Saltillo: incluye cuesta de enero colapso de finanzas por Ómicron
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Para las familias saltillenses esta cuesta de enero no sólo incluye los altos precios de la canasta básica, pago de impuestos, el incremento de la inflación o los gastos de un regreso a clases presenciales sino también la inversión en pruebas para detectar el COVID-19.
Tras las fiestas decembrinas, la aparición de al menos un síntoma, llevó a familias a gastar hasta 2 mil pesos en pruebas rápidas o de laboratorio, el equivalente a casi una quincena de salarios mínimos para un trabajador.
Familias como la de Jessica, gastaron al menos mil 200 pesos en pruebas de laboratorio para su esposo, ella y sus dos hijos, así como medicamentos recetados para quienes resultaron positivos y así aminorar la gravedad del virus.
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Mientras que algunos colegios desembolsaron hasta 20 mil pesos, de acuerdo a la dirección de una institución particular, así como 60 mil pesos algunas empresas con aproximadamente mil 500 empleados,
El analista financiero, Marcelo Lara, aseguró que la cuesta de enero puede extenderse durante dos meses más, pues además de lo que implica la inflación y el pago de los impuestos durante este periodo, se prevé el incremento de pagos en colegiaturas y gastos no previstos, tales como el de las pruebas rápidas.
“Además de los gastos que se han traído, propios de la pandemia, por supuesto que es una inversión para las empresas pues se trata de la seguridad de sus empleados, así como para los colegios, la de sus estudiantes”, comentó el experto en economía.
Pero en realidad, son inversiones que se transforman porque al inicio también fue, en el caso de los colegios, una inversión en infraestructura digital, para arrancar clases en línea. Aunque aseguró que esta misma cuesta de enero, además de extenderse, puede generar nuevos costos en empresas o escuelas particulares.