Denuncian uso de arroyo como una ‘plaza comercial’
Cada que llueve, las colonias Mario Ortiz y Rincón de los Pastores, en el surponiente de Saltillo, se convierten en un gran pantano.
Todo porque, denuncian vecinos de este sector, hace tiempo llegó a vivir a esta zona un ministerial de apellido Cepeda quien, haciendo alarde de su placa de policía, obstruyó el arroyo “La Encantada” y ya sabrán la que se arma cuando llueve.
Este emprendedor funcionario levantó en lo que antes era paso de agua, una palapa para fiestas, un negocio de venta de clamatos, otro de hot dogs, otro de venta de aceite para carro y hasta un car wash.
Y ahora los vecinos de estas colonias, que dicho sea de paso carecen de pavimento, obras viales y canales pluviales, viven con el Jesús en la boca temiendo que en un chubasco el agua arrase con todo.
ES TODO UN PROBLEMA
Más de una vez padres y madres del sector han encarado al policía para reclamarle que porqué tapó el arroyo y su respuesta es que porque él es ministerial.
Por si esto fuera poco el agente se posesionó de un terreno junto al arroyo que era parte de un antiguo camino, una pasada antigua de gentes y vehículos.
Metió máquina, desmontó, rellenó con escombro, alegando que el pedazo aquel es de los gates que, por cierto, ya ni existen, lo cual provocó la hilaridad de los vecinos.
“Una vez le dije al ministerial ‘¿oye pos qué andas haciendo, vas a tapar aquí el arroyo o qué?’, dijo ‘no, es que este terreno es de los gates’, tratando de amedrentarme, de asustarme”, platicó otro vecino de la Mario Ortiz.
Y como hay un árbol que una sombra bien padre al lado del arroyo pos...
NI QUIÉN DIGA NADA
La verdad es que las familias tienen miedo de que en una de esas el policía les vaya a sacar la tartamuda y se haga más grande el mitote.
Otro detalle es que los pocos accesos que existen aquí la mayor parte del tiempo están anegados de aguas negras que, aseguran los lugareños, provienen del drenaje de la colonia Hacienda Narro, otra injusticia con la que tienen que lidiar.
Los afectados de la zona lamentan que el Ayuntamiento de Saltillo haya hecho caso omiso a los problemática que en materia vial y pluvial presenta este sector.
“Aquí el problema es que la infraestructura está de la chingada, es un mugrero la infraestructura en cuanto a comunicaciones, charcos por acá, un pantano por allá...”.
Para colmo de males los colonos platican además que gente sin casa ha venido a vivir en Ampliación Rincón de los Pastores, sin servicios de agua ni drenaje ni electricidad.
En un recorrido realizado por VANGUARDIA se pudo observar muchas viviendas con tinacos comunitarios de 10 mil litros a la puerta, los tinacos donde la gente se surte de agua.
“Ya la gente va ahí a surtirse así como en los ranchos, llena su tinita, su cubeta. En el cerro ya están muy delimitadas las calles, pero en pésimas condiciones, para subir en carro, no... Pa subir apenas en una cuatro por cuatro o en un tanque de esos de guerra, ahí sí subes ”, dijo el propietario de un rancho en Los Pastores.
SE SIENTEN OLVIDADOS
Y reprochó que mientras la autoridad lleva obras importantes a colonias del norte de la ciudad tengan olvidado al surponiente.
Los afectados dijeron que este olvido en el que se encuentra este lugar ha propiciado el crecimiento del fenómeno del pandillerismo, malandrines que usan como madriguera las casas en obra negra para drogarse, alcoholizarse y planear sus atracos.
“Ya vivimos con psicosis, no podemos salir porque estamos con el pendiente de que se vayan a meter para robarnos”, advirtió un padre de familia de la Mario Ortiz.