‘Se puede ser poliamorosa, honesta y con responsabilidad afectiva’; Melely, orgullosa saltillense de la comunidad LGBT

Coahuila
/ 1 junio 2024

Desde una infancia marcada por la confusión sobre su identidad y género, hasta llegar a la adolescencia, experimentó diversas revelaciones que la ayudaron a entenderse y aceptarse tal como es

Bisexual y poliamorosa, pero siempre honesta y con responsabilidad afectiva en su toma de decisiones. Así se define Melely, quien en la infancia vivió la incertidumbre y el desconcierto sobre quién era, hasta que al paso de los años experimentó varias “revelaciones” que fueron iluminando su andar para ser feliz y aceptando quién es; ha vivido llena de amor bien correspondida, con la familia, les amigues y parejas.

Desde que recuerda, vestía de tenis, botas y “chingos y chingos de gorras, por eso andaba con el cabello corto metido dentro de una cachucha y pantalones de pata de elefante y en ese tiempo mi papá me empezó a llamar Alfredo, la verdad es que yo no entendía mucho por qué, me parecía algo divertido, pero la que se volvía loca era mamá; fui su primera hija, se llenaba de ganas de llenarme la cabeza de moños, de ponerme vestidos con olanes y calcetas, Las pocas veces que lo logró, Alfredito siempre salía a relucir”.

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“En la escuela me decían niña, niña rara, pero papá se empeñó en vestirme como él me quería ver, como un niño. Para hacerlo más confuso, en mi familia compartir con gente de la comunidad es muy normal, el mejor amigo de papá, conocido como La Martina, fue un fabuloso homosexual con el que tuve gusto de convivir durante su vida”.

$!Ella refleja la importancia del amor propio y la aceptación de la diversidad en todas sus formas, abrazando su identidad única y auténtica.

En una ocasión fueron a la playa, y ahí estaba el amigo, en la arena bailando con una falda flamenca la canción Fiesta, de Raffaella Carrá. En ese momento tuvo su primera revelación. Si él era un hombre que podía vestir de mujer, ella podía ser una mujer que se vestía de hombre y eso no la convertía en tal.

“Respiré de alivio, siempre me ha gustado ser mujer, a pesar de no ser el epítome de la feminidad. Me encontré a mí misma cuando dejé de intentar ser lo que los demás querían que fuera, me di cuenta que con ese pequeño acto de decidir qué quería ser y cómo me quería ver, comenzaba la historia de amor más bonita que he vivido, que sigo viviendo hasta ahora, la historia de amor propio”.

Decidida a ser mujer, entró a la pubertad, le empezaron a gustar los niños y tuvo novios, a los 14 años anduvo con dos, pero tenía remordimiento porque desde muy chiquita entendió que la infidelidad era algo muy malo, pero qué iba a ser si en verdad estaba muy enamorada de los dos. Esa fue su segunda relevación.

“Tengo la capacidad de amar a más de una persona a la vez, soy poliamorosa, en ese tiempo no decía nada, solamente moría de frustración cada vez que conocía a alguien nuevo, interesante, divertido y yo no podía hacer nada. Esto cambió cuando conocí a Sofi, tremenda mujer mayor que yo, unos ojos verdes y un cabello chino, rubio, fanática de Star Wars”.

$!Melely, durante su adolescencia, descubrió su capacidad de amar a más de una persona, una revelación que le permite vivir sus relaciones con honestidad y apertura.

En una ocasión, conversando por Messenger, Sofi le preguntó si era como los vampiros y ella le respondió “pues, chupo sangre, me gusta la oscuridad, pero no muero con la luz del sol. ¿O a qué te refieres?”. Leyó la palabra bisexual.

“Le dije que sí, algo que nunca antes en mi vida me había cuestionado y me salió tan natural, tan del alma que, en ese momento, cómo no lo vi antes, tuve mi tercera revelación, ¡también me gustan las morras! Más de dónde elegir. Aunque en ese momento yo tenía otra relación, la verdad que a él no le importaba que también saliera con ella y, sin saberlo, comencé a vivir mi primera relación no monógama, mi primer beso con otra mujer me lo dio ella”.

“En ese momento, lejos de sentirse extraño o fuera de lugar, me hizo darme cuenta que el amor existe en tantas y tan variadas formas, todas y cada una igual de hermosas, pero que nunca podremos apreciarlas a plenitud si no nos amamos primero a nosotros mismos. En ese momento decidí ser tan exótica, tan extravagante, tan fuera de la norma, tan rara, tan yo”.

Dice tener corazón de condominio, le gustan todes. “Todes tenemos la libertad de elegir nuestra sexualidad, eso sí, con responsabilidad afectiva, pero ¿cómo si la responsabilidad afectiva es la base toda relación saludable? Simplemente es aceptar y asumir que todas nuestras decisiones tienen repercusiones en las personas con las que nos relacionamos. En pocas palabras, no se pasen”.

Ser bisexual no significa ponerle los cuernos al novio con una chica, ser poliamorosa tampoco significa que va a tener un harem. “La vida es tan corta y efímera como para vivirla haciendo algo que no te gusta o con lo que no te identificas. Lo más importante es que tu misme aceptes y abraces a quien has decidido ser”, concluye.

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