Desde víspera de Navidad, pedigüeños se multiplican en calles del centro de Saltillo

Coahuila
/ 27 diciembre 2021

Se vio a señoras de la mano de niños entre 2 y 7 años de edad que también pedían a los transeúntes “su Navidad”, la mayoría abuelas de los menores, que al preguntarle por sus padres o el cuidado de los niños, preferían no recibir dinero y marcharse

Saltillo, Coahuila.- El número de pedigüeños se multiplicó en la víspera navideña. En medio del tumulto de transeúntes que abarrotaron las calles en busca de regalos, al menos una docena de pedigüeños se encontraban en las esquinas pidiendo “su Navidad”.

Esta vez no sólo personas en situación de calle o personas con alguna discapacidad, casi siempre en silla de ruedas o sin una extremidad, extendían la mano para pedir “una moneda” o “para un taco”.

$!FOTO: HÉCTOR GARCÍA

Sino que señoras de la mano de niños entre 2 y 7 años de edad también pedían a los transeúntes “su Navidad”, la mayoría abuelas de los menores, que al preguntarle por sus padres o el cuidado de los niños, preferían no recibir dinero y marcharse.

Entre los pedigüeños también se encontraban hombres de la tercera edad quienes pedían “una ayudita” para “este pobre viejo” en la Nochebuena, decían a los transeúntes, al caer un par de monedas en el vaso desechable las retiran y ponían en sus bolsillos para volver a extender el vaso.

Las personas que habitualmente forman parte del paisaje citadino sentados en una esquina pidiendo dinero o en la misma calle buscando con la mirada a transeúntes que se apiaden de su situación, también se encontraban ahí pero sin moverse del sitio.

Comerciantes de la zona centro, consideran que apelando a la buena voluntad de los saltillenses y a sabiendas de que las personas acuden a la zona comercial del primer cuadro de la ciudad de compras, sí traen dinero y “se aprovechan para sacar dinero”.

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Además, en las calles aledañas al Centro Histórico, familias integradas por un papá, mamá e hijos, la mayoría originarios de estados del Sur del País, tocan la puerta de cada casa por cuadras enteras para pedir apoyo económico, alimentos o algún artículo de higiene personal.

De acuerdo a vecinos de las calles Zaragoza, Hidalgo y comerciantes de Allende, los pedigüeños también acuden casa por casa y negocio por negocio para “pedir su navidad”, muchos de ellos comerciantes ubicados en otras partes del Centro.

“Yo creo que es porque ya se regresan a sus estados y en lugar de ofrecer las plantas, artesanías o lo que venden mejor ya nada más piden una ayuda y a veces hasta les va mejor que si venden sus productos”, comentó el dueño de un restaurante sobre la calle de Allende.

Mientras que en las casas, les ofrecen alimentos, bebidas y recalentado de la cena Navideña.

Este problema social también alcanza a los principales cruceros de la ciudad donde es posible observar a numerosos malabaristas, limpiaparabrisas y vendedores que hacen fila entre los automóviles que esperan la luz verde.

Históricamente la mendicidad aumenta en el mes de diciembre; las “Marías” tienen ya su espacio “separado”. También, hay músicos del sur del país que mientras tocan, ponen a sus hijos a pedir dinero a los transeúntes. Hay quienes recorren casa por casa pidiendo para un familiar enfermo o para realizar una fiesta patronal.

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