Patinaje agresivo al puro estilo ‘Sam’: el niño que no le teme a nada
Con tan sólo siete años de edad, el saltillense Samuel Flores ya compite bajo el título de patinador profesional; su próximo certamen será en Aguascalientes
Los sueños, las metas y las ilusiones de crecer en el mundo deportivo y ser mejor día con día, no tienen obstáculos insuperables cuando se habla desde la pasión. Y, aunque en muchas ocasiones la edad se convierte en una de las “limitantes” más comunes de mencionar, Samuel Flores, un niño de siete años que de “pequeño” no tiene nada, ha demostrado con su increíble habilidad en el patinaje agresivo, que no es así.
Los retos que le representan los trucos al aire, así como en las rampas y en los barandales, son lo que motivan al joven saltillense a continuar forjando su -ya muy amplio- camino en lo que descubrió, es su pasión.
TE PUEDE INTERESAR: Hirving Lozano recibe una ‘jugosa’ oferta: el Chucky dejaría al Napoli para jugar con Chivas
A pesar de tener solo siete años, la carrera deportiva de “Sam”, como le dicen de cariño, está repleta de acción y se remonta, aunque parezca increíble, a unos años atrás.
Aunque su primer contacto con los patines llegó a los tres años, uno antes empezó a andar en bici, aprendió a usar la moto y a practicar jiu-jitsu; a los cuatro ya competía en bicicross y motocross.
Actualmente, además de los patines -que son su fuerte- también entrena bici de montaña y parkour.
NO SE ESCAPA DEL DESTINO
Su padre Humberto Flores, que es piloto de carreras de motos, declaró que, pese a que él encaminó a Sam a los deportes de dos ruedas, los patines eran su destino:
“Es lo que más lo hace feliz, yo lo encaminaba más a la bici y a la moto porque es algo que yo practico, pero en cuanto se puso los patines yo le vi su cara de felicidad... Uno como papá se da cuenta”.
EL ARRANQUE OFICIAL
El día del niño, Sam recibió sus patines y con ellos llegó a Rollersaurios, la academia donde conoció a su actual entrenador Josué Emmanuel González Estrada, de 27 años.
Al principio inició en la disciplina “downhill” aquella que se trata de bajar pendientes y en la que se utiliza otro tipo de protección.
Un año más tarde, cuando se percataron de sus habilidades, lo invitaron a practicar lo que hace hoy; convirtiéndose en el primer niño que tuvo escuela en la disciplina de patinaje agresivo. Cabe mencionar que, para ello tuvo que escalar distintos niveles: principiante, intermedio y avanzado.
Es así como inició su práctica de lleno.
González Estrada refirió que “Samuel es un niño muy valiente, muy creativo, muy resiliente y me gusta mucho que todo lo ve muy ‘como Sam’, él sabe cuando jugar, cuando ser disciplinado y a su corta edad eso sorprende mucho”, concluyendo con que le ve mucho potencial y un gran camino por delante.
¿QUÉ DICE SAM?
La sensación de libertad y estar en el aire, le provocan a Humberto Samuel “maripositas en la panza”, y es por ello que hacer los “grindeos” es su parte favorita de la práctica.
Aunque, en una ocasión Samuel tuvo una caída que lo “traumó”, al caerse y golpearse en el rostro, sabe que quiere continuar en el mundo roller durante mucho tiempo más, explicando que, si bien, intentó otros deportes, descubrió que los suyo es el patinaje: “me siento más libre, me siento mejor, siento mejores sensaciones”.
Su caída no fue motivo de desistir, ya que, platicando la anécdota que recuerda con mucho orgullo, compartió que, aunque se asustó al ver tanta sangre cuando cayó al bajar mal una rampa, solamente escribió su nombre con ella en el piso, se levantó y continuó.
Los límites en su pasión por el patinaje agresivo, no existen.
¡A COMPETIR!
Será el próximo septiembre cuando Samuel se presente en el torneo “Te agüitas” que año con año se realiza en Aguascalientes y que nació con el objetivo de llevar al “Roller freestyle” a instancias olímpicas -tal como se hizo con el Skateboarding- para que finalmente deje de considerarse un deporte urbano.
Esta competencia es federada, por lo que buscará sumar puntos en el ránking nacional, mismos que posteriormente le permitirían representar a Saltillo, Coahuila y, por supuesto a México, en competencias de carácter internacional.
MOTIVO DE ORGULLO
El reto más grande que Sam ha enfrentado, en palabras de su entrenador, ha sido “tener el nivel que tiene ahorita, a su edad”, detallando que “su manada” es de niños de 10, 13 y 15 años.
“No es muy común que un chico con la edad de Sam esté patinando en rampas, esté yendo a competencias nacionales, esté ya en una disciplina como tal”.
Su fuerte son las rampas, pues, él aprendió a verlas como si fuera patinaje lineal, lo que lo hace fluir muy bien y le permite hacer giros, llegar más alto y lograr más “trucos”.
NO EXISTE EL MIEDO
Uno de los consejos que el entrenador envió para todo aquel que quiera patinar pero que, por alguna razón un otra no se anima, gira en torno a perder el miedo y dejar, justamente, los “límites” ficticios de la edad a un lado. Con su experiencia, explicó que él inició a sus 21 años en este deporte:
“Sí se puede, siempre se puede. Siempre hay miedo, entonces, sí les da miedo patinar, patinen con miedo (...) si lo quisieron de niños, y lo están pensando de grandes, que lo empiecen de grandes, no pasa nada, que lo intenten. Yo tengo 27 y empecé a los 20-21 años”.
Agregó que las fracturas y las caídas no suceden muy a menudo y, con la esperanza de eliminar el tabú que existe alrededor de ello, aclaró que es más el miedo mental a las veces que realmente ocurren.
CON LA MIRA A LO MÁS ALTO
Samuel continúa forjando su carrera y cada día se enfoca más a ello. Su papá confesó que su hijo es un niño muy competitivo y que se motiva mucho a sí mismo a crecer.
Parte de esa motivación, también nace del reconocimiento que otros niños y patinadores, no sólo de la ciudad y del estado, sino, del país entero, tienen hacia él.
Es por ello, que cuenta con un perfil en Instagram donde publica su actividad en todos y cada uno de los deportes que practica.
COMENTARIOS