Viesca, un Pueblo Mágico a la espera de atención

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Villa de Bilbao desconoce la historia de la Hacienda e incluso desestiman la leyenda de que aquí hay dinero enterrado, situación que se podría explotar turísticamente.
No se oye nada. En Villa de Bilbao, Viesca, la mañana nublada sólo la interrumpe el sonido de algún motor que pasa sobre la carretera que conduce a Viesca, la cabecera municipal; la carcajada de algún niño en el recreo de la primaria o el sonido del viento que golpea los arbustos. No hay más sonido.
La entrada a las Dunas de Bilbao, lugar donde se han filmado diversas películas mexicanas y extranjeras, y declarada recientemente Área Natural protegida voluntaria, está cerrado. Al menos así lo indica una cadena en la entrada, pero como no hay nadie que cuide el lugar, entramos. De hecho, el cuarto de vigilancia de la entrada está derruido, como si en mucho tiempo no hubiera entrado alguna persona. Ya dentro, las palapas de madera están descuidadas y los tambos de basura están tirados. Una pileta erosionada adorna un paisaje de arena que quiere ser explotado por la secretaria de Turismo de Coahuila pero que no recibe los suficientes recursos económicos.
En el tramo de Matamoros a Viesca no existe buena señalización, algo que anuncie que el automovilista se dirige a un Pueblo Mágico. En el lugar no hay siquiera alguna placa informativa. No hay nadie que entregue algún folleto que destaque la importancia de la zona. No hay nada. Pura fregadera. Pura arena, resume Nallely Montoya, vecina de Bilbao.
Habitantes de la comunidad, aseguran que no ha existido un real apoyo para destacar la zona y afirman tajantemente que cada vez viene menos gente. Nomás pintaron esa entrada y las palapas pero ya ve cómo están, se queja Carolina Rodríguez.
En esta comunidad, las mujeres trabajan en la fábrica de mezclilla que se encuentra y se quejan que no les dan seguridad social y el trato es indigno. Los hombres se dedican a la leña, como le llaman cuando talan el monte. Otros pocos siembran melón. Pero nadie trabaja para presumir las dunas.
Está muy sucio a dentro, nosotros pedimos que nos den trabajo y vamos a limpiar. Pedimos que nos den información para obtener un empleo y nada, reclama Carolina.
- ¿Saben de las especies endémicas que hay en el lugar?
- Sí sabemos que hay pero no sabemos cuáles ni de qué tipo, no nos informan. Cómo le decimos a la gente. No hay folletos, -critica Nallely.
Las vecinas cuentan que hace un año llegaron unos árabes con todo y un camello, y el objetivo era traer la escpeia a las dunas. Los vimos, con sus vestimentas, se pasearon e iban a hacer un proyecto para dar trabajo pero nada, nunca se hizo.
Tania Montoya afirma que ya no viene gente como antes y se lo atañe a la inseguridad. De cuatro años a la fecha ha bajado mucho, dice. La Secretaría de Turismo de Coahuila y la Semarnat pretenden apostar a un proyecto ecológico turístico en la zona, pero ninguno de los habitantes lo sabe; por el contrario, recalcan que no se ha visto ningún beneficio desde que Viesca fue declarado Pueblo Mágico.
Hace dos semanas llegó un helicóptero y se bajaron, muchos policías, dicen que agarraron un dinero de un secuestro. Los policías, los soldados se van a las dunas y lo utilizan de campo de tiro y ahuyentan a la gente. Nosotros chínguenos, refiere Tania.
A unos 20 kilómetros está la cabecera municipal, Viesca, a la que se llega por un tramo carretero parchado de chapopote. El gobierno estatal había prometido un recarpeteo en la carretera que conectara a las comunidades de Emiliano Zapata y Viesca y que a la postre conectaría con el Pueblo Mágico de Viesca, sin embargo únicamente se hizo un tramo y la mayoría del camino se cubrieron los huecos. La inversión fue de 5.5 millones de pesos. En Viesca sólo se llevó un estanque y se levantó un parque recreativo.
Por otro lado, en el casco de la Hacienda de Hornos, sí se lleva a cabo una restauración de la vieja Hacienda, la cual sufrió un incendio en la década de los cincuentas. La capilla de Santa Ana también fue remodelada. También se ha colocado empedrado en las calles. Aunque para llegar se necesita preguntar a la gente, pues no existe alguna señalética que dirija. Sólo cuando se toma la carretera a la Hacienda, hay apenas un dibujo que orienta sobre el sitio.
Sin embargo, vecinos de la Hacienda de Hornos aseguran que salvo el 26 de julio, día del patrono de Santa Ana y el aniversario del ejido Venustiano Carranza, no viene más gente.
Viene poca gente, los fines de semana quizás es cuando más. Y estos edificios son patrimonio de la nación pero sí hace falta más promoción, refiere Dagoberto Salazar.
- ¿Y se sabe la historia de la hacienda?
- No, pos sólo los más viejos.
- Y si vienen visitantes ¿qué les dicen?
- Nada, había un librito en la capilla con toda la información pero se lo robaron.
Esta comunidad de unos 180 habitantes, desconoce la historia de la Hacienda e incluso desestiman la leyenda de que aquí hay dinero enterrado, situación que se podría explotar turísticamente.
Los vecinos creen que el lugar se podría explotar para escenarios de bodas, tanto por la vieja capilla como por la Hacienda, sin embargo, se quejan que no hay promoción.
Cipriano Fuentes expone la necesidad de crear comunicaciones a la sierra, donde, asegura, existían ojos de agua que ya se secaron pero que aún persisten cuevas y baños de vapor. No quieren invertir pero hace falta y nosotros podíamos ser los guías y así tener trabajo.