por Médicos sin Fronteras y por las autoridades de la ciudad. Muchas de las personas que estaban allí procedían de la llamada "Jungla de Calais", el enorme campo irregular que llegó a albergar a unas 6,500 personas que esperaban desde allí una oportunidad para cruzar a Reino Unido. Finalmente este asentamiento fue desmantelado por las autoridades y los residentes, repartidos.
Al principio el Estado se mostró crítico con el proyecto del nuevo centro, pero finalmente decidió financiar su funcionamiento. Sin embargo, Médicos Sin Fronteras abandonó hace unos meses criticando la cada vez mayor presión recibida por parte de las autoridades.
Lalande dijo la noche del lunes que los primeros enfrentamientos se habían iniciado por la tarde. Según "La Voix du Nord", el alcalde de Grande-Synthe dijo que el número de personas en el campamento y las tensiones étnicas tras el desmantelamiento de Calais auguraban problemas.
El ministro del Interior francés, Bruno Le Roux, denunció hace unas semanas las condiciones inaceptables del centro, como la obligación a pagar dinero por acceder a las duchas.
El Estado prorrogó a mediados de marzo la financiación del campo hasta finales de agosto, siempre que se redujera la cifra de residentes a 700 y se mejorara la seguridad del campo para poder actuar contra los traficantes.
Ahora el incendio podría significar el final del proyecto. El gobernador dijo que no ve cómo se puede volver a construir allí un campo de refugiados tras los acontecimientos ocurridos ayer.