‘El Santos’ es chef, viajero, plomero y luchador; malabarea en Saltillo para comprar una prótesis

“Hoy ando aquí en Saltillo pero mañana quién sabe. Yo no tengo fronteras. La vida sigue adelante y punto, la neta”, mencionó “El Santos” en entrevista para VANGUARDIA

Coahuila
/ 10 abril 2023
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Juan Alberto Rodríguez Luna nació en Guanajuato, Guanajuato, aunque vivió sus primeros años de vida en Tepic, Nayarit.

“Mi profesión es chef y desde que perdí mi pie la neta me dediqué a ganarme la vida honradamente, yo ando sin fronteras”, menciona “El Santos”, a quien se le ve haciendo malabares con fuego en los semáforos de Saltillo.

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$!Ante la pregunta de cómo le han tratado las personas en Saltillo, respondió “¿yo por qué voy a hablar mal de la gente?

Viste una máscara de El Santo, se apoya en una muleta hecha por él mismo y agradece cada moneda que le dan en los cruceros.

A los 10 años un accidente automovilístico causó la muerte de sus padres, lesiones severas en su hermano y la pérdida de su pierna izquierda, por lo que quedó al cuidado de sus abuelos.

“Lo que hago no sé si es un gran espectáculo pero para mí sí, yo vivo de la gente, de lo que me den”, declaró “El Santos” en entrevista para VANGUARDIA mientras “se echa un taco” antes de regresar a su labor.

$!A los 10 años un accidente automovilístico causó la muerte de sus padres, lesiones severas en su hermano y la pérdida de su pierna izquierda, por lo que quedó al cuidado de sus abuelos.

“Yo aprendí a ser chef desde que era morro, mi abuelos tenían cocinas en Tepic y ahí me enseñé. Yo viví ahí pero me fui a vivir a muchas otras ciudades. He pasado por Culiacán, Mazatlán, Baja California y Tijuana. Ya voy para tres semanas que estoy en Saltillo”, contó “El Santos” en tono alegre, quien además agrega que los últimos días ha hecho malabares en el bulevar Canadá.

“Yo anduve en la calle y aquí uno conoce mucha gente y fue donde me puse esta máscara, andamos siempre con la lucha, cuando estaba morrito siempre me gustaban los luchadores, el Santo era mi ídolo, por eso decidí pintarme”, contó “El Santos”.

Con lo que le dan en los semáforos, renta un cuarto en la colonia Bellavista y puede comprar los materiales para hacer la pintura especial con la que brilla en las calles. No obstante, detalló que la fórmula para darle ese tono brilloso “es un secreto”.

$!“Mi profesión es chef y desde que perdí mi pie la neta me dediqué a ganarme la vida honradamente, yo ando sin fronteras”, menciona “El Santos”.

“La neta me gustaría tener una prótesis, trabajar como antes, sé dos o tres trabajitos, pero la prótesis me vale 120 mil pesos. Sacando pa’ comer, ¿cuándo voy a llegar a sacar para eso?” declara “El Santos” quien aseguró que sabe hacer trabajos principalmente de plomería y electricidad.

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Ante la pregunta de cómo le han tratado las personas en Saltillo, respondió “¿yo por qué voy a hablar mal de la gente? El saltillense saca un granito de arena como todos, de a pesito a pesito se va haciendo la roncha. A mí me tratan a toda madre”.

“De aquí me voy para Ciudad Juárez, como te digo, yo soy sin fronteras. Cualquier día de estos me voy y de ahí le doy para Tijuana. Junto para un autobús y me voy con todo mi equipo, mi ropa, mi maquillaje, mi máscara y mis muletas”, puntualizó “El Santos”.

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