Cuando Saltillo tuvo nombre de mujer

¿Qué méritos se requieren para que le pongan tu nombre a una localidad... siendo mujer y viviendo en el siglo XIX? Prácticamente, ser heroína

Coahuila
/ 9 marzo 2024
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Leona Vicario, así se llamó la actual Saltillo desde el 5 de noviembre de 1827 hasta 1831. Habían pasado 250 años desde la fundación de la Villa de Santiago de Saltillo, el primer nombre que tuvo la hoy ciudad.

Recordemos que la Villa se fundó el 25 de julio de 1557, según la fecha histórica oficial. Catorce años después, en 1591, San Esteban de la Nueva Tlaxcala se le sumó como pueblo aledaño. En el primer territorio vivían los españoles, en el segundo los indígenas tlaxcaltecas.

A inicios del siglo XIX, cuando San Esteban pasó a llamarse Manuel Villalongín, la Villa de Santiago adoptó el nombre de Leona Vicario. Ambos personajes, figuras de la Independencia de México.

En medio de las armas, aquella época fue particularmente complicada para las mujeres. Pero Leona Vicario se hizo de las herramientas para destacar no sólo entre las mujeres, sino también para ser considerada entre los hombres. Su clave fue la preparación a través del estudio.

Siendo muy inusual para su tiempo, la nacida en la capital mexicana fue privilegiada al recibir una educación íntegra, permitiéndole incursionar en Bellas Artes y Ciencia.

Ayudó la posición familiar, como que su padre fue el comerciante español Gaspar Martín Vicario, y su madre la criolla Camila Fernández de San Salvador y Montiel, descendiente del gobernador de Texcoco.

Nacida el 10 de abril de 1789, de nombre completo María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, para más práctico: Leona Vicario.

Tan larga como su nombre es la lista de cosas que hizo, como ser madre, periodista, activista social y luchadora por la igualdad y los derechos de las mujeres.

PODER FEMINISTA

Ya huérfana, Leona optó por emanciparse a los 17 años. Hizo vida matrimonial con Andrés Quintana Roo, oriundo de Mérida, y con quien puso en marcha fuertes acciones para promover la Independencia de México. La pareja se unió a la lucha insurgente junto a Morelos.

Durante el conflicto armado, Leona se enfocó en enviar ropa, medicina y armas a los insurgentes. Además, una de sus labores más importantes estuvo relacionada a brindar información sobre la movilización de políticos y militares en el centro del país.

Su activismo tuvo consecuencias en repetidas ocasiones. Fue detenida en 1813, señalada de conspiración. Más tarde fue liberada, pero en 1817 regresó a las celdas por cargos similares. Por segunda ocasión, un indulto la sacó de prisión.

Se convirtió en madre durante el tiempo de persecución, y una vez concretado el triunfo independentista, decidió alejarse del enfoque público.

Cuando se enteró de que el Congreso de Coahuila y Texas acordó que una villa del norte de México llevaba su nombre, no hizo más que sentirse honrada, como lo refieren las palabras que emitió el 29 de febrero de 1828:

“Mi gratitud a tan ilustre corporación por la gloria inmortal que sin mérito ha concedido mi nombre como denominación a la benemérita ciudad”.

Leona falleció 14 años después de decir esa frase, el 21 de agosto de 1842, a los 53 años. Sus restos se resguardan en el monumento a la Independencia, en la Ciudad de México. El mismo año de su muerte fue declarada Benemérita Madre de la Patria.

Cuando ella perdió la vida, la localidad que un día llevó su nombre como estandarte de la libertad del pueblo, ya se había fusionado con su vecino aledaño para formar un sólo territorio.

En 1834 Leona Vicario y Manuel Villalongín dejaron de estar separados, los pueblos se unieron y se convirtieron en Saltillo, ciudad que hasta ahora ha mantenido su nombre por 190 años.

LEONA VICARIO SIGUE EN SALTILLO

Aunque Leona Vicario ya no es el nombre de la ciudad, aún existe una calle y una Escuela Primaria que le rinden homenaje. En el siglo pasado, también existió una colonia.

Dicha zona habitacional se reconoce en el plano desarrollado por Vito Alessio Robles ,en 1934. Se ubicó al oriente de la actual colonia República y se conformó por seis calles, que hoy llevan por nomenclatura: Eugenio Aguirre Benavides, Francisco Coss, Rafael de Cepeda, Presidente Cárdenas, Pedo Agüero y una más que no tenía nombre en los planos antiguos.

En lo que a la calle respecta, la vialidad Leona Vicario cruza enfrente del Archivo Municipal de Saltillo y pasa por la Plaza de la Madre, teniendo una longitud de poco más de 800 metros.

La Escuela Leona Vicario se localiza en la colonia Valle Verde, al surponiente de la capital coahuilense, tiene nivel educativo primaria y es de turno matutino. Actualmente cuenta con una matrícula de 161 estudiantes.

Seguramente la independentista estaría orgullosa de que su nombre traspase siglos y se use en un recinto educativo (y seguramente muchos otros en México), a sabiendas de todas las oportunidades y el juicio que brinda la educación.

“Mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, nadie ha influido absolutamente en ellas...”. Leona Vicario, 1832.

*Con información de Carlos Recio, Museo Presidentes, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Archivo Municipal de Saltillo, Gobierno de México.

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