‘Juris en movimiento’

Politicón
/ 27 mayo 2021

“Trabajo, trabajo y trabajo”. Los pasados días jueves 20 y viernes 21 de mayo, el director de la Facultad de Jurisprudencia, Alfonso Yáñez Arreola, me invitó a tres actividades de su escuela: Sesión Solemne del Consejo Universitario de Jurisprudencia, sesión dentro del cual se entregaron las preseas “Arturo Ruiz Higuera” y “Onésimo Flores Rodríguez”, con el fin de reconocer a maestros y alumnos que se han distinguido por sus logros académicos, conducta irreprochable dentro y fuera de la institución, siendo ellos un ejemplo a seguir para la comunidad universitaria en particular y para la sociedad en general.

Ese día, el jueves 20, con la seriedad del caso y el protocolo debido, tanto el Director de Jurisprudencia, como el Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Salvador Hernández Vélez, pronunciaron sendos y sentidos discursos que calaron en el alfabeto de los universitarios. Cuando el académico Alfonso Yáñez tomó el micrófono, su elocución inició con la imprecación y arenga con la cual yo he iniciado este texto: “Trabajo, trabajo y trabajo.” ¿Vencer al desierto? No se puede. Se camina con él, se le enamora, se le seduce y la única manera de hacerlo es bajo una divisa: el trabajo.

Y el trabajo, una actividad huracanada es lo que está pasando desde el inicio de la gestión de Yáñez Arreola en la Facultad de Jurisprudencia. Hoy que usted lee estas líneas, tanto la Facultad como la misma UAdeC, son sede de la “XII Cumbre Global Iberoamericana de Abogados 2021” cúspide la cual pone en el candelero internacional a la misma Universidad, a Saltillo y al Estado. En estos 3 días, con 18 ponentes nacionales e internacionales de primera línea, las actividades de academia, conferencias magistrales y el aprovechamiento de la comunidad universitaria se dará bajo los modelos ya de todos conocidos: parte presencial y parte en línea.

Pero le decía de la sesión solemne del consejo de Jurisprudencia donde se premió la labor de alumnos y maestros por igual: un éxito y una motivación tremenda para los ganadores de dichos galardones. El director Yáñez Arreola, ese día, me recordó de la invitación a tres actividades el día siguiente en la ciudad de Monclova y Cuatrociénegas: reforestación, mantenimiento y embellecimiento de una plaza pública en Frontera (Plaza “La sierrita”); desazolve y limpieza de un arroyo en los límites de Frontera y Monclova y una clase magistral de “Derecho y ecología”, la cual los alumnos iban a tener en ese paraíso llamado Cuatrociénegas.

Había empeñado mi palabra y asistí a las actividades. Pero… triste mi calavera. Aquello fueron actividades de alto contenido social y compromiso de los alumnos de Jurisprudencia, pero en condiciones tan tremendas, que es de admiración el empuje, brío, frescura y vigor de los alumnos y maestros a los cuales ni el calor infernal, las condiciones hostiles del terreno y los imponderables del  viaje, hicieron desistir de su afán y plan: dar una lección de solidaridad, compromiso con el medio ambiente y ecología y por supuesto, co-fraternizar en tiempos de pandemia y distancias obligadas.

ESQUINA-BAJAN

“Juris en movimiento” es el programa que atinadamente Alfonso Yáñez Arreola ha puesto en práctica. Leyes tiene un 30% de sus alumnos foráneos registrados. De este porcentaje, 70% de ellos viven en la región centro del Estado. Pues allá fueron una parvada de alumnos y maestros para acompañar a dos Clubs de ecología de 20 posibles que viven en Leyes, con el fin de apoyarlos en sus afanes de participar activamente con la sociedad en tema tan delicado como lo es la protección del medio ambiente.

Pero, le decía que triste de mi calavera. No pude ser de palo y sólo observar, mientras estos jóvenes empujaban y empujaban en todo tipo de acciones en la plaza de Frontera: plantaron árboles (fresnos), limpiaron maleza muerta, pintaron, encalaron, todo mientras un jolgorio, una fiesta se apoderaba de aquella actividad. Cabe aclarar una cosa: los muchachos, los futuros abogados fueron quienes diseñaron toda la actividad.

Ellos y nadie más lanzaron oficios de aviso a la autoridad municipal (aviso, ojo, solo avisaron, no pidieron apoyo, no; solo avisaron. Aunque, receptivos, las autoridades tanto municipales de Frontera y del Estado, mandaron a sus respectivos funcionarios con cuadrillas de apoyo y vehículos para complementar el trabajo de los alumnos), se coordinaron con otros clubs de servicio de la región y se complementó el trabajo y planes realizados. Las funcionarias Adriana Patricia Cruz y Olga Leticia Rumayor, subsecretaría de Recursos Naturales del Estado, estuvieron codo con codo con los alumnos y académicos de Leyes.

“Trabajo, trabajo y trabajo”, dijo en su discurso el director Yáñez Arreola: le creo. Con ropa de acción y pegándose una asoleada de la chingada, como uno más entre ellos, el Director agarró pico, pala y carretilla y encabezó a sus alumnos los cuales caray, nunca se cansaron. El atildado doctor Raúl Villarreal, Coordinador de Investigación y Postgrado de Jurisprudencia, con una jovialidad envidiable y con la risa en el rostro perlado de sudor, de plano retó a una cuadrilla del municipio a realizar un buen hoyo en la plaza en el menor tiempo posible y así plantar uno de las decenas de fresnos disponibles para la reforestación. ¿La apuesta? Un cartón de cerveza.

LETRAS MINÚSCULAS

“Juris en movimiento”: facultad, universidad, alumnos y académicos, en la mejor etapa de su vida. Volveré al tema. Aún traigo insolación, puf. 

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