Suplementos, una verdadera "mina de oro"
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La industria de complementos alimenticios crece a un ritmo acelerado desde hace algunos años, y en 2022 el objetivo es llegar a un valor de mercado que supere $9 mil millones
México.- Lograr una sana alimentación es uno de los principales problemas que tienen los mexicanos, lo cual se ha visto reflejado en un elevado índice de obesidad. Para evitar tener este problema de salud algunos hacen lo posible por llevar una dieta, otros se inscriben a uno los más de 13 mil gimnasios que operan en el país, y millones más optan por consumir suplementos alimenticios, contribuyendo así a nutrir una industria que espera seguir creciendo a doble dígito en los siguientes años.
A grandes rasgos, un suplemento alimenticio es un producto que sirve para incrementar, complementar o suplir alguno de los componentes que se adquieren a través de la dieta diaria, dado que aportan nutrimentos como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas o minerales; sin embargo, hay que tener cuidado y saberlos distinguir de los “productos milagro”.
De acuerdo con datos de la agencia de investigación de mercado Euromonitor Internacional, en 2012 esta industria mexicana de suplementos alimenticios facturó 6 mil 990 millones de pesos, y se espera que cierre 2017 en 8 mil 222 millones, es decir, con un incremento de 37 por ciento; en tanto, la estimación es que hacia 2022 la suma llegue a 9 mil 245 millones de pesos.
Este sector ha crecido a buen ritmo y las expectativas son alentadoras; sin embargo, diversas organizaciones y empresas advierten sobre la desinformación o desconocimiento.
“Un suplemento puede ayudar a alcanzar diferentes objetivos nutricionales, pero el tema es contar con información clara, y esa es precisamente una de las labores que estamos llevando a cabo de la mano de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), dijo Octavio Moreno, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Suplementos Alimenticios (Anaisa).
El líder de la industria recordó que como consecuencia del dinamismo de los últimos años, las compañías que integran la asociación planean invertir 470 millones de pesos para investigación, desarrollo e infraestructura en el periodo 2017-2020.
“Las ventas de todas las empresas están subiendo, eso quiere decir que hay mayor demanda y le estamos haciendo frente”, destacó.
Octavio Moreno recordó que la mayoría de las compañías que operan en este mercado no son públicas, por lo que no comparten información detallada; no obstante, aseguró que entre 2012 y 2016 han facturado alrededor de 125 mil millones de pesos.
La industria de suplementos alimenticios tiene en Estados Unidos a su principal mercado; sin embargo, para el presidente de la Anaisa, México atraviesa por un momento ideal en la región, toda vez que es el segundo país más importante en cuanto a ventas, solo por debajo de Brasil.
Publicidad engañosa
Moreno destacó que un suplemento no es un medicamento, es decir, no sirve para tratar una enfermedad, dado que son productos hechos de complementos como vitaminas o minerales, lo que significa que no sirven para bajar de peso.
Añadió que dependiendo de las necesidades de cada persona, pueden servir para mantener el peso, incrementarlo con actividad física, o a balancear el régimen alimenticio.
Pese a lo anterior, son muchos los casos en los que los consumidores son timados con productos que ofertan una solución rápida a sus problemas de sobrepeso por medio de campañas de publicidad engañosa, las cuales enganchan fácilmente al promocionarse como suplementos alimenticios.
“No se trata de suplementos, pues contienen elementos que no están autorizados por la Cofepris. Es decir, no es un producto avalado por la autoridad”, reiteró.
Datos proporcionados por la Cofepris indican que en el período 2010-2017 se han asegurado más de 4 millones de piezas de los denominados “productos milagro”, y se han aplicado multas a las empresas distribuidoras por cerca de 40 millones de pesos.
México ocupa el primer lugar mundial de obesidad infantil y el segundo sitio en la categoría de adultos, solo después de Estados Unidos, según datos del Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
Lo anterior es un tema que llevó al gobierno mexicano a grabar en 2014 con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a alimentos y bebidas con alto contenido calórico, lo cual repercutió en varias industrias, incluida la de suplementos alimenticios.
“La definición del IEPS fue tan abierta que afectó a tantos como pudo. Estamos haciendo un esfuerzo para que nos apoyen en comprender que la finalidad de nuestros productos es complementar la alimentación con bajas calorías, altos nutrientes y pocas grasas, pero es un trabajo que tomará tiempo”, consideró.
Control
La Anaisa surgió en 2011 con el objetivo de aglutinar a todas las empresas que cumplieran con el marco regulatorio exigido por el gobierno, tanto en materia de publicidad como en etiquetas. Además de asegurarse de que todos sus productos fueran sometidos y aprobados por la Cofepris, de modo que sus suplementos estuvieran avalados y no representaran riesgos para la salud de los mexicanos.
