Tras pandemia, perciben aumento en adicción a la pornografía en Saltillo
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A partir de la pandemia por COVID-19, la sexóloga saltillense Lucía Rodríguez ha detectado un aumento en el consumo de pornografía y la adicción a la misma.
En entrevista para VANGUARDIA, expresó que si bien el aumento ha sido progresivo, a partir de la cuarentena hubo un “boom” en los casos, principalmente de jóvenes e incluso niños.
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“Sí hay muchos casos, sobre todo de jóvenes, que llegan a terapia y mencionan que ellos consideran que ya tienen una adicción porque se les está yendo de control”, explicó.
Rodríguez, quien tiene una especialidad en sexología educativa, agregó que tras el aislamiento, niños, niñas y adolescentes tuvieron más oportunidad de estar virtualmente y eso les facilitó el acceso a la pornografía, que además de ser de acceso gratuito y estar disponible a cualquier hora del día, no tiene ningún filtro de edad.
Explicó que aunque algunas páginas piden verificar que el usuario es mayor de 18 años, no hay ninguna protección para que los niños puedan acceder, pues es cuestión de solo asegurar que tienen esa edad apretando un botón.
Detalló que ha atendido a jóvenes entre los 15 y los 25 años, aunque habría que hacer un estudio para determinar exactamente el rango de edad en el que aumentaron los casos.
Por su parte, Karla Valdés, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), agregó que la pornografía es una de las problemáticas en las que la tecnología ha jugado en contra.
“Hemos visto que cada vez más niños, niñas y adolescentes tienen acceso más sencillo a cuestiones de pornografía y esto es algo bastante grave porque si el niño lo hace y no lo comunica con los adultos, se puede quedar con ideas equivocadas, puede continuar con el consumo, o puede empezar a sentar las bases para esta futura adicción”, añadió.
Rodríguez mencionó que es común que los jóvenes acudan a terapia en situación de adicción o culpa por ver contenido pornográfico, principalmente cuando ocurren dificultades sexuales como disfunción eréctil o eyaculación precoz.
“Las personas están esperando que el encuentro sexual sea como lo han visto toda su vida en la pornografía. A esto le decimos cuando el objetivo de la pornografía llega a su fin, que es distorsionar la realidad de lo que sucede en la relación sexual”, agregó.
Valdés, quien fue directora de la Facultad de Psicología, explicó que una persona puede comenzar a detectar que existe una adicción cuando el consumo de pornografía afecta actividades cotidianas como su convivencia con otras personas o incluso su trabajo.
AFECTA LA IDEA DEL ENCUENTRO SEXUAL
En ese sentido, coincidió Karla Valdés, quien mencionó que la pornografía genera creencias irracionales en torno a cómo se debe vivir o cómo se vive la sexualidad en una relación de pareja.
“Piensan que hay que tener cierto tipo de prácticas o que se deben manifestar o presentar de ciertas maneras que luego, en su realidad, a veces no se cumple y esto genera frustración, malestar”, manifestó.
Valdés mencionó que desde la psicología, la adicción a la pornografía se estudia como una adicción conductual, porque no es una adicción a sustancias, pero que sí genera síntomas de abstinencia que pueden, a su vez, provocar efectos negativos en la salud física y emocional.
Por su parte, Lucía Rodríguez mencionó que aunque parejas o personas lo puedan consumir como un estímulo sexual, tiende a afectar la percepción sobre la idea del encuentro sexual si se consume con mucha frecuencia.
Añadió que este fenómeno aumenta cuando se trata de un menor de edad o un joven que no ha recibido suficiente educación de la sexualidad para entender a qué se está exponiendo.
Valdés coincidió con Rodríguez respecto a las expectativas que genera la pornografía respecto a las relaciones sexuales que terminan afectando las interpersonales e incluso generando sentimientos como ansiedad, culpa o sintomatología depresiva cuando no se cumplen.
“Las adicciones están cubriendo algún tipo de necesidad que tenemos como individuos y que a veces la llenamos de manera excesiva con este consumo”, explicó Valdés.
