Saltillense recorre de Copenhague a Roma en bicicleta por turismo ecológico
Además de ser más sustentable y barato, Pepe contó que ir en bicicleta le permite viajar con más pausa, apreciar mejor los paisajes, conocerse mejor a sí mismo y conocer a más personas
Como una forma de realizar turismo ecológico y económico, el saltillense José Paredes recorre Europa en bicicleta, viajando desde Copenhague hasta Roma.
El pasado 22 de julio, el también ciudadano sueco viajó en tren desde Malmö hasta la capital de Dinamarca, donde comenzó su travesía a bordo de su bicicleta.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Amas Halloween, el terror y el otoño? Prepárate para el Spooky Town en Saltillo
No es la primera vez que Paredes emprende un viaje similar, ya que el año pasado recorrió la costa oeste de Estados Unidos, desde Seattle hasta Los Ángeles, también en bicicleta.
Hasta este jueves, el recorrido de “Pepe” lo ha llevado al poblado de Tassenbach, en Austria, justo en la frontera con Italia y en medio de los Alpes. Su objetivo es llegar a la capital italiana el 22 de agosto, fecha en la que tiene programado un vuelo de regreso a Copenhague.
“Hasta ahora he pasado por Dinamarca, Alemania, la República Checa y Austria. Estoy en medio de los Alpes y ya cerca de Italia, porque mi siguiente parada es Venecia. Espero estar ahí dentro de tres o cuatro días. No estoy seguro todavía, voy haciendo mi plan día a día, ya que no sigo una ruta fija. Voy decidiendo sobre la marcha, si encuentro una ruta que me gusta, la tomo”, explicó en entrevista para VANGUARDIA.
Pepe contó que, en un día típico, pedalea hasta cinco horas, comenzando temprano tras un desayuno de avena o pasta.
Cada día busca un camping a lo largo de los caminos rurales de los países que visita, donde se hospeda en una pequeña tienda de campaña, utilizando un colchón inflable.
Aprovecha también los campings para lavar sus utensilios, cargar su teléfono y batería extra, y lavar su ropa.
“Llevo un equipaje muy minimalista en realidad. Tengo un pequeño equipo para hervir agua, que es lo único que se necesita. Mientras puedas hervir agua, puedes preparar pasta, arroz, avena, o lo que sea. Por las mañanas, tomo café. Llevo mi ropa y artículos de higiene, dos pares de zapatos: unos para la bici y otros normales. También traigo una chaqueta contra la lluvia. Nada innecesario, porque cada gramo importa, cada gramo es un peso que cargas en la bicicleta”, narró.
UNA FORMA MÁS ECONÓMICA DE VIAJAR
Pepe destacó que, aunque la huella ambiental es importante, la bicicleta es además un método mucho más económico para viajar que el autobús, el tren o el avión.
“Suena a cliché, pero las cosas más valiosas del mundo son gratis. Y estar en la bicicleta, en la naturaleza, es gratuito, no cuesta nada. Vas despacio y, al mismo tiempo, es bueno para el medio ambiente. Conoces a mucha gente, inspiras a otros a hacer lo mismo. Creo que es la mejor manera de viajar que he descubierto hasta ahora, porque estás en la naturaleza, haces ejercicio y ves cosas que normalmente no verías en tren, coche o avión. Además, te puedes mover rápidamente y con flexibilidad. Solo tiene beneficios; no le veo ningún lado negativo”, señaló.
Comentó que, debido a la variación en las inclinaciones de los caminos y al encontrarse en zonas montañosas, el viaje de este año ha sido mucho más exigente que el de 2023.
Además, indicó que en Estados Unidos el viento siempre fue favorable, mientras que en Europa ha sido más cambiante, al igual que el clima, con días de mucho calor y otros de mucho frío.
La improvisación en la ruta también le ha jugado en contra, ya que ha tomado caminos equivocados y, en ocasiones, ha tenido que corregir su trayecto regresando por donde ya había pasado.
“Lo primero que hago al despertar es pensar: ‘joder, qué día tan duro me espera hoy’. Me pongo a empacar el sleeping bag, mi colchoncito inflable y luego la tienda de campaña y todas mis cosas. Después, si estoy en un camping con algún lugar para sentarme, me siento a preparar mi avena de desayuno y mi almuerzo, normalmente pasta con pesto y tomates, que es muy energética, proteica y saludable por los tomates. Además, así ahorro dinero, ya que no tengo que buscar un restaurante a mitad del día”, narró.
‘ES MUY DIVERTIDO, BUSCO INSPIRAR A OTROS’
Paredes señaló que, aunque el viaje es físicamente exigente, ha encontrado la motivación en descubrir nuevos lugares y paisajes únicos en el mundo.
“Es muy bonito ver esos cambios sutiles en las zonas fronterizas. Ahora mismo estoy en Austria, pero poco a poco empiezan a cambiar los símbolos y los signos se vuelven en italiano; escuchas más italiano... Es bonito ver el cambio gradual de un país a otro. A pesar de que a veces no tengo mucha motivación, lo veo como una oportunidad para conocerme mejor. Como ando solo, pienso que es un camino de crecimiento personal. A pesar de que me sienta mal o no quiera hacer algo, sé que tendré una recompensa.
“Ayer por la mañana crucé el paso alpino más alto de toda Austria, construido hace 90 años como un pasaje turístico para que la gente pudiera admirar los increíbles paisajes. Subí mil 500 metros de altura en bicicleta, lo cual es bastante, y me daba mucho miedo. Pensé ‘no, no lo voy a lograr, es demasiado’, porque nunca había alcanzado tanta altura, pero la recompensa fue increíble: los paisajes son de otro mundo”, comentó.
Indicó que, aunque su forma de viajar es una vía de resistencia al consumismo y a la crisis climática, su principal intención es inspirar a más personas a hacerlo.
Añadió que viajar en bicicleta también le permite conocer las partes “feas” de las ciudades europeas, es decir, los lugares que no siempre se ven en las fotografías de redes sociales.
“Creo que concientiza, y sería mejor si más personas intentaran vivir de una manera más sostenible y plena, en lugar de simplemente ir en coche de un punto A a un punto B. Es muy cómodo, y entiendo que lo sea, pero creo que a largo plazo es mejor aceptar que las cosas duras, como ir en bicicleta de Copenhague a Roma, también son increíbles”, puntualizó.
COMENTARIOS