Pagos ‘chiquitos’ de Dodgers superan los mil millones para siete jugadores
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Los Ángeles tiene obligaciones de pago diferidas que van desde 2028 hasta 2046. Una práctica que se da en Grandes Ligas para mantener su liquidez
El contrato de 182 millones con Blake Snell, anunciado el sábado, incluye 66 millones en dinero diferido que le pagarán de manera paulatina hasta el 1 de julio del 2046, según los términos del contrato obtenidos por The Associated Press.
El acuerdo de cinco años y 74 millones por Edman, anunciado el viernes, incluye 25 millones que le pagarán de forma diferida hasta el primero de julio de 2044.
Los Ángeles tiene obligaciones diferidas de 1.006.500.000 dólares con siete jugadores entre 2028 hasta 2046.
El salario promedio de Snell contará 31.4 millones de dólares anuales para la nómina de impuesto de lujo de los Dodgers y Edman aproximadamente 12,9 millones.
Snell recibirá un bono por firmar de 52 millones que se pagará el 25 de enero y un salario anual de 26 millones, de los cuales 13,2 millones serán diferidos al año. El dinero diferido se pagará en cuotas iguales cada 1 de julio entre 2035 y 2046.
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Los Ángeles tiene una opción condicional del club de 10 millones para 2023 que podría ejercerse si Snell sufre una lesión calificada según se especifica en el contrato y pasa 90 días o más consecutivos en la lista de lesionados debido a la lesión y no ha sido traspasado.
Si Snell es traspasado, recibiría un bono de asignación de cinco millones, que tendrá que pagar el equipo que lo adquiere.
Además se hospedará en una suite de hotel en los viajes.
Edman recibirá un bono por firmar de 17 millones que recibirá el 10 de diciembre, así como su salario de 5 millones el próximo año y 12,25 millones en cada una de sus últimas cuatro temporadas, de los cuales 6,25 millones anualmente serán diferidos. Los Dodgers tienen una opción de 13 millones para 2030 con un pago de rescisión de tres millones.
¿CÓMO SE LE ABONARÁ A TOMMY EDMAN?
El dinero diferido de Edman por cada año se pagará en tres plazos que recibirá cada 1 de julio:
— correspondiente a 2026, 2,5 millones cada uno en 2035 y 2036, y 1,25 millones en 2037.
— correspondiente a 2027, 1,25 millones en 2037, y 2,5 millones cada uno en 2038 y 2039.
— correspondiente a 2028, 2,5 millones cada uno en 2040 y 2041, y 1,25 millones en 2042.
— correspondiente a 2029, 1,25 millones en 2042 y 2,5 millones cada uno en 2043 y 2044.
Además, Snell y Edman harán cada uno una contribución caritativa del 1% de su salario.
Shohei Ohtani recibirá 680 millones desde 2034 hasta 2043 como parte de un contrato récord de 700 millones dólares y 10 años que expira en el 2033.
Mookie Betts recibirá 115 millones de su salario desde 2033 y hasta 2044 y los últimos 5 millones de su bono por firmar se le pagará entre 2033 hasta 2035, todo parte de un contrato de 365 millones y 12 años que termina en el 2032.
El primera base Freddie Freeman recibirá 57 millones entre 2028 y 2040 como parte del acuerdo de 162 millones y seis años que termina en el 2027.
El receptor Will Smith obtendrá 50 millones que le pagarán desde 2034 hasta 2043 como parte de un contrato de 140 millones y 10 años hasta 2033.
El jardinero dominicano Teoscar Hernández recibirá 8,5 millones desde 2030 y hasta 2039 como parte de un acuerdo del trato de 23,5 millones por un año en 2024.
DIFERIR LOS PAGOS, UNA PRÁCTICA HABITUAL
El término “dinero diferido” ha ganado protagonismo en las conversaciones sobre los contratos de jugadores en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB). Se trata de una estrategia financiera mediante la cual se pospone el pago de una parte o la totalidad del salario de un jugador para distribuirlo en varios años, incluso después de su retiro. Aunque el concepto parece simple, su implementación es mucho más compleja debido a las implicaciones económicas a largo plazo tanto para los jugadores como para las franquicias.
Un reciente ejemplo que ha encendido el debate es el contrato récord firmado por Shohei Ohtani, quien acordó diferir una parte significativa de sus ingresos: $680 millones de dólares. Este acuerdo, además de ser el más lucrativo en la historia del deporte, refleja cómo el dinero diferido está transformando la forma en que los equipos estructuran sus compromisos financieros con las estrellas del beisbol.
