El Colegio de Notarios de Coahuila no tiene instalaciones propias y en donde se han celebrado las sesiones pertenecen a una asociación de notarios, en su mayoría de Saltillo, quienes edificaron los inmuebles a través de cuotas, pero no a través del Colegio, porque legalmente está impedido para tener patrimonio o cuentas bancarias, explicó el notario Armando Prado Delgado.
“El Colegio de Notarios del Estado de Coahuila no tiene personalidad jurídica para tener patrimonio propio conforme a la Ley, porque no existe un reglamento. Nunca fue dado de alta y no se pudieron adquirir propiedades. En los 21 años que estuve al frente buscamos convertirnos en asociación civil y obtener también un registro ante la SEP para ofrecer capacitaciones y no se pudo”, dijo Prado Delgado.
Durante el proceso electoral pasado, en el cual ganó Luz María Diez de Urdanivia al actual presidente, Armando Luna, las elecciones se celebraron en el Recinto a Juárez, un espacio gubernamental.
“El colegio no puede tener ni bienes, ni dinero, ni cuentas bancarias, tampoco expedir recibos o dar capacitación profesional. Está muy copado”, explicó.
La primera persona que constituyó una persona moral de la agrupación de notarios fue Luis M. Dávila y se llamó Colegio de Notarios de Coahuila, Capítulo Saltillo. Algo similar sucede en Torreón, que son una asociación civil, igual que Monclova.
A la asociación de notarios que tiene el inmueble pertenecen alrededor de 43 notarios de los más de 55 existentes en la ciudad y que regularmente participan en las reuniones del notariado.
Las edificaciones de las instalaciones, una en calle Purcell y H. Mass, y la otra en la calle Múzquiz, fueron hechas y equipadas con aportaciones de los socios de la asociación, y no a través del colegio, explicó.
Al inicio, el mobiliario fue aportado por cada uno de los socios, porque cada notario llevó su silla o sillón y otras cosas que se requerían en las sesiones del Colegio, también se hicieron actividades como desayunos y seminarios de actualización para obtener fondos para mantenimiento y limpieza de las instalaciones.
En 21 años se construyeron los edificios de la calle Purcell y de la calle Múzquiz, el primero para sesiones y el segundo para eventos sociales, principalmente, con un estacionamiento en la calle Múzquiz.
Prado Delgado explicó que en los últimos dos años las instalaciones ya fueron utilizadas por el Colegio de Notarios de Coahuila porque no quisieron pagar el mantenimiento y la limpieza de los inmuebles, uno de los obstáculos es que el Colegio no tiene cuotas, y tampoco puede establecerlas.
La asociación de notarios es encabezada por Armando Prado y en el mes de abril tendrán su asamblea anual para determinar el destino de los edificios, los cuales tienen alrededor de dos años sin uso.
El notario dijo que tiene una buena relación con su colegia Luz María Diez de Urdanivia y las instalaciones están disponibles por si quieren regresar, pagando el mantenimiento y la limpieza, pero esto será cuando rinda protesta, porque por lo pronto el presidente es Armando Luna.