¿EXISTE UN CONSUMO RESPONSABLE?
A ambas expertas se les consultó respecto a si puede existir un “consumo responsable” de la pornografía, como se maneja en otro tipo de consumo que genera adicciones, particularmente cuando se trata de azúcar o alcohol.
Lucía Rodríguez expresó que si bien desde la sexología se percibe a la pornografía como una expresión válida y personal, es importante entender que detrás de la pornografía hay una industria que genera mucho dinero con producciones que podrían funcionar a través de trata de personas, abusos o prostitución.
“El contenido al que estamos acostumbrados a ver en la pornografía, en su mayoría tiende a ser muy violento, a cosificar a las mujeres y a objetivizarlas. Sí hay producciones que pueden ser muy dañinas y que si se consumen, va a continuar”, explicó.
Por su parte, Valdés expresó que hay quienes defienden a la pornografía como una vía de exploración de la sexualidad en la pubertad, un consumo que puede utilizarse para el disfrute del cuerpo a través de la masturbación.
No obstante, detalló que para hablar de un consumo responsable se tiene que tomar en cuenta que los jóvenes tienen que tener claridad en que lo que consumen es falso, es ficticio, está armado.
“Será responsable en la medida en la que se pueda consumir contenido que no tenga un elemento de violencia, de dominación, estereotipos y roles de género”, agregó.
Ambas expertas coincidieron en que ya se ofrecen producciones pornográficas con contenido menos distorsionado respecto a las relaciones sexuales en términos de pareja.
ROMPER EL TABÚ COMO PADRES
Lucía Rodríguez detalló que desde la sexología se recomienda que los padres traten el tema de la pornografía con sus hijos cuando se encuentran en la pubertad, es decir, entre los 10 y los 12 años, que es cuando comúnmente inicia su consumo.
Aclaró que si bien hay un despertar al contenido en edades más tempranas, es común que se deba a un abuso sexual de algún adulto que expuso a los menores a ese tipo de contenido.
Rodríguez mencionó que recomienda a los padres entrar al tema en algún punto ante la constante exposición que tienen a un mundo con violencia, maltrato, guerras, discriminación y por supuesto, pornografía.
En ese sentido, Valdés explicó que las escuelas, principalmente las particulares, están haciendo esfuerzos para primero llevar la información a los padres de familia que comúnmente tienen temor a que se aborde el tema de la sexualidad con sus hijos.
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Mencionó que es común que los adultos no quieran que a sus hijos se les hable de ciertos temas porque luego sus hijos vayan y les pregunten en casa y esto les preocupa, o bien piensan que al tocar estos temas se están abriendo a que sus hijos inicien su vida sexual a más temprana edad y resulta todo lo contrario.
“Los estudios han demostrado que un niño, una niña, un adolescente que tiene más información probablemente va a tener más precauciones, va a tener más cuidados y va a iniciar su vida sexual mucho más tarde”, explicó.
Por lo anterior, mencionó que cuando a un infante se le habla acerca de su cuerpo y sus partes privadas, se les puede ayudar a identificar que no está bien que un extraño las vea o las toque.
“Los estamos protegiendo de posibles abusos sexuales que yo creo que ningún padre de familia quisiera que su hijo pasara por una situación tan lamentable”, indicó Valdés.
“Los niños van a estar completamente expuestos, por más control que tengamos, pues que si se van con el amiguito, la amiguita, a la pijamada y demás, de alguna manera van a tener acceso y qué mejor que nosotros como papás podamos desde antes mencionarles acerca de la pornografía”, señaló Rodríguez en ese sentido.
Añadió que es común que como adultos se satanice a la pornografía y por lo tanto se evite tratar el tema cuando las infancias tienen derecho a información adecuada, clara y científica del tema que poco a poco permita formular su propio criterio.
“Esa es una de mis más grandes recomendaciones, no tenerle miedo al tema, qué mejor abordarlo antes que ellos, porque quién sabe dónde vean el contenido o que alguien más les explique el tema”, puntualizó.