No existen los derechos humanos en rutas de la migración: Obispo de Saltillo, Raúl Vera

Saltillo
/ 1 agosto 2019

El Obispo hizo un llamado para dejar de lado el cristianismo de ritos

En el cuarto día del novenario del Santo Cristo, el obispo Raúl Vera López llamó a la feligresía a dejar al cristianismo de ritos y a actuar en pro de la humanidad, que es la única manera de conocer a Cristo, tocando la carne del prójimo. “Hace falta compasión”, señaló.

Durante la homilía habló sobre las cosas que ha conocido y han trabajado junto con el equipo de la Diócesis de Saltillo. Mencionó la situación de las rutas de migración de México, en donde los derechos humanos prácticamente no existen.

En días anteriores, el sacerdote y activista Pedro Pantoja señaló que las prohibiciones migratorias en las que entra Estados Unidos junto con México, incentivan el uso de rutas clandestinas.

“En estas rutas se puede hacer lo que sea con los migrantes. El primer contacto que hicimos fue con unos muchachos que siguieron a una mujer desde el sur del país, para hacer un documental sobre la migración.

“La mujer se acostaba a las 11:00 de la noche para trabajar en un molino y se despertaba y a las 02:00 de la mañana para preparar todo.

“Su esposo tuvo un problema y necesitaba una operación y no sabía qué hacer. Decidió migrar hacia Estados Unidos. Quién sabe cuántas violaciones había pasado desde que llegó”, narra.

Ante esto y muchas de las injusticias que se viven en México, el líder de la Iglesia en Saltillo criticó el cristianismo de ritos y llamó a conocer el Cristo de carne, actuando sin prejuicios ni con el corazón sucio.

Recordó que el Papa Francisco llamó a conocer la “carne” de Cristo saliendo a las calle y eliminar las periferias existenciales. 

“Cómo vamos hacer fraternidad así de lejecitos. Cómo vamos a ser próximos, llenos de prejuicios y de marañas en la cabeza. En la Iglesia a veces somos los peores”, reprocha.

“Si no tenemos el corazón libre de todo lo que nos obstaculice el amor, es corazón sucio y no alcanzamos a ver a Dios. Sobre todo cuando lo tenemos lleno de ambiciones y de condicionamientos”, advirtió.

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