Una técnica efectiva para tratar a niños muy rebeldes
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Existen muchas herramientas pedagógicas para hacer que los hijos modifiquen un mal comportamiento. Esta es la técnica del sándwich.
Algunos niños parece que no conocen de límites y reglas, algunas veces, ni la autoridad de sus padres o maestros les importan y por ello suelen tener comportamientos inadecuados, que no solo afectan a ellos sino a las personas que les rodean. Eliminar los comportamientos de los hijos es una tarea complicada, se requiere de imponer autoridad, tener paciencia y perseverancia.
Por fortuna, existen herramientas pedagógicas que podemos utilizar y poner en práctica, como es la técnica del sándwich. Se puede aplicar con niños mayores de cinco años y que son muy rebeldes, que no conocen el respeto. El objetivo, es modificar el comportamiento a través de una crítica constructiva, para que ellos reflexionen sobres sus acciones.
Esta herramienta logrará que los hijos fortalezcan su autoestima, confianza y seguridad, así como también reforzará la comunicación y relación con los padres y maestros. Los padres podrán hacer que sus hijos comprendan lo que hacen mal y lo más importante, que ellos se enseñen a ser mejores personas y seres humanos.
¿Cómo se aplica?
1. Elogio
Consiste en el juego de las palabras, en vez de reprenderlo y decirle que es un niño mal educado, puedes ofrecer una retroalimentación, elogiando algunas de sus buenas conductas y actitudes, buscando las cualidades de los hijos. De esta manera lograrás que tus hijos comprendan que tienen valor, y que sus acciones pueden ser buenas.
Por ejemplo: Si tu hijo pelea mucho con sus amigos o hermanos
Dile que te sientes orgullosa de él cuando tiene buena comunicaron con sus amigos o hermanos, que te agrada verlos juntos y que eso refleja que él o ella, tienen habilidad para socializar y tener muchas personas a su alrededor que las aman.
Algunas frases: “Tú sabes portarte muy bien”, “Eres muy creativo”, “Tienes mucha imaginación”, “Eres un excelente hijo”.
2. Petición NO exigir
De manera tranquila y con paciencia, debes realizar tu petición para lograr un cambio de conducta. Debes ser clara y explicarle qué se espera de él y la conducta que puede mejorar. Puedes decirle los elogios, y de inmediato dile “PERO”.
Puedes decirle que has notado que tiene muchos amigos y que tiene buena relación con ellos, pero que sí los trata mal, ellos se alejaran de él, porque no querrán jugar más. Dile que no está bien y que es importante tratarlos con respeto.
3. Un mensaje positivo
Decirle algo que lo motive a mejorar y modificar su comportamiento. Por ejemplo: Cuando respetas a tus amigos o hermanos, te hace ser una persona más bondadosa y humilde, incluso puedes llegar a ser un líder. Termina diciendo, me haría muy feliz ver cómo se llevan mejor todos los días.
Invítalo a la reflexión, para que conozca que sus comportamientos pueden ser perjudiciales, para las personas que le rodean y para ti. Refuerza el mensaje con “muchas gracias por haber hecho lo que te pedí”, “Cuando te enojes puedes decírmelo y buscaremos juntos una manera de solucionarlo”.
Recomendaciones
La técnica se debe aplicar en cualquier circunstancia o situación, solo que procura no utilizarla frecuentemente, puesto que al elogiar a tu hijo constantemente, puede llegarlo a confundir, y pensar que sus comportamientos son adecuados. Recuerda, primero elogiar, luego pedir y después motivar con una frase.