Sobreviviente de cáncer toca por primera vez la campana de la salud en IMSS Saltillo (video)
COMPARTIR
Esther Leticia Natividad de la Cruz se convirtió este jueves en la primera sobreviviente de cáncer en tocar la campana que anuncia la conclusión de su tratamiento oncológico.
La campana fue colocada apenas el pasado mes de junio en la Unidad Familiar número 89 del Instituto Mexicano del Seguro Social de Saltillo, ubicada al oriente de la ciudad, en el área del Centro Metropolitano.
Con la emoción a flor de piel que podía observarse en unos ojos cristalizados por las lágrimas, Esther Leticia agradeció a Dios, a su familia y al personal médico y de enfermería por el acompañamiento durante el tratamiento que comenzó en 2017, cuando la fibrosis quística que presentaba se complicó.
Uno de los nódulos de agua se convirtió en cáncer, e inició su tratamiento con la idea de que iba a morir. “Lo primero que pensé fue lo que no queremos pensar, muerte, inmediatamente. No voy a estar para mi familia”, se dijo.
El temor no lo externaba para evitar preocupar a sus familiares, quienes sentían lo mismo y tampoco se lo confesaban. En el IMSS, el personal médico y de enfermería la recibió amorosamente, la acompañaron en la biopsia, el estudio que determinaría que el nódulo era cáncer. En cada consulta le repitieron que las personas en la actualidad ya no mueren por cáncer.
La detección del cáncer de Esther Leticia fue muy a tiempo, su tratamiento no llevó quimioterapia canalizada, ni radioterapia, pero sí medicamento que le provocaba los mismos malestares que otras pacientes tienen cuando se someten a los tratamientos más agresivos.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Quién resuelve los charcos de aguas negras en Saltillo? Agsal y Municipio ‘se echan la bolita’
Cuenta que su cabello no se cayó por completo, pero que cuando comenzó a tener huecos en su cuero cabelludo, fue compasiva con ella misma y dejó la preocupación por la estética de lado. “Al final de cuentas el cabello vuelve a crecer”.
“Si hay días que uno no tiene ganas de nada, se siente uno mal, no quieres saber de nada, pero me platicaban las enfermeras que era parte del proceso”, contó. Esther Leticia valora mucho el apoyo de su familia que aseguró fue fundamental durante su tratamiento. “Mi familia nunca me dejó, siempre estuvo conmigo echándome porras. ‘Vamos mamá, vas a estar bien’”.
La sobreviviente de cáncer aseguró que en los momentos anímicos más difíciles, su familia fue el motor de impulso. “De repente cuando me daba así, decía, es que me tengo que levantar, tengo que echarle ganas por las personas que me están apoyando y eso fue el motor para seguir adelante”.
También dijo que en el camino conoció compañeras que no concluyeron sus tratamientos, tanto porque su vida se apagó, como porque desistieron, algo que para ella nunca fue opción.
Confesó que cada visita al médico para revisión, análisis o estudios le eran complicados. Su mente llegaba a jugarle en contra y daba paso a la angustia y la preocupación de que la enfermedad podía regresar.
“La angustia de saber como va la salud, el estrés de que ya me tengo que hacer estudios, ya me tocan los estudios; ¿qué irá a salir?, siempre fue un eso en los meses que eran de chequeo. Eran los meses que más angustia pasa uno y se le hacen a uno más difícil mientras llega la cita”.
Esther Leticia aseguró que cada vez que salía de consulta y el médico le extendía por más meses la nueva revisión, agradecía a Dios la oportunidad. Hoy, sabe que tiene una misión de vida y espera poder dar testimonio a otras mujeres pacientes de cáncer para que sepan que recobrar la salud es posible.