Fernando Valenzuela: 34 años de la fiebre

Deportes
/ 28 septiembre 2015

Considera como el partido más importante el que lanzó el 9 de abril de 1981 con el que se desató la Fernandomanía

México, DF. El número 34 acompañó a Fernando Valenzuela durante gran parte de su carrera en Estados Unidos, y hoy se cumplen 34 años del juego, que él considera como el más importante en su carrera y con el que ganó elogios de leyendas como Sandy Kouffax y Nolan Ryan. Desde su salida de Dodgers en 1991, nadie más ha portado el 34, aunque oficialmente no se ha retirado.

En 17 temporadas en Grandes Ligas, tuvo nueve participaciones en playoffs, un partido completo en  Serie Mundial,  un sin hit ni carrera y cinco apariciones en Juego de Estrellas.  Pero para El Toro su máximo logro es la primera apertura en Grandes Ligas, el 9 de abril de 1981, en el primer juego de la temporada frente a Astros de Houston.

    A mí me tocaba lanzar el tercer juego, pero hubo lesiones de dos pitchers (Jerry Reuss y Burt Hooton), me pusieron para la apertura de la temporada y ahí empezó todo. Para mí çése es el juego más importante de mi carrera, recordó Valenzuela en entrevista con Excélsior.

Si no hay un buen Openning Day, no hay buena temporada y no hay una Serie Mundial. Eso me valió mantenerme, agregó el sonorense, quien ese día, en Dodgers Stadium, lanzó  blanqueada, de  cinco hits, con cinco bases y dos ponches.

Valenzuela fue comprado por Dodgers en 1979 y en septiembre de ese año jugó en Clase A.

En 1980 llegó a Doble A y en septiembre, casi contra su voluntad llegó a las Mayores.

Es algo curioso porque estábamos en playoffs de ligas menores y el manager, Don LeJohn, me dice que voy a Grandes Ligas, y yo le digo que no, que yo quiero ser campeón con el equipo, que mande a alguien más, y él me dice que no, que me quieren a mí, recordó entre risas.

    Uno siempre quiere avanzar, pero la verdad es que yo no me esperaba que fuera tan rápido, sentí que cerré los ojos y desperté en Los Ángeles.

Debido a su gran presentación,  en 1980, donde no permitió carrera limpia en 10 relevos con Dodgers, llegó a la primavera de 1981.

    Creo que la clave es trabajar, sin estar pensando si te vas a quedar o no, porque a final eso no le controlas tú.

 Valenzuela ganó un puesto como abridor, y tras las lesiones, tuvo la oportunidad de abrir la temporada.

El sonorense tuvo obstáculos, uno de ellos fue el idioma.

    Fue un gran problema al principio con el idioma, pero para jugadas y eso no tenía problemas. Scioscia y LaSorda, hablaban poco español. Era suficiente, recordó.

Hubo un momento en que, con corredor en tercera, (Mike) Scioscia, pidió el screwball, que se fuera al suelo para buscar dominar al bateador y le dije que era peligroso, pero él me dijo que le dejara hacer su trabajo y funcionó.

Tras su victoria, Valenzuela acaparó los reflectores y figuras como Sandy Koufax, y Nolan Ryan hablaron de él.

    Es un lanzador natural. Su talento es ilimitado, señaló el máximo ídolo de Dodgers.

    La serenidad y la confianza en él mismo es una cosa increíble, señaló Ryan.

A partir de ese día, se desató la Fernandomanía. Ese mismo año se consolidó con los premios de Novato del Año, Cy Young y la Serie Mundial.




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