Acusa migrante a policías de Saltillo de robarle 9 mil pesos

Coahuila
/ 4 diciembre 2015

Nicaragüense afirma que elementos de la Preventiva Municipal, además de detenerlo sin justificación, lo despojaron de sus ahorros ¡y hasta de sus zapatos!

La noche del viernes 20 de noviembre varios oficiales municipales arrestaron a Henry Iván García, un hombre de 46 años que huyó desde Nicaragua por temor a las pandillas, y a quien la Policía le quitó el dinero que ahorró durante tres meses para volver a su país. 

En un monedero amarrado a una presilla de su pantalón, Henry Iván llevaba ahorrados 8 mil pesos, los había juntado en las calles, pidiendo carro por carro en los semáforos por casi 90 días. Hasta que la noche del viernes la patrulla municipal con número económico 11-215 lo encontró en un crucero de la ciudad pidiendo ayuda. 

“Me dijeron que me fuera de ahí, que no debía estar pidiendo dinero. Pero les respondí que no estaba haciendo nada malo y me quisieron atrapar. 

Henry Iván quiso correr por una orilla de la calle pero los policías fueron más veloces que él y lo cazaron. Lo subieron a la caja de la camioneta llevándolo a la comandancia donde lo esculcaron y le robaron sus ahorros que tenía para regresar con su familia en esta Navidad.
 
“Un comandante me golpeó en todo el cuerpo, hasta el hombre de las llaves aprovechó para pegarme, pero yo no había hecho nada”, recuerda. 

Henry pasó unas horas en la comandancia. Tuvo oportunidad de hablar con Mario Gómez, otro amigo migrante originario de Honduras que tiene licencia humanitaria y le permite estar en la ciudad sin ser molestado por agentes de Migración o la Policía. Él consiguió mil 700 pesos para que dejaran libre a Henry Iván, quien salió de madrugada, golpeado y descalzo.

“Como me quitaron los zapatos tuve que salir descalzo, me cubrí los pies con bolsas de plástico y así estuve unos días hasta que conseguí este par de tenis”, señala con la mano izquierda, mientras narra la discriminación de la que fue víctima en los separos. 

La venganza que lo dejó mutilado

Henry Iván ha sido deportado a su país cuatro o cinco veces y quiere volver esta Navidad para reunirse con su esposa y sus seis hijos. Hasta hace cuatro años se dedicaba a la venta de fierro viejo y chatarra que cargaba en un triciclo y vendía por las calles de la Chinandega, una ciudad nicaragüense ubicada a 40 kilómetros de Honduras.

Una noche de invierno de 2011 uno de sus hijos llegó desnudo a la casa, estaba asustado, solo le pedía a Henry Iván le pasara un short para cubrirse y entrar a la casa. Era extraño que eso sucediera, pero las pandillas en Centroamérica están dispuestas a arrebatar todo, incluso la ropa interior si es posible. 

Su hijo le contó que lo habían asaltado. Le habían robado a punta de machetazos la playera, el pantalón, los tenis, el celular, y todo lo que llevaba con él hasta mandarlo desnudo. Henry Iván quiso arreglar que le devolvieran su ropa y enfrentó a los pandilleros que desenvainaban el mismo machete con el que habían amenazado a su hijo momentos antes. 

“Yo quería arreglar las cosas por las buenas, que le devolvieran a mi hijo sus cosas, pero ellos me amenazaron y me dieron tres machetazos en el brazo derecho, otros en el izquierdo y unos más en una pierna. 

Como pudo llegó al hospital y aún consciente veía cómo su antebrazo estaba partido en tres pedazos. Los doctores le colocaron una venda entre cada una de las partes pero eso solo ocasionó que el brazo “no volviera a pegar”. Henry Iván fue sedado esa noche, tenían que intervenirlo de emergencia, pero cuando despertó encontró que le habían cercenado el brazo derecho a la altura del codo. 

“Fue muy difícil para mí verme así, no podía recuperarme, porque ya no podía trabajar en el triciclo. Lo intenté pero no podía maniobrar con la mano izquierda todo el peso, se me iba de lado”, narra. 

Desde entonces, Henry Iván no ha podido encontrar un trabajo y mantener a su familia, dice que si completo es difícil encontrar con qué darles de comer, ahora con un brazo es más complicado. Salió huyendo de Chinandega porque las mismas pandillas habían amenazado con no solo cortarle el brazo, sino con matarlo. 

Tiene un mes y medio viviendo en Saltillo, duerme en cualquier rincón de la ciudad. No quiere llegar a Estados Unidos por la discriminación de los extranjeros, pero busca trabajo, pues con su mano izquierda puede hacer lo que sea con tal de volver.

Abusos

> Henry Iván García es origen nicaragüense.

> Tiene 46 años de edad; carece del brazo derecho.

> Huyó de Nicaragua amenazado por las pandillas, las que a machetazos le cercenaron el brazo.

> Tiene un mes y medio viviendo en Saltillo.

> Duerme en cualquier rincón de la ciudad.

> Cuando fue detenido por la Policía, fue despojado de 8 mil pesos que había reunido para llevarlos a su familia esta Navidad.

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