Ropa, juguetes, una mesa, maquillaje, una pequeña televisión, un sillón, una lámpara y un colchón era lo que tenía Nataly Ramirez en el tejabán donde vivía, en Saltillo, mismo que este miércoles amaneció hecho cenizas.
La noche del pasado martes 12 de diciembre se encontraba en casa de su madre junto con su hija Anyeli, a quien esperaba que despertara para regresar a su domicilio en la colonia Hacienda Las Isabeles, al sur de Saltillo.
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La siesta de Anyeli evitó que se encontraran en la vivienda fabricada con trozos de madera que se comenzó a incendiar por un aparente cortocircuito en un tejabán contiguo que también se consumió por las llamas.
Su suegra, María de la Luz Uribe, al ver el incendio, se intentó comunicar con Nataly pensando que su nuera y su nieta se encontraban en el interior del domicilio.
“Gracias a Dios no me había venido de casa de mi mamá. Cuando me avisó mi suegra llegué y ya no pude sacar nada,” expresó con tristeza Nataly.
La ama de casa de 16 años y originaria de Saltillo se dijo preocupada principalmente por recuperar la ropa y los juguetes de Anyeli, pues su esposo se dedica a tatuar y a cortar el cabello a personas de la colonia.
“Todo todo se me quemó. Unos zapatos nuevos que me había comprado mi esposo, unas mallas que me había regalado mi hermana. Todos los zapatos de la niña”, contó Nataly.
Agregó que tras el incendio, solo se quedó con un par de tenis, dos pants, unas sandalias, una pijama, un suéter y una blusa, prácticamente lo que tenía puesto al momento del siniestro.
En el sitio solo se encuentran los resortes del colchón, una tele a la que solo le sobran la carcasa de metal, cenizas, ropa chamuscada y trozos de madera quemados.
María de la Luz, señala que tanto ella como su nuera y su hijo viven al día, pues su esposo trabaja como guardia de seguridad y su hijo va sacando dinero cortando el pelo y haciendo tatuajes.
VECINOS ATENDIERON EL INCENDIO
Vecinos del sector informaron que fueron cerca de 100 personas las que acudieron al sitio para intentar apagar las llamas, aunque la falta de agua dificultó las labores.
Con tierra y con tambos buscaron apagar el fuego que aseguran, alcanzaron una altura de ocho metros, pues el viento avivó las llamas, causando explosiones de tanques de gas y la alerta de los habitantes de la colonia.
Aseguraron que los servicios de emergencia fueron rápidos en atender el siniestro, pues incluso gastaron cerca de una pipa de agua para apagar el fuego, aunque no fue suficiente para rescatar las pertenencias de Nataly ni Anyeli.
La madre de familia aseguró que ha recibido apoyo por parte de su suegra, su madre y sus vecinos, aunque sigue siendo su principal preocupación recuperar las pertenencias de su hija.
Para lo anterior, brindó a VANGUARDIA el número telefónico 8446708886 y el número de tarjeta 4152 3141 3396 3549 para recibir donativos de quien quiera ayudar a su familia.