El sombrío origen del Día del Niño... ¿qué tiene en común con la guerra?

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El Día del Niño en México se celebra el 30 de abril, pero su origen está vinculado a los horrores de la Primera Guerra Mundial. Descubre cómo nació esta conmemoración y por qué tiene un profundo trasfondo histórico y humanitario
El Día del Niño es, sin duda, una de las fechas más esperadas por los más pequeños. Juegos, regalos, actividades escolares especiales y dulces forman parte de esta jornada que, a simple vista, parece llena de alegría. Sin embargo, detrás de esta celebración se esconde un origen mucho más sombrío y doloroso.
Todo comenzó tras el final de la Primera Guerra Mundial (1914–1918), uno de los conflictos más devastadores de la historia moderna. Millones de personas murieron, pero también millones de niños quedaron huérfanos, desplazados o víctimas directas de la violencia.
Las imágenes de niños en campos de batalla, en orfanatos improvisados o sin acceso a alimentos y medicinas conmovieron al mundo entero.
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LA DECLARACIÓN DE GINEBRA Y EL NACIMIENTO DEL DÍA INTERNACIONAL DEL NIÑO
En respuesta a esta crisis humanitaria, la Liga de las Naciones —organismo precursor de la ONU— ratificó el 26 de septiembre de 1924 la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño. Este documento sentaba las bases para reconocer que los menores necesitaban protección especial, atención médica, educación y cuidado.
Un año más tarde, durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños celebrada en Ginebra, se oficializó el 1 de junio de 1925 como el Día Internacional del Niño. Esta fecha fue adoptada por muchos países para hacer conciencia sobre las condiciones de vida de la infancia a nivel global.
EL PAPEL DE LA ONU Y LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
Con el surgimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras la Segunda Guerra Mundial, el compromiso con los derechos de la infancia se profundizó. En 1959, la Asamblea General aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y estableció el 20 de noviembre como el Día Universal del Niño.
No obstante, esa primera declaración no era vinculante legalmente. Fue hasta el 20 de noviembre de 1989 cuando se adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional que ha sido ratificado por casi todos los países del mundo. Este acuerdo reconoce a los niños como sujetos de derecho, no solo como receptores de caridad o protección.
¿POR QUÉ SE CELEBRA EL DÍA DEL NIÑO EL 30 DE ABRIL EN MÉXICO?
En México, el Día del Niño se celebra de manera distinta a la mayoría de los países. Desde 1924, bajo el gobierno de Álvaro Obregón, se aceptó la ratificación de la Declaración de Ginebra. Pero, para evitar que la conmemoración coincidiera con otras fechas patrias como el 20 de noviembre (Aniversario de la Revolución Mexicana), el 1 de mayo (Día del Trabajo) o el 5 de mayo (Batalla de Puebla), se eligió el 30 de abril como fecha oficial.
Desde entonces, el Día del Niño en México se mantiene como una jornada para recordar que los menores deben ser protegidos, escuchados y cuidados, más allá de los festejos escolares o familiares.
DATOS CURIOSOS QUE QUIZÁS NO SABÍAS
• Más de 145 países celebran el Día del Niño, aunque no todos lo hacen el mismo día.
• En países como China y Polonia, el Día del Niño se celebra el 1 de junio, siguiendo la fecha de la primera declaración internacional.
• La Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 es el tratado internacional más ratificado del mundo, con más de 190 países firmantes.
• UNICEF ha señalado que, a pesar de los avances, millones de niños en el mundo aún carecen de acceso a derechos básicos como la educación o la salud.
• En México, existen cerca de 39 millones de personas menores de 18 años, lo que representa aproximadamente 30% de la población total.
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MÁS QUE FIESTA: UNA LLAMADA A LA REFLEXIÓN
El Día del Niño no solo es una oportunidad para regalar juguetes y organizar convivios escolares. Su origen y evolución nos invitan a recordar que la infancia ha sido históricamente una de las mayores víctimas de las crisis del mundo, desde guerras hasta pobreza estructural.
La conmemoración también debe ser un llamado a la acción, para garantizar que todos los niños vivan en entornos seguros, tengan acceso a educación de calidad, atención médica y una vida libre de violencia.
Celebrar el Día del Niño es también asumir la responsabilidad colectiva de proteger el presente y el futuro de quienes hoy apenas comienzan su camino en el mundo.