Hasta la fecha, la asociación está integrada por 13 empresas, de las cuales, 10 comercializan productos terminados y tres más son productoras de ingredientes.
Las firmas son: Amway de México, Biofarma Natural CMD, Danisco Mexicana (Dupont), DSM Nutritional Products de México, Herbalife Internacional de México, Immunotec México, Maxiva, Nature´s Sunshine Products de México, Naturex Ingredientes Naturales, Schütze-Segen, Shaklee México, Omnilife de México y Usana México.
Para Francisco Rodríguez Lara, director general de la compañía Slim Fast, bajar de peso requiere de mucho compromiso y orientación, dado que la gente no sabe cómo comer y justo el éxito radica en que semanalmente los nutriólogos pesan, orientan, ayudan y siguen a sus clientes, es decir, los van acompañando en sus objetivos”.
La compañía dirigida a la clase media mexicana, que es el grueso de la población, cuenta con una gama de servicios para apoyar en sus objetivos a los clientes que desean bajar de peso; incluye alimentos que no tienen IePS y suplementos alimenticios que sí lo tienen.
Para Rodríguez, el enfoque de su negocio radica en atender solo a personas con problemas de sobrepeso, toda vez que aquellos con obesidad requieren de otro tipo de acompañamiento médico debido a que pueden caer en otras enfermedades como la diabetes.
“Lo más triste no es tanto para nosotros, como empresa bien constituida, sino para el usuario, en la desesperación por bajar de peso y verse bien, recurren a marcas que ofrecen soluciones de manera rápida, pero no se puede bajar de manera abrupta, no es algo sano”, afirmó.
Por lo anterior, la oferta de Slim Fast contiene el acompañamiento a su cliente con nutriólogos y médicos avalados; además, cuenta con aparatos y tecnología que una vez que ayudan a bajar de peso, también sirven para cuidar la apariencia física.
“Lograr tu peso y tener una mejor apariencia física es lo que en realidad motiva a la gente. No solo se cautiva por la salud”, manifestó el directivo.
De acuerdo con Rodríguez, la demanda creciente en este mercado permitirá que este año su firma pase de operar 13 a un total de 15 unidades.
“Tenemos ocho Slim Center, estamos por abrir un noveno; contamos con dos Night Every Day, y vamos a inaugurar el tercero; asimismo, somos dueños de tres 180 Grados”, detalló.
De acuerdo con el directivo, el crecimiento que registra la compañía, en su formato 180 Grados, es de 80 por ciento, pero este dato no solo se atribuye al hecho de que la gente esté preocupada tras las campañas de sobrepeso que se vienen trabajando en México, sino por su reciente entrada en el mercado.
“Nuestra marca más grande es Slim Center, que tiene 39 años operando, pero con la empresa que lo compró lleva apenas tres años. Evidentemente tenemos claro que hay una tendencia muy positiva en la gente en tener un poco más de cuidado en su apariencia física”, reiteró.
No obstante, sostuvo, uno de los principales problemas es que este es un mercado muy competido.
“Si pudiéramos dividir el mercado en dos tipos de ofertas, sería el que ofrece servicios serios que ayudan a perder peso y acompañarte con un plan nutricional y los otros que son solo opciones milagro”, dijo.
“Tenemos alrededor de 10 a 20 clientes por mes, y de cada 10, aproximadamente 30 por ciento continúa con su tratamiento hasta lograr su objetivo, la gente desiste muy fácilmente”, reconoció.
Por este motivo, el directivo invitó a la población a no dejarse engañar, y buscar mantener un peso saludable, poniendo en primer lugar el cuidado de su salud, pues “el enfoque de bajar de peso debería ser de una sola vez”.
Clave
Según la Cofepris, los suplementos alimenticios son productos elaborados a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales deshidratados adicionados o no con vitaminas o minerales.
Meta
Su presentación puede ser en forma farmacéutica, y sus principales objetivos son incrementar la ingesta dietética total, o bien, complementar o suplir algún componente.
Bien
Las formas farmacéuticas aceptadas para la venta de estos productos son cápsula, emulsión, suspensión, jarabe, polvo, solución y tabletas.
Mal
En tanto, las formas prohibidas por la autoridad son caramelos, paletas, chicles, parches y soluciones inyectables.
37%
Entre 2012 y 2017 las ventas de las empresas de suplementos alimenticios se han elevado a un ritmo impresionante.