Estudiantes de Jurisprudencia de la UAdeC liberan a mujer en Torreón; acreditan defensa propia
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Este es el segundo caso que logran revertir, ahora fue con una joven de Torreón que mató a su esposo, quien a menudo la agredía
Tras vivir 458 días recluida en una prisión de Torreón, este martes, Erika fue puesta en libertad al comprobársele que en 2018 asesinó a su propio esposo, pero en legítima defensa pues ella era víctima de violencia de género desde años atrás.
Fue el 7 de abril cuando en una reunión de esta misma ciudad, Erika y su esposo Christian convivían con otras parejas y familiares, al quedarse solos, él comenzó a ofenderla asegurando que tenía otra pareja, luego de aventar sillas y mesas, tomó un cuchillo y lo aventó a su pareja, no logró agredirla y fue cuando ella tomó el arma blanca lo aventó de regreso y causó una herida en el hombro izquierdo; por lo que debió trasladarlo a un hospital.
Al darse a conocer el deceso de quien fuera policía municipal, ella fue detenida con prisión preventiva, transcurrió más de un año hasta que este martes, cuando, ayudada por un grupo de jóvenes estudiantes que sin recibir nada a cambio, le otorgaron su libertad.
En noviembre del año pasado, un grupo de cinco estudiantes de la Facultad de Jurisprudencia y un abogado egresado de la misma institución conocieron el caso de Erika, les estremeció su situación pues su caso había avanzado, pero lamentablemente iba en desventaja.
“Conocimos a Erika, pero ya al final, digamos estaba avanzado el caso, tuvimos un primer juicio donde no pudimos abordar la perspectiva de género porque no había un peritaje, por suerte ese juicio fue declarado nulo, en el lapso donde íbamos a reponer el juicio buscamos pruebas de la violencia de género y nos pusimos a trabajar”, dijo el grupo de estudiantes a VANGUARDIA.
Ese fue el momento indicado para comenzar de nuevo a presentar pruebas con perspectiva de género que probaran que fue un homicidio en legítima defensa porque Christian estuvo a punto de matarla.
“Lo que hizo fue defenderse y al defenderse lo mata a él”, aseveró Carlos Castro abogado coordinador del grupo de jóvenes.
El hecho de que el juicio contaba con perspectiva de género, le dio más sentido a las pruebas que tenía la Fiscalía General del Estado, pues ellos tenían la certeza que había sido un homicidio a “sangre fría” pero al mostrar el otro lado de la situación, las mismas pruebas de la dependencia resultaron a favor de la joven.
“La Fiscalía tenía manchas de sangre en el cuchillo, una herida en el cuello y eso se fue dando tiempo de que en la narrativa que ella daba al decir: es que me estaba pegando y me estaba ahorcando, pues era cierto, por que antes no era creíble que de la nada un cuchillo llegara al cuello de una persona”, puntualizó.
Aunado a ello presentaron un peritaje de una especialista de la Facultad de Psicología que estudio el momento de los hechos, pero también todo el contexto de violencia que vivió la joven durante los siete años de relación, indicó que sufrió violencia de género y que fue atacada el día que mató finalmente a su esposo.
Al filo de las 16:00 horas de este 9 de julio, se dio la sentencia absolutoria a Erika, no podía asimilarlo, pero llena de lágrimas de felicidad corrió junto a su madre y sus hijos al saber que había quedado en libertad.
Darío García, Mónica Flores, José Ángel Sifuentes, Nadia Jiménez Rodrigo Cárdenas, acompañados del abogado Carlos Castro con su desempeño en leyes, lograron obtener la sentencia a favor de su víctima, esto siento apenas estudiantes de decimo semestre de la Facultad de Jurisprudencia en la Universidad Autónoma de Coahuila.
Los jóvenes aseguran que en el caso ayudo mucho que el tribunal lo integraron tres jueves que son peritos en perspectiva de género y pioneras en el tema María Luisa Valencia, Griselda Castellanos y María Leal Cota.
POR 2DA OCASIÓN, CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Un día les surgió la idea de ayudar a reclusas con casos complicados, pidieron apoyo a autoridades y acudieron al penal de Torreón. Un día al entrevistarse con ellas conocieron a Liz, era una joven de 27 años de edad que había asesinado a su esposo tras ser violentada, ella pasaba su proceso de investigación y en la audiencia intermedia y obtuvieron el primer sobreseimiento (suspensión del procedimiento judicial) con perspectiva de género en el estado. Fue liberada en septiembre del 2018.
Ambas jóvenes, habían sido incitadas por sus abogados de oficio y particular a que aceptaran su culpabilidad para disminuir su sentencia, ambas podrían pasar de 18 a 35 años en prisión.
“Las dos chicas salieron diciéndonos gracias por que les ayudamos, pero en realidad nosotros damos gracias a ellas por que confiaron en nosotros, porque somos estudiantes que en realidad no tenemos mucha experiencia ni mucha práctica y nos dieron la confianza”, aseguró Nadia Jiménez.
“Teníamos la certeza que era justo que salieran, pero entre lo que es justo y el sistema de justicia o a veces hay un abismo o hay dos centímetros de distancia” dijo Rodrigó Cárdenas estudiante de Jurisprudencia.