Judge va por todo con Yanquis en Grandes Ligas

MILWAUKEE.- Aaron Judge está cada vez más cerca de hacer historia, un hecho que será cada vez más aparente por la atención que lo acompañará en cada turno durante el resto de la temporada. Los cantos de “¡M-V-P!”, las ovaciones y los cumplidos de compañeros y rivales: todas son señalas de que algo especial está por venir.

Sin embargo, la única persona que parece no haber cambiado nada a pesar del éxito de Judge, es el propio Judge, el hombre que se para en la caja de bateo, día tras día, soltando conexiones trepidantes y buscando leyendas. Judge conectó el domingo sus jonrones 58 y 59 de la temporada durante la victoria 12-8 de los Yanquis sobre los Cerveceros el domingo, poniéndose a sólo dos cuadrangulares del récord para la Liga Americana de MLB en poder de Roger Maris.

“No es difícil si tu enfoque y tu objetivo principal es salir al terreno a ganar el juego”, dijo Judge. “Los números simplemente son números. Estoy enfocado en hacer todo lo que pueda para ser un buen compañero y ayudar al equipo a ganar. Si eso significa batear un jonrón, pues significa batear un jonrón, pero nunca ha sido mi enfoque”.

La caza del récord de Maris ha sido una de las grandes historias de la temporada este año, especialmente en la segunda mitad. El ambiente promete ser electrizante desde el martes en el Yankee Stadium, con Judge y los Yanquis de regreso en casa para enfrentar a los Piratas con todas las miradas puestas sobre el portentoso cañonero.

“Debería ser algo realmente especial”, dijo el manager Aaron Boone. “Obviamente estamos en medio de la pelea por el banderín, y Judge está sentado donde está. Va a ver un ambiente especial cada vez que se pare a batear. Yo viví en eso en la Central de la L.N. jugando contra Sammy (Sosa) y (Mark) McGwire en 1998. Siempre era un evento.”

Y la ofensiva de Judge es más que hacer swing de gradas. Con cuatro hits en cinco turnos el domingo, Judge está ahora bateando .316, un punto por detrás del venezolano Luis Arráez (.317) de los Mellizos y empatado con Xander Bogaerts (.316) de los Medias Rojas.

Dueño de una sustancial ventaja en la L.A. en los lideratos de jonrones y empujadas, ha elevado su promedio de bateo 20 puntos este mes para tratar de convertirse en el primer ganador de la Triple Corona desde el venezolano Miguel Cabrera en el 2012 y en el primer Yanqui en hacerlo desde Mickey Mantle en 1956.

“Es histórico”, dijo el derecho de los Yanquis, Gerrit Cole. “Es la temporada ofensiva más grandiosa que he visto en persona. Es maravilloso. Yo lo estoy disfrutando, de verdad. Es impresionante”.

El jonrón 58 de Judge en la temporada llegó en el tercer inning, un tablazo solitario ante Jason Alexander que salió del bate a 111.6 mph y viajó una distancia proyectada de 414 pies, según Statcast. Fue su primero desde el 13 de septiembre, cuando dio los números 56 y 57 durante un triunfo por 7-6 sobre los Medias Rojas en el Fenway Park.

“Yo espero que rompa el récord de los Yanquis”, dijo Brent Suter de los Cerveceros. “Simplemente no quería que lo hiciera hoy contra nosotros”.

Judge la botó nuevamente en el séptimo inning, un vuelacercas solitario ante el dominicano Luis Perdomo por el jardín izquierdo con una velocidad de salida de 110.3 mph y una distancia proyectada de 443 pies. La reacción de Perdomo lo dijo todo: evidentemente frustrado, el derecho sencillamente elevó los brazos.

“Ahora mismo, él está en su momento”, dijo Perdomo. “Cuando te equivocas contra él, se va a aprovechar de eso”.

Con 59, Judge tiene ahora la marca de más bambinazos en una temporada en la Liga Americana para un bateador derecho, pasando a Jimmie Foxx (1932) y Hank Greenberg (1938). El domingo fue, además, su 11mo juego de con más de un cuadrangular en el 2022, empatando a Greenberg (1938) y Sammy Sosa (1998) con la mayor cantidad en una campaña.

“Esto es algo que no se ha visto en esta época”, dijo el primera base de los Yanquis, Anthony Rizzo. “Es realmente impresionante y divertido. Yo sé que hay un debate sobre (Shohei) Ohtani y el JMV. Pero Judge, esta es su temporada.

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“El mundo ha cambiado desde que Maris persiguió y rompió el récord de 60 jonrones que había establecido Babe Ruth en 1927, cuando la atención que le prestaban narradores y periodistas de Nueva York ocasionó que Maris perdiera parte de su cabello. La televisión por cable no existía en esa época, por no hablar de los teléfonos celulares y las redes sociales.

Judge pareciera estar navegando sin problemas a través de todo ese ruido que generan el récord de Maris, la Triple Corona y cualquier otra potencial distracción. Su secreto es simple, centrar toda la atención en lograr que el equipo gane, el factor más importante para él.

“Yo apagó todo eso”, explicó Judge. “Trato de mantenerme lo más alejado posible de todas esas cosas. Si tienes un mal juego, van a decir algo. Si tienes un buen juego, van a decir algo. Yo simplemente me enfoco en lo que tengo que hacer aquí. Me enfoco en ayudar a este equipo. Las opiniones de mis compañeros y coaches, eso es lo que me importa a mí”.