Viable potabilizar agua de las presas para consumo humano en La Laguna

Torreón
/ 9 julio 2018

El gerente regional de la Comisión Nacional del Agua, Oscar Gutiérrez Santana, señala que la propuesta es factible siempre y cuando haya voluntad de todos los sectores involucrados, como lo son el gobierno federal, los gobernadores de Coahuila y Durango

Potabilizar el agua de las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco para el consumo humano, como lo propone el alcalde Jorge Zermeño Infante, es viable, asegura el  gerente regional de la Comisión Nacional del Agua, Oscar Gutiérrez Santana.

La propuesta es factible siempre y cuando haya voluntad de todos los sectores involucrados, como lo son el gobierno federal, los gobernadores de Coahuila y Durango así como los alcaldes de la zona metropolitana de La Laguna, señaló el funcionario.

Manifestó que el almacenamiento de las presas es suficiente para atender la demanda que se requiere en toda la región, de al menos seis metros cúbicos por segundo, unos 180 millones de metros cúbicos al año, cuando ambas presas captan más de 2 mil 500 millones de metros cúbicos.

Lo más adecuado sería combinar el consumo humano y el ciclo agrícola, abastecidos por el agua rodada de las presas, dejando como reserva los pozos de abastecimiento para garantizar con esto la recarga del acuífero principal de La Laguna.

La semana pasada, el alcalde Jorge Zermeño se pronunció a favor de la potabilización del agua del río Nazas como la mejor alternativa de solución para terminar de manera definitiva con los problemas de abastecimiento del vital líquido en las ciudades de la Comarca Lagunera.

Dijo haber platicado el asunto con el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, quien ha coincidido en cuanto a la pertinencia que tendría la ejecución de un proyecto de tal naturaleza, esto a partir de una idea que ya se ha intentado promover en el pasado.

Hay quienes creen que la realización del proyecto que se plantea pudiera implicar una inversión de alrededor de los cuatro mil millones de pesos, sobre todo porque luego de tratar el agua tendría que ser canalizada a las ciudades mediante una tubería de conducción a una distancia de 60 kilómetros.

Sin embargo, Zermeño Infante sostuvo que en realidad no resultaría tan costoso, dado que el agua del río es casi potable, de manera que no puede ser tan costoso tratarla para que sea apta para el consumo humano.

De hecho, sería mucho más caro construir una planta de tratamiento de aguas residuales, advirtió.

 

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