Las dificultades para preservar la arquitectura antigua del Centro de Saltillo
Factores como la negligencia de los propietarios, la falta de un programa integral de mantenimiento y de incentivos para la conservación, tienen al borde del colapso a las casonas del Centro Histórico de Saltillo.
En días recientes, una casa en la calle Ateneo fue demolida para ampliar el estacionamiento de la Clínica Santa Teresa, dejando en pie solo la fachada. En abril del año pasado, otra casa antigua en el barrio Águila de Oro fue demolida para construir un Oxxo.
TE PUEDE INTERESAR: Con talleres, atención médica y escucha, DIF Saltillo extiende red de apoyo a adultos mayores sin familia
En mayo de 2023, una casa de estilo americano en la calle Victoria fue demolida para dar paso a un negocio de materiales de manualidades que sigue sin construirse. Desde 2021 hasta 2023, se demolió el edificio que albergó la Sociedad Manuel Acuña para construir un estacionamiento.
De acuerdo con Luis Alejandro Jaime, propietario de una casona en el primer cuadro de la ciudad, los dueños de estos inmuebles enfrentan retos como el pandillerismo, la falta de educación de las personas que dejan basura en el Centro y la negligencia por parte de las autoridades municipales.
“La negligencia del municipio se refleja en pocos árboles o áreas verdes, banquetas levantadas, cloacas destapadas, luminarias descompuestas, y baches en las vialidades. Estacionarse es un desafío, aunque idealmente buena parte del centro debería ser exclusivamente peatonal. Eso implica inversiones fuertes en infraestructura y transporte público de calidad que no se vislumbran en el horizonte”, apuntó el propietario.
Jaime apuntó que, aunque la responsabilidad de la conservación de estos inmuebles es compartida entre el gobierno y la iniciativa privada, la carga principal la tiene el propietario.

“Veo cientos de construcciones muy atractivas con alto potencial que están totalmente abandonadas, la mayoría por mera indiferencia, algunas por cuestiones monetarias, y otras tantas por disputas legales”, dijo.
Agregó que las antiguas casonas requieren –al igual que una construcción moderna– de un programa de mantenimiento regular que incluya reparación de techos y pintura de fachadas.
TE PUEDE INTERESAR: Coahuila: aumentan 60 por ciento delitos con armas de fuego
Para Jaime, en Saltillo no existe una cultura en el sentido de la conservación y “los reglamentos valen lo que el papel en el que están escritos”.
“Infinidad de propiedades están al borde del colapso por negligencia de sus dueños. Lamentablemente, las autoridades tampoco parecen interesadas en incentivar en ellos un cambio de actitud con programas integrales, subsidios o descuentos fiscales”, señaló.
PLUSVALÍA AUMENTA, DERRIBAR ES UN CRIMEN
De acuerdo con el propietario de la casona, cada década crece el atractivo por la zona centro y, en ese sentido, la plusvalía, factor en el que influye el hecho de que el crecimiento horizontal de Saltillo ya sobrepasó sus límites ideales tanto en distancia como en disponibilidad de agua, seguridad, servicios públicos y movilidad.
“Afortunadamente, las últimas dos administraciones locales de Manolo Jiménez y José María Fraustro realizaron cambios importantes en el primer cuadro de la ciudad, peatonalizando un par de calles y embelleciendo espacios con parques y monumentos. Esto atrajo más comercio, turismo y vivienda al centro, detonando un boom como no se había visto antes”, declaró Jaime.
Sin embargo, también apuntó que queda mucho por hacer, pues hay inmuebles que requieren intervención física inmediata por parte de sus propietarios. En este sentido, señaló que, al ser un tema controversial por la presión demográfica a mediano plazo, la vivienda vertical en esta zona valdría la pena analizarlo a través de foros y consultas.
Declaró también que, al hablar de edificios históricos, los dueños pierden toda capacidad de decisión cuando de demoliciones se trata, pues consideró que no es un asunto de un particular, sino de una sociedad en su conjunto.
TE PUEDE INTERESAR: Refuerzan vigilancia durante Semana Santa en ejidos y viacrucis, en Saltillo
“Es un crimen derribarlos y existe una obligación moral para repararlos y conservarlos. En todo caso podrían vender, pero nunca destruir como ya ha sucedido infinidad de veces. Es indispensable asesorarse con expertos y arquitectos locales que sean capaces de realizar modernizaciones ‘suaves’ y no agresivas, respetando siempre los lineamientos municipales y preservando la esencia misma del inmueble para que generaciones futuras sean testigos de estas formidables estructuras”, comentó.
Añadió que, en ocasiones, este balance es difícil de lograr, aunque en el Centro Histórico no es posible una transformación radical de los edificios, sino que se tiene que ser conservador por naturaleza y respetar lo que ahí abunda. “¡Precisamente es ese el atractivo visual, cultural y patrimonial de la zona!”, dijo.

AGILIZAR INTESTADOS, CRÉDITOS Y SANCIONES
Para Jaime, existen diversas acciones que se deberían realizar para garantizar la conservación de los inmuebles históricos, siendo la agilidad de los inmuebles intestados el primero de ellos.
En segundo lugar, comentó que es importante que el Infonavit extienda créditos a casas de adobe, pues consideró inexplicable que excluyan construcciones elaboradas con un material que es barato, sustentable, térmico, natural, duradero y atractivo.
“Tercero, simplificar trámites porque son ridículos en algunos puntos, y reducir tiempos de autorización en Desarrollo Urbano, de la mano con el endurecimiento de sanciones para quien viole los códigos de construcción con cárcel si es necesario para poner el ejemplo”, indicó.
Incluso consideró que, para aquellos que tumban casas sin el debido proceso, debería aplicar una inhabilitación automática de permisos de construcción de al menos diez años en ese terreno, para desalentar en principio la simple idea de derribar sitios históricos.
TE PUEDE INTERESAR: Saltillo: advierte Protección Civil sobre riesgos por cambios bruscos de temperatura
Además, consideró importante que exista la implementación de programas efectivos para mejorar fachadas, limitando la paleta de colores neutros permitida. Esto debería ir acompañado de cursos y talleres de remodelación haciendo sinergia con firmas de construcción y arquitectos de buena reputación para los habitantes del primer cuadro sobre cómo proceder sin desvirtuar el estilo de los inmuebles tradicionales de Saltillo.
“Conforme el gobierno muestre interés en el centro histórico, lo harán en la misma medida los particulares con la llegada de nuevas inversiones y desarrollos. Solo que se debe proceder con cautela para evitar una gentrificación acelerada y profunda como en muchas otras orbes del mundo, lo que lleva a una mayor desigualdad social”, apuntó Jaime.
COMENTARIOS