‘Operación Padrino’: Así ‘cazó’ EU a Cienfuegos
COMPARTIR
TEMAS
Una grabación por parte de la DEA detonó la captura del extitular de la Sedena
CDMX.-Por medio de una grabación en manos de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), fue como se logró la captura del extitular de la Secretaría de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en Los Ángeles, California.
El exfuncionario público, quien operaba durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, habría entablado una conversación con presuntos líderes del crimen organizado en el país, plática que sirvió como detonante para acusarlo de narcotráfico y lavado de dinero.
La investigación que realizaron los agentes de la DEA en su relación con criminales y actos ilícitos dentro de territorio azteca, fue denominada como Operación Padrino.
“Contamos con una grabación interceptada que implica directamente al general (mexicano) con el tráfico de drogas”, revelaron en su momento fiscales federales al semanario Proceso y a un rotativo de Estados Unidos.
Con total hermetismo, la pesquisa en contra de Cienfuegos se comenzó a montar desde hace más de 10 años cuando este había sido asignado a la IX Región Militar en Acapulco, y que fue respalda por imputaciones que se le hicieron durante su periodo como secretario de la Sedena entre 2015 y 2017.
Involucrado en la indagación, a sabiendas de un alto funcionario de la DEA, el exfiscal de Nayarit, Édgar Vieytia, está implicado en actos de corrupción cometidos por la fracción de los Beltrán Leyva quienes trabajaban en esa región, la cual se identificó con el encausamiento contra el exmilitar, la cual fue apodada “Cártel H2”.Operación Padrino indica que, además de Cienfuegos, otros militares estaban coludidos con el Cártel de los Beltrán Leyva para efectuar el tráfico de cocaína y otras drogas ilegales de México al país vecino.
A inicios del 2000, la organización regía el movimiento de drogas en los estados de Guerrero, Morelos y Michoacán, aliados con el Cártel de Sinaloa. Precisamente una década más tarde, el extitular de la Sedena aperturó el vínculo que tenía con capos de varias aristas dentro de la organización mencionada anteriormente.
“Se cuenta con documentos, declaraciones y otras evidencias que implican al general Cienfuegos con la exportación de múltiples cantidades de cocaína procedente de Colombia a México, a través del aeropuerto internacional de la capital mexicana”, aseguran fuentes.
La DEA logró saber que altos mandos del Ejército en México tenían como respaldo a los Beltrán Leyva para exportar cocaína colombina a Nueva York y otras partes de aquel país.
Gracias a Operación Padrino se logró recolectar información para sustentar acusaciones en Estados Unidos por narcotráfico de personalidades como Joaquín “El Chapo Guzmán” e Ismael “El Mayo” Zambada, entre otros, quienes conforman la principal estructura del Cártel de Sinaloa.
Además, la DEA recolectaba información que implicaba a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, junto a otros dos de sus funcionarios: Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García.
“Fueron varias fuentes de información cotejadas con otras pruebas, testimonios y grabaciones, que exponen al general Cienfuegos Zepeda como uno de los implicados con los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa”, aseguró para Proceso un alto mando de la DEA.
Por si fuera poco, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, nunca tuvo conocimiento sobre la existencia de esta operación hasta que fue detenido Cienfuegos.
El hermetismo fue tal, que el mismo general viajó libremente a Los Ángeles para convivir con su familia sin saber que ese sería el lugar perfecto para consumar todo el trabajo realizado por la DEA.
Y es que el exfuncionario no solo permitía el libre manejo de la droga en México, sino que también recibía grandes cantidades de dinero para que este tráfico tuviera libertad absoluta por parte de la célula delictiva sinaloense.
Gracias al encausamiento judicial que tiene en su contra, se logró saber que Cienfuegos daba información sobre operativos militares, investigaciones de inteligencia y logística en contra del crimen organizado, en especial las que se hacían contra agrupaciones rivales al Cártel. Con información de la revista Proceso